PRÓLOGO
Mi nombre es Jonathan Olivares. Me encontraba un poco desilusionado a mis veintitrés años, ya que me habían transferido desde la ciudad del crimen (La Plata, Buenos Aires) a un pueblo común y rural donde la paz reinaba en cada rincón (San Rafael, Mendoza). O por lo menos eso pensaba hasta que descubrí aquel misterioso libro lleno de polvo y hecho a mano en el interior de una pared. Pertenecía al dueño anterior de casa. Ahora que lo pienso mejor, no me siento desilusionado por el traslado, me siento aterrado. No puedo dormir tranquilo. En mi corta vida jamás había visto algo tan macabro y perturbador. Antes no tenía miedo a nada. Ahora desconfío de todo el mundo. Estoy seguro que no están entendiendo nada, pero por favor, que esta confusión no les detenga la lectura. No me gustan los prólogos demasiados largos, muchas personas incluso los saltean, tampoco voy a hablarles de mi vida, no hay mucho que contar, mejor voy directo al grano. Para que entiendan bien de qué es lo que estoy hablando voy a comenzar desde el principio. Desde ese maldito principio.
29/11/2017 “LA CASA MONTENEGRO”
Por fin, después de un largo viaje, me encuentro dentro de la casa que acabo de comprar. Es muy grande, tiene cuatro habitaciones, un comedor gigantesco, una cocina enorme, y un living muy espacioso. Todo posee un estilo muy colonial y antiguo. Sin embargo el detalle que más me gusta es la extensa biblioteca que se encuentra en la planta superior, lo que vendría a ser la parte del ático. La observo detalladamente. Me doy cuenta de que tiene algo de polvo y necesita algunas refacciones. Nota mental: este lugar tiene que ser mi propia oficina de trabajo.
Es una casa un poco pretenciosa para un joven que vive solo, pero tengo el sueño y afán de encontrar a la mujer ideal con la cual formar una familia y tener hijos. Este es el palacio donde quiero que eso ocurra. Me parece importante destacar que el baratísimo precio de esta casa influyó rotundamente en mi decisión.
Me gusta leer sobre misterio y crimen, tengo una especie de instinto que me dice quién es el asesino antes de llegar al final. Mi trabajo se basa en entrevistas a políticos que menosprecio por mentirle a la gente con sus absurdas promesas baratas; relatos sobre accidentes (creo que fue una de mis hazañas más interesantes y extrovertidas), y alguna que otra crítica en una de esas obras estereotipadas que suelen presentarse como las más gloriosas pero para mí no tienen ni una pisca de sentido. Lamentablemente mi sueño es seguir el caso de algún crimen o desaparición pero eso solo lo cubren los periodistas con más reputación y no los novatos como yo.
Tengo un sentimiento raro con este lugar, me atrapa, me hace sentir a gusto, como si hubiera una fuerza muy extraña y desconocida que me hace sentir protegido. Recorro cada mínimo rincón y ya siento que estoy familiarizado con este entorno. Subo las escaleras y por la derecha descubro un pasillo que se supone lleva a dos de las habitaciones, en el final hay una muy excluida. Intento entrar pero tiene llave, enseguida recuerdo lo que me dijo la inmobiliaria, hay un cajón en la cocina que contiene un ejemplar de todas las llaves de la casa. Inmediatamente corro hasta la mesada, reviso todos los cajones y en uno encuentro ese juego. Como he mencionado antes soy muy curioso y en este momento tengo algo que llamo episodio de curiosidad; en vez de tener episodios de paranoia o esquizofrenia yo tengo episodios de curiosidad.
Este juego de llaves tiene al menos treinta de ellas, la casa es grande, pero tampoco tanto, creo que tendré que descubrir para que sirven. Cada una tiene un número, la uno abre la puerta que tengo delante de mí, esto no fue tan difícil. Decido guardarlas para cualquier otra ocasión. Ya dentro de la habitación decido encender la luz, pero me doy cuenta de que no hay foco. Recuerdo que dejé mi teléfono en la cocina, por lo tanto me veo obligado a bajar otra vez. Ya estoy algo frustrado y comienzo a sentir cansancio debido al largo viaje que he tenido que realizar en auto para llegar hasta San Rafael. Encuentro mi teléfono y enciendo la linterna, subo los escalones de dos en dos por la prisa que tengo, figurativamente mi curiosidad me está matando y un millón de preguntas rondan mi cabeza. ¿Por qué esa habitación es la única que tiene llave?; ¿Por qué está tan oculta del resto de las otras?; ¿Qué encontraré dentro?; ¿Habrá pertenecido al dueño anterior y sus cosas seguirán allí?; ¿O simplemente no va a pasar nada y probablemente no haya nada?
Una vez arriba y ya con la linterna de mí teléfono puedo observar todo enla habitación lo que encontré fue lo siguiente: una cama con colchón, sábanas, frazadas e incluso una almohada con su funda. Cabe destacar que todo es de color negro; un ropero antiguo lleno de ropa para un adolescente de los años 80’ con un estilo bastante emo y se nota que le gustaba el rock de esa época, hay un millón de camisetas con bandas muy famosas; una valija con llave; una cómoda también antigua, uno de sus cajones tiene llave; una mesita de luz y una especie de mini biblioteca con libros de ingeniería, biología, química y anatomía humana. Nota mental: a él o las personas que vivieron en esta casa les gustaban los libros. No dejo de observar y me pregunto ¿Cómo es que la inmobiliaria no me dijo nada sobre este cuarto? ¿A caso no se debe hacer un control sobre lo que dejó el dueño anterior? A mí la casa nunca me la mostraron, me convencieron, las fotos, el precio y mi padre, ya quetenía planeado realizar un viaje por cuestiones del trabajo y como San Rafael quedaba de pasó, aprovechó para verla. Mañana mismo voy a tener que llamar a la inmobiliaria y hacer una queja sobre esto.
Sigo mirando y en la mesita de luz encuentro una llave, supongo que es de la valija, pero esta no encaja. La guardo por las dudas, algo me dice que no debo dormir en este cuarto. Al parecer irradia una energía negativa, no sé si es por el cansancio, pero incluso me siento triste, decaído, tengo un mal presentimiento; lo que antes me parecía familiar ahora sospecho que me va a llevar hacia un camino sin salida. Esto no me está gustando nada. Me doy cuenta de que ya son las once de la noche por lo cual decido irme a dormir.
Algo no encaja con ese cuarto ¿Por qué está tan oculto? Decidí dejar a un lado mi imaginación y convencerme a mí mismo de que debo dormir, mañana tengo mucho trabajo que hacer, debo ver esa magnífica biblioteca que por si no mencione antes está llena de libros, lo mejor fue que no me cobraron nada por ellos. Al decir esto una hipótesis ronda mi cabeza, ¿Y si le vendieron la casa al primer idiota desesperado porque querían deshacerse de ella? Esa idea no me deja conciliar el sueño, quiero saber más, necesito saber más. Ya son las cuatro de la madrugada y recuerdo un dato curioso que como un estúpido olvidé antes, el apellido de los dueños anteriores era MONTENEGRO.
30/11/2017: “EL LIBRO DE MARIPOSAS”
Por no haber podido conciliar el sueño anoche, hoy desperté y descubrí que eran la una del mediodía. Tenía ganas de matarme. Voy a comenzar a refaccionar la biblioteca. Cuando subo las escaleras no puedo evitar mirar en la dirección donde está el cuarto, pero esta vez me controlo y me prometo que no me voy a dejar influenciar por mis ansiedades y las necesidades que tengo por descubrir que es lo que pasa.
La biblioteca es un lugar muy grande y espacioso. Ahora que lo pienso la casa debe valer mucho más del precio al que yo la compre, y no puedo evitar preguntarme ¿Por qué su precio está tan rebajado? Aunque fue solo un pensamiento de unos segundos, ya que me distraje demasiado contemplando los libros, definitivamente tengo que leerlos todos.
Este lugar es impresionante, los conté y son 500 libros. Los géneros son tan variados, hay de todo, desde terror hasta romance, incluyendo la fantasía y sin exceptuar los clásicos de siempre. Es un sueño hecho realidad, lo mejor de todo es que fue gratis. Los libros están guardados en muchas vitrinas y todos están organizados en orden alfabéticos. En el medio hay un espacio libre donde tengo planeado poner una mesa de escritorio con su silla correspondiente, espero encontrar una muy antigua para que haga juego con la habitación. Además tiene estatuas de la cabeza de los próceres, en los que logro identificar a Manuel Belgrano, San Martín, Mariano Moreno, Domingo Faustino Sarmiento y Juan José Castelli, del resto no me acuerdo, la política y la historia no son mi fuerte. En el piso hay una alfombra de color marrón, está llena de polvo pero de seguro con la ayuda de una aspiradora queda como nueva.
Me subo a una escalera para poder agarrar uno de los libros más altos que llamó mi atención, es de cuero y se ve que está hecho a mano, también tiene cerradura y veo que está tiene el tamaño de la llave que encontré en la mesita de luz. Al parecer a la persona que vivía aquí no le gustaba que miraran sus cosas. Voy hasta mi cuarto por la llave, tardo un rato en acordarme en donde la dejé, desesperado y ansioso revuelvo todo creando un gran desorden; al final recuerdo que estaba en el bolsillo del pantalón que tenía anoche.
Enfadado y desesperado voy hasta la biblioteca e intento abrir el libro, la llave encaja y queda ante mi vista una portada un tanto macabra, no porque tuviera un dibujo o algo así sino por la frase que contenía “Me gusta ver trabajar a los bomberos… es lindo ver como caen en el fuego” Cayetano Santos Godino. Automáticamente me doy cuenta de quién es la frase, y es de nada menos que de uno de los únicos asesinos en serie que hubo en Argentina, más bien conocido como el petiso orejudo. Famoso por torturar y matar niños con apenas 10 años. Se cree que su maldad estaba en sus orejas y es por eso que se las operaron una vez en prisión. Obviamente se mucho sobre asesinos en serie porque como ya he mencionado antes, me gusta mucho leer sobre misterio y crimen. Pero me pregunto ¿Qué clase de loco pondría en un libro una frase de ese psicópata? Incluso pareciera que la hubiera puesto en modo de admiración.
Empiezo a mirar el contenido y me doy cuenta de que en cada hoja hay una especie de descripción de mariposas. Parece que el libro es de un coleccionista, pero me percato de que no hay ninguna. Es más, es como si allí hubieran estado algún día pero alguien las hubiera sacado. El dueño o la dueña anterior tenían muchos misterios. O simplemente soy yo, imaginando cosas extrañas.
Debido a mi torpeza, me resbalo ymi libro cae debajo de la estantería, intento alcanzarlo pero es en vano. No logro meterme abajo del mueble, porque el espacio es muy estrecho, se me ocurre alcanzarlo con una escoba pero tampoco puedo. La única idea coherente y complicada que tengo es tratar de mover este enorme trasto. Primero saco todos los libros, de verdad son demasiados. Los dejo en el piso y se me ocurre la idea de hacer un inventario con los nombres de cada uno y sus respectivos autores. No me gusta este orden alfabético.
Al primer intento no puedo correrlo. En el segundo pruebo con levantar un poco el mueble y lo consigo, lo corro lo suficiente como para poder agarrar el libro y de paso limpiar un poco. Cuando miro la pared, me doy cuenta que está pintada de un color que al parecer hace siglos fue blanco, ahora por la suciedad es gris; caigo en la cuenta de que hay un espacio que se ve irregular. Pareciera que fuera una especie de montaña.
Miro la hora y me doy cuenta de que he pasado toda la tarde en la biblioteca, que tengo mi cuarto hecho un desorden y que por alguna extraña razón mi curiosidad acabó con mi día productivo. El hambre me está ganando. Mañana mismo voy a arreglar ese pedazo de pared.
Bajo a la cocina por algo de comer y cuando miro el reloj son las nueve de la noche. Las inmobiliarias cierran a las ocho y media, así que maldigo para mis adentros y ya dejo como tarea fundamental para mañana no entretenerme con ninguna otra cosa y llamar sin falta. En verdad, necesito saber quien vivía en esta casa. Necesito averiguar un poco más sobre la familia Montenegro.
Me doy cuenta de que no traje el libro de las mariposas con migo. Subo una vez más a la biblioteca en busca de este. En el comedor lo inspecciono mejor, y miro detalladamente hoja por hoja, el libro contiene exactamente 37 páginas, la última está vacía y detrás de esa hay una que está arrancada. El libro está firmado en la contratapa por un tal Daniel Montenegro.
Ya estoy cansado y la cabeza me da vueltas. Será mejor que me vaya a dormir temprano mañana tengo muchas cosas que hacer, sobre todo averiguar más de ese tal Daniel. Algo me dice que era un loco, pero no me tengo que dejar guiar porque haya puesto la frase de un asesino en serie ¿O sí? En fin, mañana tengo que presentarme en la editorial donde voy a trabajar para poner todos mis papeles de contrato en orden y comenzar con mi labor de periodista.
Lo que despertó mi interés es esa extraña montaña en la pared. Quizá sea solo humedad, pero sin duda tengo que tirarla abajo y revocarla, aunque creo que el material del que está hecha es madera por lo tanto tendré que reemplazarla por madera nueva. Tareas y más tareas, ya quiero que esta casa quede terminada.
01/12/2017: “EL DIARIO DE DANIEL MONTENEGRO”
Esta vez desperté temprano, para no aburrirlos tanto voy a contarles resumidamente mi mañana, puesto que lo que me paso en el transcurso de la tarde y la noche de ese día fue lo que me llevó a relatar mi historia yes lo que también me llevo a escribir sobre ello.
Para empezar me dieron trabajo en un diario no tan reconocido, pero del cual no voy a dar nombre por razones de privacidad, voy a empezar a trabajar el lunes porque hoy es viernes. Asique todavía me queda el fin de semana para averiguar un poco más sobre el misterio que rodea esta casa, el cual me tiene demasiado preocupado. Pasé por la inmobiliaria pero el gerente no estaba asique me atendió su asistente y de mala gana me dio una cita para el miércoles, obviamente le dije una mentira, algo sobre un defecto enorme en la casa que no podía esperar demasiado.
Compré la madera y no puedo estar más ansioso porque esa montaña que hay en la pared desaparezca.
Ya en la casa, cuando estoy a punto de subir a la biblioteca, luego de comer, siento el odioso ruido del teléfono y maldigo por la interrupción.
-Diga-respondo de mala gana.
-JONATHAN ÁNGEL OLIVARES, SE PUEDE SABER ¿POR QUÉ NO NOS HAS LLAMADO PARA DECIRNOS COMO ESTÁS, O POR LO MENOS SI LLEGASTE BIÉN?- Alejo el teléfono de mi oído por el ensordecedor grito de mi madre.
-Lo siento mamá ahora estoy ocupado no puedo responder, estoy bien y punto- Y antes de que diga algo para objetar le cuelgo y activo el modo avión para que nadie me moleste.
Subo hasta la biblioteca con los retazos de madera. Tengoque correr un poco más el mueble para poder trabajar cómodo. Intento sacar el primer tablón, pero yo no sé mucho de carpintería asique lo primero que se me ocurre es buscar un tutorial en YouTube, ventajas del siglo XXI.
Cuando lo terminé de ver ya sé que tengo que hacer correctamente. La madera parece haber sido clavada muchas veces, creo que por eso se deformó tanto y daba esa impresión de montaña. Pero, ¿Por qué el dueño o la dueña anterior sacaban tanto esta sección de madera? Estoy casi seguro de que voy a encontrar algo aquí. Y como si hubiera adivinado encuentro un grueso y mugriento libro, y adivinando por segunda vez tiene llave. Ahora hay que buscar ¿Cuál de todas lo abre?
Enseguida viene a mi mente el manojo de llaves, corro por las escaleras hasta llegar a mi habitación decidí que es mejor traer el libro con migo así no tengo que subir y bajar todo el tiempo. Los tablones nuevos pueden esperar. Ahora mi curiosidad nuevamente está acabando con mi vida y me sofoca; para mi suerte la llave 2 abre el diario. Enseguida viene a mi mente el siguiente pensamiento: “es como si el dueño hubiera tenido un orden específico de que abrir primero, la llave 1 la habitación, la 2 este libro” ya no sé si quiero saber qué es lo que abren las demás. Tengo un mal presentimiento de todo esto.
Limpio un poco el libro con un trapo y me doy cuenta de que es artesanal, es decir, el mismo dueño lo creó. Estaba hecho de cartón y forrado con papel con cola al parecer para dar una especie de aspecto de material de cuero sobre la tapa, lo pintado de negro y había algún que otro detalle en dorado. Al parecer al dueño anterior le encantaba el color negro.
En la primera página aparece el nombre del misterioso poseedor “ESTE DIARIO PERTENECE A DANIEL MONTENEGRO. NI SE TE OCURRA PENSAR RARO, LOS HOMBRES TAMBIEN PUEDEN TENER UN DIARIO EN DONDE CUENTEN SU VIDA. SI LOGRASTE ABRIRLO COSA QUE DUDO MUCHO O LO ENCONTRASTE ABIERTO TE ADVIERTO QUE NO LEÁS LAS PÁGINAS QUE SIGUEN PORQUE VAS A PODER ENCONTRAR TUS PEORES PESADILLAS Y NO ESTOY JUGANDO. ESTAS PÁGINAS CONTIENEN LAS PEORES TORTURAS QUE PUEDA SUFRIR UNA PERSONA… LO DEJO A TU CRITERIO Y RESPONSABILIDAD, NO ME HAGO CARGO DE DAÑOS PSICOLÓGICOS O TRAUMAS”.
Obviamente pensé que podría ser una amenaza de niño chico, pero por la página siguiente me doy cuenta de que esto no se trata de ninguna broma, sino todo lo contrario. Cuanto más leía, más me aterraba. Quiero averiguar un poco más para saber si toda esta basura es real o por lo menos fue real en algún tiempo. Pero cuando fui a la única biblioteca que hay en San Rafael, descubrí en antiguos periódicos muchas desapariciones y no creo que sea una mera coincidencia que los desaparecidos tengan los mismos nombres que en el diario. Lo más aterrador es que la policía nunca supo nada sobre el paradero de aquellas personas. Jamás las encontraron. Ni un solo rastro, es como si se los hubiera tragado la tierra.
Deben estar un poco confundidos y perdidos porque todavía no saben muy bien a que me refiero, pero no se impacienten porque en las próximas páginas voy a transcribir todo ese maldito diario. Puede que me saltee algunas sin importancia. Estén preparados para leer la peor historia del siglo, la mente más macabra habitó en mi casa y aún no se si está vivo o muerto. De lo único que estoy seguro es que tengo miedo y mientras estoy escribiendo esto mis manos están frías y mis piernas tiemblan.
06/03/1995 DIARIO PAGINA 1: “MIS COMPAÑEROS”
Algunos dicen que los diarios son para niñas pequeñas, yo prefiero decir que los diarios son la salvación de muchos. Por lo tanto mi querido y confiable Diario, a partir de este momento eres mi salvación. No tengo amigos ni me interesa tenerlos. En mi casa las cosas son un poco complicadas. Mi mamá, es heredera de una cantidad sustentable de dinero que le dejó su padrastro, además de esta casa. Yo casi no lo veía, no me gustaba, el hombre me daba desconfianza e incluso un poco de miedo, supongo que cosas de chico. Ella ha gastado casi todo su dinero en mi papá que sufre de una anafilaxia aguda, es un tipo de reacción alérgica potencialmente mortal. La anafilaxia es una reacción alérgica grave en todo el cuerpo a un químico que se ha convertido en alérgeno. Cuando la persona se expone al alérgeno de nuevo, se puede presentar una reacción alérgica. La anafilaxia sucede rápidamente después de la exposición. La enfermedad es grave y compromete a todo el cuerpo. Los tejidos de diferentes partes del cuerpo liberan histamina y otras sustancias. Esto produce constricción de las vías respiratorias y lleva a que se presenten otros síntomas. La anafilaxia es potencialmente mortal y puede suceder en cualquier momento. Los riesgos incluyen un antecedente de cualquier tipo de reacción alérgica.
En fin, casi todo el dinero que gastamos se va en epinefrina o mejor conocida como adrenalina. Mi papá tiene que inyectársela cada dos por tres, ya que los médicos no encuentran que fue lo que la desató. Sé tanto sobre la enfermedad porque me gusta estudiar mucho sobre el cuerpo humano (sus enfermedades, partes, debilidades, etc.).
Lo que más adoro de esta casa es nuestra genial biblioteca. Allí tengo todos los libros de anatomía humana que pueda desear alguien, además de los que tengo en mi habitación. Mi colección es enorme y no solo abarca libros de ciencia, sino también de historia, de terror, de misterio, de fantasía, en fin. Mi biblioteca es la mejor de San Rafael, y es solo mía.
Hoy es mi primer día de clases. Mi escuela secundaria me da la posibilidad de estudiar ingeniería cuando sea grande. Esa es otra de las cosas que me gusta, hasta el día de hoy y con tan solo 13 años he armado muchos artefactos, además de reparar todo lo que se rompe en mí casa. Soy muy inteligente, eso dice mi papá siempre.
Sin embargo, tengo un secreto, en un futuro me gustaría armar réplicas exactas y en tamaño original todas las máquinas de la inquisición. Adoro esa época y no sé por qué. Tiene una pizca de emoción que me atrapa, es un poco loco, demente y psicótico lo que voy a decir pero me hubiera gustado ser verdugo; yo no hubiera tenido problema en matar y torturar personas. Después de todo castigaban a gente malvada, que acechaba el miedo entre la gente.
Otro de mis hobbies es coleccionar mariposas, yo amo coleccionar mariposas. Muchos dicen que no es algo de hombres, pero a mí me importa un pepino lo que digan los demás. Tengo un libro lleno de ellas, cada una tiene descriptas sus características especiales. En fin diario voy a escribir después porque se me hace tarde para ir a la escuela, espero tener muchos amigos, algo me dice que este año no va a ser como los demás, sino todo lo contrario. Estoy seguro de que será grandioso.
Acabo de llegar de la escuela, y en realidad es una porquería. La manera en que las personas se te quedan mirando como si fueras un extraterrestre es algo inhumano, como si tuvieras una enfermedad súper contagiosa.
Intenté, lo intenté, juro que lo intenté. Solo quería integrarme al curso, traté de seguir el consejo de mi madre, ella quiso convencerme de que olvidara mi odio por la humanidad, de que fuera un chico normal. Pero ¿De qué me sirvió? La profesora de lengua pidió que nos presentáramos. Aquella mujer de cabello rubio, tez blanca, de más o menos un metro sesenta de altura y maquillaje ridículo acaba de arruinar mi vida en la secundaria.
Comencé por decir mi nombre como de costumbre, luego ella me pregunto qué es lo que quería ser cuando fuera grande y comencé por explicarle que me gustaría estudiar ingeniería aeroespacial. Fue ahí cuando a uno de los chicos del curso me reconoció. Era aquel infeliz, aquel inútil que no paraba de molestarme en la primaria y justamente se le ocurrió decir que con mi cara de psicópata y mi manera de vestir iba a terminar siendo solamente un loco asesino. Con todo el descaro del mundo le decía a la clase mientras se reía que yo debería estar encerrado en un manicomio en vez de estar en la secundaria. Y la profesora, esa “señora” que según ella era querida por todos y amaba a cada uno de sus alumnos, en lugar de defenderme comenzó a reír. Todos rieron. Todos se burlaron. ¿Qué le hice a esta sociedad? Mi día luego de eso se llenó de burlas, de insultos, de sobrenombres.
Pero bueno, eso es lo que quieren en realidad de mí. Al parecer yo soy el destinado a acabar con todo ese maldito curso, con todos los profesores, en especial con esa rubia cuarentona de cuarta.
Voy a provocar uno de los peores asesinatos ocurridos en la historia. Seré generoso y les daré el gusto de que sean parte de ello. Me van a recordar como el asesino más temido y despiadado de toda la historia. Pero luego no me culpen a mí, cúlpense a ustedes mismos por todo esto.
Me asusta la sangre desde muy pequeño tengo ese temor. Si me lastimo y la herida comienza a sangrar puedo asegurar que lo más probable es que me desmaye. Pero algo raro sucedió hace tres años, había intentado olvidar ese terrible pensamiento sin embargo con el problema que tuve en mi primer día de clases recordé todo como si hubiera sucedido ayer…Y como decía, hace tres años estaba en la primaria. No tenía ningún amigo como de costumbre, cosa que me importaba poco, siempre fui muy solitario. Tenía las mejores notas en todas las materias y además dinero. No quiero alardear y jamás en mi vida lo eh hecho pero sé que muchos me tenían envidia por mi vida, porque la mayoría de sus padres los descuidaban por tener que trabajar para alimentarlos, mientras los míos estaban pendientes de mí (mi padre todavía no enfermaba) y podía tener cualquier cosa que quisiera. En fin todo eso solo me trajo consecuencias negativas, ya que gané muchos sobrenombres y recibí bastantes golpes. Un día harto de todo decidí enfrentarme a ellos. Un desgraciado no dejaba de empujarme mientras yo caminaba, me di vuelta y lo agarré del cuello, después deposité un único y fuerte golpe en su nariz, que automáticamente comenzó a sangrar sin detenerse. En vez de desmayarme, esa acción provocó en mí placer y satisfacción. Al ver como ese fluido rojo se esparcía por su cara gracias a mi ira y deseos de venganza sentí como si se llenara un hueco en mi interior. Algo desde ese día cambio. Muchas veces intenté hacer que algunas personas sangraran pero no me atreví. Hoy volví a sentir esas ganas de que corriera sangre por mis dedos, PERONO LA MÍA sino la de esa gente que me provoca un gran dolor emocional hasta con la más mínima acción. LLEGUÉ A LA CONCLUSIÓN DE QUE ¿PARA QUÉ SIRVE LA SANGRE SINO PARA DERRAMARLA?… A partir de hoy juro que no voy a descansar hasta vengarme. Despertaron al demonio, ahora háganse cargo, solo les queda esperar hasta que mi plan esté listo. Esperen y disfruten mientras puedan hasta que la muerte llegue por ustedes.
06/03/2006 DIARIO: PÁGINA 20 “BRUNO GUZMÁN”
Lo encontré caminando solo después de salir de la universidad. Mi primera oportunidad de asesinar y el primer desafortunado de mi lista fue Bruno Guzmán. Un chico adinerado que tiene la posibilidad de viajar a cualquier parte que desee y comprarse lo que se le antoje. Se cree superior a los demás y con derecho a mandar a todo el mundo. Tiene el cabello castaño, tez morena, ojos marrones, estatura alta y cuerpo atlético.
Mi padre en sus últimos días de vida había utilizado sedantes muy potentes que lo dejaban dormido en unos cuantos segundos, se los aplicaba por medio de inyecciones ¡BINGO! De allí salió mi idea para dormir por unrato a mis víctimas, mejor dicho agresores. La única víctima en esta historia soy yo.
El maldito ricachón iba escuchando música con sus auriculares importados. Lo sorprendí por detrás y lo agarré del cuello con un brazo, en una posición que parecía que lo estaba estrangulando. Mi estrategia era dejarlo sin aire para que estuviera aturdido. Cuando cayó al piso de rodillas buscando un poco de oxígeno y recuperando el aliento, aproveché la oportunidad para agarrarlo del cabello y clavar la jeringa en su cuello. Vi como sus ojos se iban cerrando de a poco hasta que se quedó dormido. Lo metí en el baúl del auto y lo llevé hasta mi venganza, mejor dicho su tormento.
Mi madre murió hace 6 meses así que tengo la casa sola para mí. La muerte de ella no me causó mucho dolor porque siempre quiso que fuera como los demás, incluso cuando estaba muriendo me pidió que volviera al buen camino, que fuera un hombre de bien y provecho ¿Acaso piensas que no soy un hombre de bien madre? ¿Quién está librando a la sociedad de estos malditos discriminadores? YO, ¿Eso no está bien? ¿Qué les quite un peso de encima a las personas no es de provecho? TENDRÍAN QUE AGRADECERME, DARME UNA MEDALLA DE HONOR Y POSIBLEMENTE ALABARME… Mi padre me entendería, él siempre me entendió.
Cuando llegué a mi casa abrí el baúl del auto y saqué al riquillo. Lo lleve a rastras por todo el patio, le até las manos y los pies. Lo dejé en la habitación, en donde él conocería a tres amigables personas que van a acompañarlo durante todo este proceso; “el dolor”; “la desesperación” y la muerte”. Lo arrodillé y coloqué su barbilla en la barra inferior, fui empujando el casco con el tornillo hasta que su cabeza quedó atrapada por la primera pieza mencionada. Todavía no voy a ejercer fuerza, ni siquiera voy a despertarlo, solo voy a escribir en mi diario mientras despierta.
Para esta gloriosa primera muerte estoy utilizando un instrumento muy básico de construcción. Con mis habilidades e imaginación no fue difícil recrear esta belleza. La simple pronunciación de su nombre despertaba las pesadillas de los principales enemigos de los electores en Alemania. Consta de un tornillo que está conectado a un caso, cuando el tornillo baja el casco también lo hace, por lo tanto si el tornillo sube el casco también. La cabeza de la víctima se encuentra colocada en el casco, pero a su vez su barbilla está sostenida por una barra en la parte inferior. El nombre de esta gloriosa belleza es “Rompe cráneos”.
Estoy realmente orgulloso de mí mismo, no me podría haber quedado mejor. Esta perfectamente bien construido. Mi padre estaría orgulloso de mí. Salgo de mi concentración porque escucho un grito. Esa es la señal. Ha despertado y por fin voy a poder reclamar justicia.
Voy hasta dónde está mi víctima, lo miró y me doy cuenta de que está pálido, confundido y alterado. Apenas me ve suelta una grosería, le agradece a Diosy me pide que lo desate. Al parecer piensa que lo voy a rescatar. Su cara expresa ira y molestia cuando aprieto un poco más el tornillo para no permitirle hablar, me mira con desesperación y es ahí cuando le digo:
-¿No te sirve tu dinero ahora cierto?
Empezó a llorar, yo sabía que detrás de ese chico atleta que me golpeaba para quedar bien con los demás, que compraba a sus amigos con dinero y que alardeaba a los 4 vientos sus viajes por todo el mundo, no era más que un marica y un cobarde. En cambio yo siempre mostré mis verdaderos sentimientos e intenciones hacia ellos, siempre supieron que los iba a matar, así que no sé cuál es la sorpresa. Después de todo, este momento algún día tenía que llegar.
-¿Qué se siente estar del otro lado ricachón? ¿Qué se siente sentirse humillado e incapaz de defenderse?
Lo vi intentadoreflexionar, como si estuviera recordando cada momento de su vida. Me importo una mierda verlo así. A mí me vieron tantas veces destruido, sangrando ysuplicando. Yo les pedía que me dejaran en paz, mientras lloraba por el dolor de los golpes y la impotencia que sentía. A pesar de todo jamás tuvieron piedad de mí. Yo tampoco voy a tener piedad por ellos. Sin más contemplaciones di toda una vuelta al tornillo. Comenzó a quejarse por el dolor que le causa la presión que yo estaba ejerciendo y se me ocurrió proponerle lo siguiente:
-Solo una manera de que te suelte. Tienes que pedirme perdón, mira qué fácil es este desafío, solo tienes que pronunciar la palabra P-E-R-D-O-N. Y serás libre.
El muy imbécil me miró con cara de confusión e intentó abrir la boca. Comencé a reírme y él a desesperarse.
-Voy a contar hasta cinco. Uno- él quería desatar los nudos en las sogas de sus manos -Dos- más lágrimas comenzaban a salir –Tres- estaba inquieto de la rabia, sabía que me estaba insultando, que raro que no me piquen las orejas –Cuatro y cinco- conté rápido y comencé a girar el tornillo con todas mis fuerzas.
El sonido que hacen los huesos del cráneo al romperse es igual al sonido que hacen las nueces cuando uno le saca la cáscara, asique sí, me dieron ganas de comen nueces.
Pude ver como se salían sus ojos, en ese entonces su cuerpo tenía una especie de convulsión. Después de tres vueltas más observé que algo se escurría por sus oídos, era sangre pero tenía una cosa densa, como si fuera gelatinoso. En ese momento me di cuenta de que se trataba de su cerebro. Pensé que iba a sentir asco, pero mi sonrisa no se podía borrar de mi cara. Por fin lo había hecho, mi venganza comenzaba y las ganas de volver a matar se apoderaban de mí; como lo hacen los demonios con las almas inocentes…
20/03/2006 DIARIO PÁGINA 23 “DARÍO BUSTOS”
En la tele eh visto que están buscando al ricachón. Que risa me da, jamás van a encontrarlo. En un principio había querido ser famoso por estos crímenes, pero en Argentina implementaron la pena de muerte a comienzos de este año. Así que decidí guardarme todo esto para mí. Quizá en algún futuro se revele toda la verdad, pero cuando eso suceda ya voy a estar lejos, y nadie va a poder encontrarme. Y si no voy a encargarme personalmente del entrometido que se mete en mis asuntos personales.
El segundo asesinato que cometí fue el de Darío Bustos. Era un pervertido que podía causarle repugnancia a cualquiera que lo conociera o por lo menos a quien se atreviera a hablar con él. Tenía una manera muy obscena de ver y decir las cosas. Estaba afectado gravemente por el acné, tez blanca, cabello castaño con rulos. Poseía la costumbre de tener la mirada perdida, muchos se imaginaban que estaba pensando en alguna asquerosa fantasía. Hace poco lo habían acusado de violar a una chica de 14 años, pero como las pruebas no fueron contundentes lo dejaron en libertad.En este caso voy hacer justicia por esa chica y por mí.
Con él tuve que idear un plan un poco más complejo, pero no tan difícil. Inventé un perfil falso, en esa aplicación donde todos los adolescentes y viejos pervertidos consiguen pareja para un rato. No fue difícil, un nombre sacado de una guía telefónica, fotos bajadas de internet, y listo. Pasé tres días hablando con él y lo cité en donde se supone era la casa de la chica que había inventado. No soy tonto para traerlo directamente hasta casa. El auto de la muerte puede pasar a buscarlo sin problemas.
Para que la policía no rastree mi casa, ni mi teléfono a través de los mensajes o por la dirección IP, compré un teléfono robado. Ah cierto, me olvidé de escribir que le disparé en la cabeza al tipo que me lo vendió. No podía dejar cabos sueltos después de todo. Me sentaba en un parque, y cuando terminaba de utilizar el celular lo pagaba. De esa manera nadie podría rastrearlo.
Y por fin, ahí estaba esperando mi agresor a que apareciera esa muchacha rubia de cuerpo escultural, por la que me había estado haciendo pasar. Observé que no hubiera nadie en los alrededores. Igual que con el ricachón fui por detrás, lo estrangulé un poco haciendo una especie de llave “mata león”; cuando casi se quedó sin oxígeno le inyecté el sedante en el cuello. A los segundos se quedó profundamente dormido y lo metí en el baúl de mi auto.
En un cesto de basura que estaba cerca tiré el teléfono. Limpié cualquier huella que pudiera haber quedado, aunque todo lo que toco lo hago con guantes. Ahora si pervertido asqueroso, vas a pagar cada uno de los ridículos insultos y sobrenombres que no te cansaste de repetirme.
Igualmente pensé mucho en él y voy a hacerle un favor. Decidí presentarle a la chica más hermosa del planeta, bueno por lo menos para mí. Los dos vamos a pasar un largo rato lleno de diversión.
Cuando llegué a mi casa, es decir, a su futura muerte, todavía estaba dormido. Lo até de manos y pies. No me preocupo en taparles la boca porque mi casa queda muy retirada, por lo tanto no tengo vecinos y nadie puede escucharlos gritar. Sin gritos no hay diversión.
Recuerdo que este pervertido siempre andaba mirando chicas. Un día se me acerco y me habló:
-Me parece que encontré uno de los míos, ¿Qué tal te parecen esas muñecas que van pasando?
A lo que yo le respondí:
-No me interesa estar mirando mujeres a cada rato, lo encuentro obsceno y un poco incómodo para ellas.
Rápidamente corrió el rumor en todo el curso de que yo era homosexual. Cosa totalmente errónea, me gustan las mujeres pero eso no significa que tenga que estar comiéndome con la mirada a cualquier chica que pase cerca de mí. Cuando intenté golpearlo sus amigos lo defendieron y comenzaron a insultarme mientras sus puños hacían contacto con mi rostro y mi estómago.
Como dije antes voy a presentarle una mujer o algo así. Mi instrumento esta vez tardó un poco más porque su construcción fue un poco difícil. Pero para mí nada es imposible. Tiene procedencia de Alemania y la construí con madera y hierro. Coloqué pinchos filosos dentro de ella. Viejos mitos dicen que Erzsébet Báthory, más conocida como Elizabeth Báthory la mayor asesina serial de la historia; la utilizaba con sus doncellas para extraerles sangre. Su nombre es “Sangrienta Doncella de Hierro”. Y cualquier reo que se enterara que su condena era estar dentro de ella, se orinaba encima y prefería quitarse la vida ahorcándose,en lugar de sufrir tanto.
Me pareció raro no escucharlo gritar asique bajé a ver qué pasaba. El desgraciado estaba dormido todavía. En un principio pensé que estaba muerto, pero su pulso seguía ahí. Menos mal que eso no pasó porque estoy seguro de que me hubiera invadido el coraje; mi esfuerzo construyendo a la doncella de hierro habría sido en vano.
Busqué agua fría y se la tiré en la cara, este tipo me daba bastante repulsión y asco. Se despertó asustado y comenzó a mirar hacia todos lados. Cuando se encontró con mi mirada y se dio cuenta de que estaba atado, su cara se tornó más pálida de lo que estaba y me dijo:
-Sabía que esto iba a pasar, sabía que nos ibas a matar maldito gay loco.
En vez de reaccionar con furia le dije:
-¿Pero qué te pasa? ¿Por qué piensas esas cosas de mí? Estoy aquí para rescatarte. Al parecer un demente nos raptó. Por fortuna pude soltarme, voy a desatarte, quédate tranquilo ¿De acuerdo?
Me miró diferente. El muy idiota al parecer se tragó mi cuento y aceptó con un movimiento de cabeza. Desaté los nudos en sus manos y pies, también lo ayudé a pararse. Lo empujé con todas mis fuerzas, lo que produjo que caminara hacia atrás para no caerse. Al parecer no se ha dado cuenta de que hay alguien tras de él y lo está recibiendo con los brazos abiertos. Lo empujé otra vez pero ahora unos filosos pinchos lo atraparon. Gritó y quiso zafarse de ellos, antes de que pudiera hacerlo cerré las dos puertas, en ellas también habían pinchos. Comenzó a gritar como un desalmado, yo comencé a reír, jamás en mi vida pensé que los gritos pudieran provocar tanta alegría en mi interior.
Empecé a proponerle un trato:
-Ni siquiera le he puesto llave. Voy a darte una única oportunidad para que puedas irte- El pervertido me prestó atención, su cara de sufrimiento me daba risa- Afuera hay un auto y acá tengo la llave, si sales podrás vivir. Los pinchos se encuentran en tu tórax, tienes tus brazos libres para empujar las puertas, además no los coloqué en lugares peligros ninguno de tus órganos vitales se encuentran dañados. Te voy a dar un minuto, si no sales, voy a cerrar a esta bella doncella con llave y morirás desangrado.
Comencé a reírme a carcajadas cuando veía como trataba de pechar las puertas y gritaba desesperado por el dolor. Si supiera que los pinchos están diseñados para engancharse y no dejar a la víctima escapar, en este caso agresor.
Conté los últimos cinco segundos, con sus pocas fuerzas me gritó:
-¡Tampoco te hice tanto daño como para que me hicieras esto! ¿Acaso eres un psicópata?
A lo que yo le respondí:
-Ustedes me volvieron un psicópata y comparado con lo que le eh hecho al Ricachón de Bruno has tenido suerte. Disfruta tus últimos diez minutos de vida-Su boca empezó a reproducir todo el diccionario de insultos- Podrías aprovechar tus últimas fuerzas para rezar, quizá Dios te perdone. Pero yo no lo voy hacer y el Diablo tampoco. Prepárate para sufrir durante toda la eternidad.
Era algo muy impresionante y emocionante, ver como salía la sangre por la parte de debajo de la dama de hierro. El cuerpo humano contiene por lo menos cinco litros de sangre, pero este número varía según el volumen del cuerpo. Mejor voy a buscar un trapo o sino todo el piso se va a teñir de sangre.
El pervertido ha muerto. Para mi siguiente plan voy a utilizar un método distinto algo más doloroso…No puedo aguantar tengo que apresurarme, todo está saliendo de maravilla. Ya van dos, faltan treinta y uno.
27/03/2006 DIARIO PÁGINA 26 “GONZALO CARRIZO”
Estoy viendo la televisión nuevamente y leyendo el diario mientras almuerzo. Están alarmando a la gente de que anden acompañados por alguien cuando caminen y que tengan cuidado con quien hablan y a quien le dicen sus datos personales. Todavía no hay ningún indicio o rastro de los dos chicos “desaparecidos”.
Ha pasado una semana y ya tengo todo listo para mi próximo asesinato. Esta vez el desafortunado se llama Gonzalo Carrizo. Un chico perturbado, daba miedo mirarlo, tenía los pensamientos de un auténtico maníaco. Pero yo sabía que él no estaba dispuesto a matar ni a una mosca, todo lo que hacía y decía no era más que una llamada de atención. Estatura media, ojos verdes con mirada de psicópata, cabello corto y castaño, tez morena típica de argentino.
Esta vez el secuestro fue mucho más difícil de lo que esperaba. Llevo siguiéndolo durante toda la semana y no hay ningún momento en que lo pueda encontrar solo. La verdad no puedo creer que a un chico de veinticuatro años lo cuiden tanto sus padres. Sabía que con él las mujeres no funcionarían y obviamente sabía que en algún momento esto podría complicarse, pero las ganas que tengo de matar a este desgraciado son demasiadas.
Se me acaba de ocurrir una idea. Conseguí el número de teléfono de sus padres, a estas horas Gonzalo está en el Instituto de Inglés. Pasaba un chico de unos dieciséis años, le pedí su teléfono para poder enviar un mensaje y amablemente accedió. Todo esto lo hago con guantes obviamente, mejor seguro que arrepentido. Le mandé un texto a sus padres diciendo “Mamá hoy salgo un poco más tarde, vengan por mí a las diez. Gonzalo”. Le agradecí al muchacho, cuando se dio media vuelta le disparé en la cabeza. Mi arma es un revolver calibre veintidós con silenciador. Jamás voy a dejar cabos sueltos con este tipo de arma ya que ni siquiera despide los casquillos. El teléfono lo rompí y lo tiré.
Conduje hasta el Instituto, pero estacioné mi auto una cuadra antes de llegar. Si sus padres no iban por él, lo más seguro es que se fuera caminado solo para no quedar como un niño mimado delante de todos sus compañeros. Cuando emprendió el camino a su casa, vi que una chica platicaba y caminaba junto a él. No distinguí bien su cara por la obscuridad de la noche, pero se notaba que tenía el cabello largo, por eso deduje que se trataba de una mujer. Mis planes no se iban a venir abajo por una simple muchacha que debe ser igual o peor que él, después de todo pertenece a esta inmunda sociedad. Bajé de mi auto, ambos estaban tan entretenidos en su plática que no notaron mi presencia. Le disparé a ella en la pierna, él se arrodilló a su lado observando la herida; en ese momento llegué corriendo hasta ellos y con un hábil movimiento le clavé la jeringa en el cuello. A ella le disparé en la cabeza. Lo metí rápido en el baúl de mi auto y conduje hasta mi casa.
Este sujeto es al que probablemente más odio de todo ese maldito curso. Siempre molestándome; no me dejaba ni un segundo tranquilo. Cuando llegamos lo bajé del auto y lo até boca arriba, en una especie de camilla de hospital que yo mismo construí. Ahora a esperar a que despierte.
De repente un recuerdo de mi adolescencia inunda mi mente haciendo que me tele transporte hasta noveno año. Gonzalo comenzó a abrirse un poco más con todos los imbéciles del curso, pero como era obvio necesitaba dejarme delante de todos como un verdadero demente. Estábamos en taller, en una sección llamada “hojalatería”. Nuestro trabajo práctico era hacer una caja de herramientas; cuando el profesor se fue él busco una lima, de esas que se utilizan para bajar las dimensiones de materiales, como el hierro. El muy loco agarró mi mano y pasó la lima por esta, haciendo tres cortes. Inmediatamente mi mano comenzó a sangrar un poco y me ardía como los mil demonios. Agarré una tijera para cortar chapa y lo empecé a perseguir con esta, lleno de rabia. Yo no había hecho nada ¿Por qué tenía que venir él a molestarme sin ninguna razón?.
Fue entonces cuando me di cuenta que la profesora de la sección de al lado nos miró, me quitó la tijera de un tirón y comenzó a gritarme:
-¡¿Pero qué es lo que pasa?! Con esto no se juega, podrías haberle hecho daño a tu compañero. Díganme que fue lo que pasó.
Le conté todo lo que había sucedido. Como me esperaba todo el curso me hecho la culpa a mí. Dijeron que era un psicópata, un loco, un perdido y que además yo mismo me había lastimado con la lima para luego echarle la culpa a Gonzalo, mientras me reía como un verdadero lunático… me llevaron a la dirección y me pusieron una sanción, además llamaron a mi madre. Cuando expliqué lo sucedido en casa ella no me creyó; dudo que mi padre también me creyera, pero dijo unas palabras que me tranquilizaron de inmediato:
-Por algo lo habrás hecho. Quizá no quieras decir que sucedió en realidad en este momento, pero yo sé mi muchacho, que siempre haces lo correcto.
Esas palabras me brindaron confianza siempre, y todavía resuenan en mi cabeza. Me asusté cuando alguien comenzó a gritar:
-¡AYUDAAA!, ¡AUXILIOOOO!
Estaba demasiado concentrado recordando y el grito logró desconcentrarme. al parecer mi primer paciente ha despertado, porque esta vez voy a tomar el papel de cirujano. Con Gonzalo voy a practicar mi primer “vivisección”. Sin anestesia, obviamente. Este método es como una disección, que es la división en partes de una planta, un animal o un ser humano; se diferencia de la vivisección porque esta se hace cuando el animal o la persona están vivos. Mi objetivo es extirpar órganos hasta que el desgraciado muera. Voy a aplicarle adrenalina para que no pueda morir pronto. No soy el primero en hacer esto, a lo largo de la historia los prisioneros de guerra fueron sometidos a este proceso por el Escuadrón 731.
Bajé hasta donde se encontraba el loco, intentaba zafarse de los nudos que tenía. Le dije:
-No lo intentes. Es imposible, solamente vas a lograr quemarte con la soga. Y créeme no te conviene comenzar a sufrir dolor tan pronto, porque con lo que voy a hacerte vas a tener demasiado, yo en tu caso me ahorraría un poco de dolor.
El psicópata estaba hecho una furia y comenzó a recitar uno de esos ridículos discursos, que le dice la gente a sus agresores para que no los maten:
-No te vas a salir con la tuya, mis padres me deben estar buscando en este momento. Es más ya deben saber dónde estoy y de seguro están viniendo. Y aunque me mates sabrán que lo hiciste tú, te meterán a la cárcel. Si me dejas ir ahora, no vas a tener problemas, prometo no decir nada.
Lo miré con cara de burla y le dije:
-¿Es enserio? Te creía más valiente, incluso el pervertido de Darío fue más valiente que tú. Además no te seguí durante una semana entera y maté a dos personas como para que te deje ir así como así. Eso tiene un precio.
-¿Cuál es el precio? Mis padres tienen dinero, te darán todo el que quieras.
-No es dinero lo que quiero. Tienes que pasar una simple prueba. Eres muy inteligente ¿Serás igual de resistente?- Él comenzó a mirarme extrañado y con dificultad se atrevió a preguntarme lo siguiente:
-¿Y-y cuál es la p-prueba?- Tartamudeaba del miedo. Que risa me da este chico.
-Es algo complicada, pero si tienes ganas de salir te someterás a ella. Se trata de una cirugía sin anestesia que quiero practicar. Si sobrevives a ella podrás irte, llegarás a tiempo a un hospital y seguirás gozando de tu vida.
-¿ACASO ESTAS LOCO? No voy a dejarte practicar tu cirugía en mí, jamás. Vas a quedarte con las ganas. Auxilioooo, por favor.
No me importó lo que dijo, le clavé el bisturí en el pecho e hice un corte a lo largo hasta llegar a su ombligo. Hice dos cortes más para poder abrir el pecho y encontrarme con sus costillas. Sus gritos inundaban toda la habitación y yo no paraba de reírme y decirle:
– ¿Acaso te está doliendo mucho? Si es así a nadie le importa. Como a nadie le importó que yo estuviera herido el día que me lastimaste con esa lima y por tu culpa casi me expulsan de la escuela. Por tu mentira tuve que ir a un psicólogo hasta los 18 años y todos los que se me arrimaban creía que estaba loco. Toda la escuela se enteró de ese incidente nadie volvió a hablarme, ni siquiera me preguntaban la hora. Por tu culpa y por la de todos los demás inútiles fracasados que no me llegaban ni a la punta del talón, me excluyeron y me marginaron. Ahora van a pagar con sufrimiento, con los peores sufrimientos antes de morir.
Comencé a pensar lo que dije sobre mi psicólogo. Al parecer voy a tener que matarlo porque recuerdo que le conté algo sobre matar a todos mis compañeros; y si la policía descubre que todas las demás personas asesinadas tienen algo en común, y este psicólogo llega a hablar sobre mí, sería el principal sospechoso de las desapariciones. Luego me encargaré de él.
Gonzalo está por desmallarse, así que decidí inyectarle una dosis de adrenalina. Eso va a mantenerlo vivo durante todo mi proceso, o por lo menos casi todo. Comencé cortándole las costillas con una pinza para cortar mallas ya que no tengo herramientas profesionales de doctor. El bisturí lo pude comprar fácilmente por internet, a uno lo sorprenden las cosas que se pueden comprar en ese sitio. Es verdaderamente impresionante.
Comencé a jugar un poco. Saqué dos costillas por lo cual dio un grito estremecedor y me las puse como cuernos en la cabeza y le dije:
-Mira ahora soy un reno- El inútil no dejaba de mirarme aterrado, lo único que hacía era gritar desesperado- Haber veamos qué más podemos sacar de acá.
Como he dicho antes se muchísimo sobre anatomía humana, por lo tanto para mí no es difícil distinguir los órganos humanos. De entre toda esa sangre pude ver los riñones. Agarré uno y comencé a apretarlo. Lanzó un grito ahogado. Lo saqué de un tirón y se lo mostré:
-Parece que mide unos 12 cm, pero ¿Cuál será su sabor? No me mires con esa cara no voy a probarlo yo, no soy un caníbal. Lo vas a probar tú.
-Estás loco y siempre lo estuviste- Me dijo con sus últimas fuerzas, me di cuenta de que estaba muriendo.
Me enfadé tanto con su comentario que le abrí la boca a la fuerza y le metí el riñón. El loco lloraba de la desesperación, se tragó su propio riñón para no ahogarse con este. Le dije:
-Vaya, vaya yo estaré loco, pero por lo menos no me como mis propios riñones. Yo quería divertirme un poco más pero al parecer tu estúpido e inútil cuerpo no va a aguantar mucho y dentro de poco vas a reunirte en el infierno junto a los otros infelices. El Diablo debe estar contento con migo, seguro me considera su mejor amigo, en esta ronda pienso mandarle treinta y tres imbéciles y sacando cuentas en la segunda ronda van a ser treinta y tres inútiles más; es decir sesenta y seis almas sentenciadas, quien sabe, quizá agrego más a la lista y luego puedo obtener una tercer ronda. Y como decía, el espectáculo final llegado- Saqué de un tirón su corazón y se lo mostré, todavía palpitante. Tras cinco segundos el loco murió. Vaya desastre me dejó, lo único que me da flojera de matar, es que luego yo tengo que limpiar el desastre…
03/04/2006 DIARIO PÁGINA 30 “PILAR BARRIOS”
Haciendo cuentas llevo seis asesinatos hasta entonces. Tres de ellos eran mis estúpidos compañeros. Los otros tres eran las personas equivocadas en momentos equivocados. Después de todo algún día iban a morir. Nadie es eterno,así que digamos que les adelante un poco la fecha. Cualquier experto podría decir que el término “SERIAL KILLER” o “ASESINO SERIAL” en español, ya me sentaría bien a estas alturas. ¡PERO NO! Yo no soy como los demás psicópatas, ellos están locos y yo no; ellos matan porque se les da la gana y yo tengo una razón específica; además a la mayoría los atraparon y de mí ni siquiera sospechan. No soy un asesino, soy un justiciero…
Por suerte tú mi querido y confiable Diario sabes lo que he hecho. En tu interior relato detalladamente cada uno de mis planes. Y por eso te voy a contar lo que ha pasado desde la muerte de Gonzalo “el loco” Carrizo. Al parecer, la policía no toma muy en serio la desaparición de tres personas y les importa un pepino. Mejor para mí. La gente está un poco aterrada, pero no lo suficiente como para salir a bailar o a perder un rato el tiempo al parque y a las plazas.
Mi siguiente víctima se llama Pilar Barrios y sí, es la primera mujer que voy a matar. Bueno, si es que a eso se le puede llamar mujer. Todos en la escuela sabíamos que no era una santa precisamente, pero ella insistía en seguir poniendo su falsa cara de –“soy un angelito tierno e inocente”- hágase notar mi sarcasmo. Se creía que por tener los ojos claros todos los varones del planeta morían por ella. Físicamente es algo regordeta, cabello largo y castaño, ojos verdes esmeralda, tez blanca, estatura media.
Secuestrarla no va a ser difícil, o por lo menos no con mi apariencia de ahora. No es por ser vanidoso pero de seguro voy a conquistarla y ni siquiera va a reconocerme. Mi cabello es rubio, no me gusta dejármelo muy corto, pero tampoco muy largo y además siempre lo peino hacia el costado. Mi tez es blanca y mis ojos son de color negro, los ojos negros son muy poco comunes, no son cafés porque cuando se ponen a contra luz es difícil encontrar la pupila y cuando se encuentra la diferencia no tiene tonalidad castaña como en los cafés, solo hay una diferencia en la intensidad del tono, la pupila se ve más negra que el iris y este se nota de un negro más pálido u opaco pero nunca se llega a ver en un tono marrón. Mi padre tenía el mismo color de ojos. Te imaginarás diario que ese es otro motivo por el cual las personas me consideraban una especie de extraterrestre. Una vez una señora me dijo que tenía los ojos del demonio. Mi estatura es bastante alta, de hecho mido 1.92 m. Soy fuerte asique eso me ha facilitado bastante mis secuestros.
Acabo de estacionar en un boliche. Hace dos semanas que la sigo y al parecer todos los viernes, sábados y domingos viene a bailar. Mi plan es el siguiente: entrar, hablar coquetamente con ella ya que es demasiado fácil de conquistar, emborracharla y llevarla hasta su muerte. Ahora estoy dentro del boliche. La música me aturde, el olor a cigarro que hay es espantoso. No sé cómo las personas pueden venir a “divertirse” en lugares como estos. Comienzo a buscarla con la mirada y ahí está junto a sus cuatro amigas, con un traje apretadísimo, tanto que parece que va a explotar. Está tratando de coquetear con un chico, pero sus esfuerzos son en vano, este la desprecia y se va.
Mi momento perfecto para acercarme a ella. Cuando estoy junto a su lado, la saludo, le ofrezco un trago y lo acepta. Después de mirarme por unos segundos al parecer me reconoce y dice:
-Pero ¿Acaso no éramos compañeros de clases? Ya me acorde eras el “psicópata”. Vaya sí que has cambiado, por poco y no te reconocí-Maldición, al parecer la descerebrada tiene más cerebro del que creí, no importa eso no va a arruinar mis planes. Ya sé lo que tengo que hacer. El plan b comienza ahora.
-Esos eran otros tiempos, ahora soy diferente ¿Qué te parece si vamos en mi auto a otro lugar? A tomar un café por ejemplo para que podamos hablar- Le dije con toda confianza, ocultando los nervios y las ganas que tenía de estrangularla en ese mismo momento.
-No creo, me tengo que ir. A-adiós.
Su tono parecía asustado. De un momento a otro la perdí de vista. Cuando la encontré estaba junto a sus amigas, les dijo algo y estas miraron en mi dirección. Mierda, esto se está poniendo complicado si ella desaparece, sus amigas avisarán a la policía que la vieron hablando con migo. Y voy a pasar a ser el primer sospechoso por lo tanto me vigilarán y no voy a poder terminar con mi plan.
No debo dejar que la furia se apodere de mí. Me puse a pensar y se me ocurrió algo. Creo que esperar es lo mejor que puedo hacer, después de todo espere durante once años ¿Por qué no esperar un par de horas más?
Llevo en el auto 3 horas aguardando a que salgan. El estacionamiento está vacío, y justo en este momento veo a cinco futuros cadáveres aproximarse en mi dirección. Chicas espero que hayan disfrutado su última noche de fiesta. Me aseguro de que el estacionamiento no tenga cámaras, y como no las tiene me bajo del auto. Las cinco frenan su paso de repente cuando notan mi presencia, saco de mi bolsillo mi revolver calibre veintidós con silenciador; ellas están inmóviles, el miedo las ha dejado paralizadas.
-¿Qué quieres?- Pregunta una de ellas.
-Matarte- Respondo yo y enseguida le disparo en la cabeza. Fui demasiado hábil ya que en un abrir y cerrar de ojos había matado también a las tres restantes. Solo quedaba ella, que contemplo por un segundo la escena y se echó a correr. Para su desgracia no es tan rápida como yo, en menos de un segundo la alcancé y la agarré de los pelos. Trató de luchar pero fue en vano yo soy más fuerte. Saqué de mi bolsillo la jeringa con el sedante y se lo clavé en el cuello. Cuando se durmió la puse en el baúl del coche. Me aseguré de que nadie nos viera y empecé a conducir hasta mi casa.
Esta zorra va a pagar por lo que me hizo. Y estoy seguro que con mi método, su cara de “supuesto ángel” va a transformarse en una cara de dolor y sufrimiento. Cuando llegué a mi casa la saqué del baúl y todavía seguía dormida. Esta chica sí que esta pesada. La até de manos y pies, y la llevé hasta la habitación de la tortura, donde pasará los últimos minutos de vida sufriendo, arrepintiéndose de todo lo que me hizo. Va a conocer el mismísimo infierno, un poco antes de llegar a él para toda la eternidad.
Mientras espero a que despierte, te voy a contar el porqué de tanto odio hacia esa cualquiera querido Diario. Creo que de por sí, no soporto a la gente que quiere aparentar ser alguien que no es; y como he mencionado antes Pilar es una experta en hacer eso. Para mi desgracia cuando estaba en octavo no sabía eso, ya que ella aparentaba ser un ángel, una persona incapaz de hacer el mal o siquiera deseárselo a alguien. Incluso llegué a creer que poseía una gran bondad, eso me llevó a no odiarla tanto, la odiaba pero no como a los demás. Ella hubiera estado en mi venganza de todas formas, pero su muerte no hubiera sido tan dolorosa como la que tengo planeada. En cierto modo había una sospecha de mí hacia ella, si supuestamente era tan buena ¿Por qué era amiga de esos cretinos?
Un día se me ocurrió ir a la librería para comprar un nuevo libro, ya que todos los que tenía en casa los había leído y estaba un poco cansado de tener que volver a releerlos una y otra vez. Para llegar hasta la librería tenía que cruzar la Plaza Central de San Rafael. Justo en ese momento tuve la sensación de que alguien me estaba observando. Cuando voltee me di cuenta de que Pilar venía detrás de mí y me saludo:
-Hola ¿Cómo estás? Desde hace mucho tiempo tengo ganas de presentarme formalmente contigo. Me llamo Pilar Barrios ¿Y tú?
La verdad, me quede prácticamente mudo. Nadie me hablaba a mí con amabilidad y mucho menos para preguntar mi nombre. Comencé a tener un presentimiento un poco extraño, algo andaba mal. Demasiado mal para mi gusto. En ese momento recordé las palabras de mi madre “no hay que pensar mal de todos hijo, no todos son iguales”. Que equivocada que estaba, siempre tratando de buscar la bondad en todos, pero no todos la poseen. Yo mismo comprobé que lo que existe en todas las personas es maldad, todos nacemos con ella. Obviamente hay caraduras que lo niegan a muerte, pero es la verdad. Muchos tienen esa maldad despierta desde que respiran por primera vez, desde que llegan al mundo, desde ese preciso momento en que lloran al salir del vientre de sus madres; a otros como a mí nos la despiertan con el tiempo.
Desgraciadamente en ese momento preferí hacerle caso a mi madre. Fui un tonto y caí como un ratón, era ese mismo caso, Pilar había sido el Queso de la ratonera. Y yo, como un estúpido, caí rotundamente. Cuando terminé de presentarme ella me ofreció ir a tomar un café para platicar y conocernos más. Por eso yo le recordé ese momento cuando me presenté con ella en el boliche. Creo que por ese motivo me reconoció y se transformó su cara. El hecho es que por alguna extraña razón yo acepté. Cuando estábamos caminando los vi, esperándome, como un león espera ansioso a su presa para poder por fin atacarla y devorarla. En ese momento, tenía ganas de que la tierra me tragara, de poder retroceder el tiempo y haber ignorado a esa chica completamente, pero era demasiado tarde. Estaba rodeado. Todos esos malditos hipócritas comenzaron a golpearme. Les divertía verme sufrir. Ella solo me veía y se reía mientras hablaba con otra chica que también estaba en mi curso, por cierto de la cual también voy a vengarme.
Ese día volví a mi casa con una nueva moraleja. El cuerpo me dolía a cada paso, tenía un moretón en el ojo, sangre en mi boca, y no pude comprar el libro que tanto deseaba tener, porque además de golpeadores, también eran ladrones. Mi mamá me miró con cara de sorprendida y me trajo una silla. En ese momento le hablé más frustrado que nunca:
-“No hay que pensar mal de todos hijo, no todos son iguales”- Imité su voz
Ella se quedó parada sin saber que decirme. Hasta que se le ocurrió preguntarme que había pasado, mientras curaba algunas de mis heridas. Me quedé callado y preferí no contarle. Después de todo, ella siempre piensa que yo soy el que busca los problemas. Si tan solo supiera que los problemas me engañaban para que yo fuera derechito a ellos y me golpeaban hasta hacerme sangrar.
Esa maldita chica me llevó directo hasta donde me dieronuna de las golpizas más grandes de toda mi vida y sin siquiera merecerla. Esto me hizo acordar a la mafia, es tan culpable o más el que manda a acabar con una vida, que el sujeto que le pone fin. Por eso, esta vez he decidido honrar tributo a uno de mis escritores favoritos. La idea vino a mí cuando leí ese cuento que revolvió algo en mi interior. Por eso supe que este instrumento debería formar parte de mi grandiosa venganza. Ha estado en numerosas películas de terror, me base en ellas y en el cuento para poder construirlo. Desde luego con mis habilidades no fue difícil llegar a armar su mecanismo, y con la tecnología de hoy en día mi trabajo se hizo mucho más fácil. No tiene un nombre muy específico, así que mejor voy a describirlo. Es un péndulo, pero en su parte final tiene un hacha; inventé un mecanismo que permite que baje solo dos centímetros por cada vez que viene y va. El hacha está hecha de acero inoxidable, eso me permitió poder darle un filo extremadamente peligroso, no para mí sino para ella.
Y mi señal de que el show por fin va a comenzar llega a mis oídos, que gritona es esta chica. Ha logrado aturdirme. Voy hasta donde se encuentra y voltea a verme. Ella está recostada en una especie de tabla, donde sus brazos y piernas se encuentran sujetos en cada extremo. Su rostro está pálido y noto que se está por desmayar. Le digo:
-No, no, no, sin desmayos-Le golpee la cara para que despertara-Vamos, me esforcé demasiado para construir este artefacto. Deberías sentirte honrada porque la verdad no creo que nadie nunca haya muerto de esta manera. Vas a ser la primera en el mundo. Deberías estar saltando de la emoción- Mi tono era demasiado burlesco- ¿Te importa si pongo música?-Resonaba en la habitación la canción Hotel California de Eagles.
-MALDITO LOCO, ¿QUÉ ES LO QUE PIENSAS HACER?- Comenzó a gritar de una manera bastante irritante. Me dieron ganas de dispararle en medio de la frente, para que se callara. Pero el péndulo era mejor opción o por lo menos la opción más divertida para mí.
-Voy a explicarte a grandes rasgos porque no tengo todo el tiempo del mundo. Eso es un péndulo y eso al final es un hacha. Básicamente, cada vez que va y viene baja unos dos centímetros. Eso te va a cortar a la mitad lentamente, por lo menos en unas seis u ochos pasadas, en las cuales vas a estar consiente. Así que, vas a poder presenciar cómo se cortan tus viseras. A menos, claro, de que puedas hacer algo- Le expliqué.
-¿Qué es lo que quieres que haga? Voy a hacer cualquier cosa, lo juro- Dijo desesperada y muy rápido, tanto que casi ni se entendía lo que decía.
-No es tan difícil. Tienes que dejar que el péndulo te corte solamente una vez, solo será un rasguño en tu panza, pero debes poder reprimir tus gritos. Con un corte en el cual no grites, voy a soltarte- Obviamente no voy a soltarla solo quiero evitarme el primer grito que pegue.
-¿Y cómo me aseguras que voy a salir? ¿Cómo sé que no me vas a matar?
-Tendrás que confiar-Asintió con la cabeza.
Sin decir otra cosa, me alejé de donde ella estaba y presioné el botón rojo que hacía funcionar el péndulo. Al parecer, la muy idiota se confió y cuando el péndulo rozó su piel haciendo un diminuto corte, reprimió el primer grito, me miró y gritó que parara. Ahora Losing My Religion de REM, se unía a los gritos de la golfa.
Le dedique una sonrisa de hipocresía y me empecé a reír como un desquiciado. En el segundo corte gritó desesperadamente. El tercer corte, hiso que se le llenará la boca de sangre. Con el cuarto y quinto no dejaba de retorcerse, mientras se ahogaba con su propia sangre, al parecer el péndulo había cortado su estómago. Sexto y séptimo corte no deja de abrir y cerrar sus manos desesperadamente. Está bastante despierta, no hay rastros de que pueda desmayarse, el dolor no se lo permite. Octavo corte, el hacha está atrapada en la madera donde ella estaba recostada. Su cuerpo está partido en dos, puedo ver como mueve sus ojos por última vez. ¡Ah muerto! Y vaya desastre me ha dejado. Bueno, al parecer es hora de limpiar todo y deshacerme de los restos de la golfa.
10/04/2006 DIARIO PÁGINA 35 “PRIMERA SOSPECHA”
“San Rafael se está convirtiendo en la ciudad del crimen y la policía está desconcertada” Eso aparece en casi todos los diarios y noticieros. Que risa me dan esos incompetentes. Ni siquiera se han dado cuenta que las víctimas están conectadas. Sospechan que solo se trata de algunas desapariciones. Los padres de Pilar están desesperados, se imaginan que sus amigas se resistieron al secuestro y solo se la llevaron a ella; también dicen que se podría tratar de una especie de venganza hacia sus padres. Si supieran del destino de su “hijita la santa”, que se note mi sarcasmo. Podría enviarles una carta, diciendo cuál de sus partes quieren de vuelta. Pero no, podría levantar sospechas.
Lo bueno es que nadie sospecha de mí. Están buscando por todas partes. Por las dudas mi casa está completamente limpia, no tiene ni un solo rastro de que alguien haya estado aquí. Mi auto está limpio de par a par, ni un solo cabello, ni un anillo o botón, ni siquiera un alfiler. Obviamente no soy tonto, sé más que nadie que el hecho de tener mis cosas totalmente limpias podría levantar sospechas.
Cuando iba al psicólogo, fingí tener un trastorno obsesivo compulsivo con la limpieza; fue mi mejor actuación. Incluso, llegué a inventar algunos “rituales” para poder aumentar mi credibilidad. Por ejemplo ordenar mi ropa por colores dejando los más oscuros al final y los más claros al principio, casi toda mi ropa era negra asique no fue un trabajo muy difícil. También ordenaba todos mis útiles muy simétricamente, etc. El psicólogo me creyó y me dio un papel donde certificaba que padecía de T.O.C. Por lo tanto tengo una muy buena razón para que toda mi casa y mi auto estén totalmente limpios, además de muy ordenados.
La razón de mi desconfianza, es que las autoridades siempre comienzan a buscar en casas alejadas. Mi casa está bastante lejos del centro, por eso siempre me manejo en auto para poder dirigirme hacia algún lugar. Es un Ford Torino, muy resistente y de hecho tengo pasión por mantenerlo en pie, tanto que parece un auto 0km. He tenido muchos compradores pero no lo quiero vender. Tiene un valor sentimental para mí, es tan culpable de mi venganza como yo, ya que él transporta a los “desafortunados” hasta su tortura. Es como una especie de coche fúnebre, pero bastante extravagante. Esos miserables deberían agradecer que sus inmundos cuerpos, se transporten en semejante automóvil.
Mi casa, es uno de los pocos lugares en donde puedo sentirme tranquilo y cómodo. Ser yo mismo, sin miedo a que me molesten o critiquen. En mi casa siento que nada puede salir mal. Todo es como yo lo planeo, nadie puede pasarme por encima. Creo que por esos motivos jamás me fui, jamás deje esto, va a ser muy difícil cuando tenga que hacerlo. No quiero ni imaginar ese momento. Quizá pueda quedarme para siempre; tengo miedo de lo desconocido, lo ajeno. No conozco otro lugar que no sea mi casa.
Y como si mis sospechas hubieran sido leídas a través de mi mente, puedo ver como un auto policía viene acercándose a mi casa. Perfecto que se abra el telón porque este acto acaba de comenzar. Antes de que toquen el timbre, abro la puerta. Parados en el pórtico se encuentra una policía de unos 37 años más o menos, castaña de pelo, tez blanca de piel; y un policía de unos cuarenta años, cabello rubio, y tez blanca. Ambos me miran y el hombre me pregunta:
-¿Usted es el señor Montenegro?
-Si soy yo ¿En qué puedo ayudarles oficial?- Le respondo con total tranquilidad, tanta que me parece que es sospechosa.
-Me imagino que se habrá enterado sobre las desapariciones, yo soy el oficial Horacio Cruz y ella es mi compañera Isabela Pérez-El oficial estrechó mi mano- Tenemos que revisar las casas más alejadas en San Rafael ¿Usted vive solo?
-Sí, vivo solo asique dígame ¿En qué los puedo ayudar?- Dije con un tono bastante simpático.
-Necesitamos revisar su propiedad y si posee vehículo también debemos revisarlo ¿Podemos pasar?
-Sí claro pueden pasar- dije pero cuando dieron el primer paso para poder entrar, obstruí la puerta con mi brazo- En cuanto me enseñe una orden de allanamiento.
-Disculpe señor, no sé si entendió lo que le quise decir. Hay muchas personas desaparecidas, no tenemos tiempo de pedir una orden, si es tan amable y quiere ayudar en algo a la sociedad nos va a dejar revisar todo lo que nosotros queramos, más aun si no tiene nada que esconder- ¿Ayudar a la sociedad? Pero si yo la estoy limpiando, pensé.
-Mire, a mí no me molesta ayudar a la sociedad, soy un buen ciudadano pago todos mis impuestos y jamás en mi vida he molestado a alguien. Pero, no por eso voy a permitir que un policía cualquiera venga hasta mi casa a desordenar todas mis cosas, para que se acabe de convencer de que no tengo nada que ver con las desapariciones sin una orden ¿Ahora me entendió usted a mí?- Dije con un tono bastante desafiante y ya frustrado.
-De acuerdo tiene razón- dijo el oficial Horacio- Pero en cuanto consiga esa orden créame que voy a revisar hasta los calzoncillos que trae puestos- Dicho esto se dio media vuelta y se fue con su compañera.
Muy bien Daniel, así se maneja una situación como esta. Por mi actitud, creo que he puesto un poquito en evidencia que no quiero cooperar. Tú mi querido Diario y yo sabemos porque no quiero. Quizá el policía se esté convenciendo de que yo soy el secuestrador, y que muy probablemente tenga un negocio de trata de personas en mi propia casa y solo por eso no quiero que la inspeccionen. Vaya a saber qué es lo que está pasando por la cabeza de ese hombre. Sin embargo algo me quedó muy claro hoy, esa no va a ser la última vez que lo vea.
En cuanto a mi próxima víctima, va a tener que esperar un poco. Digamos que voy a alargarle la vida una semana más. No quiero tener problemas con la justicia y mucho menos ahora, que mi legado recién acaba de comenzar.
08/12/2017 “CONCLUSIONES DE LO LEIDO HASTA EL MOMENTO”
Tengo que admitirlo, todo este misterio, toda esta monstruosidad me está distrayendo bastante de mi trabajo. Me asignaron en la parte de accidentes viales, es bastante interesante. San Rafael, a pesar de ser una ciudad chica y no tener un tráfico tan ajetreado como en Buenos Aires, tiene una tasa superior en accidentes automovilísticos.
Mis nervios están de punta y a pesar de sentirme un poco “emocionado” por ser el detective y llegar a descubrir la verdad, tengo miedo. Aunque no tengo que olvidarme que esto es la vida real, y no hay que celebrar la muerte de todas estas personas. Mis pensamientos son claros, nadie merece morir. Por más daño que alguien pueda hacerle a otra persona, nadie puede decidir sobre esa vida ¿Acaso quién se cree este muchacho para poder decidir quién muere y quién vive? ¿Es un Ángel Justiciero? Yo jamás en mi vida he sufrido bullyng, pero no por esa situación se me habría ocurrido elaborar semejante plan.
Igualmente quizá todo se trate de una broma, ¿Una broma? Dios que acabo de decir. Necesito encontrar información. De repente, viene a mi mente un nombre que aparece en el diario. Oficial Horacio Cruz. Debo ir a verlo, necesito averiguar si sigue vivo, tengo que contarle todo lo que estoy leyendo y que me confirme si es verdadero o falso. ¿Dónde están las mariposas? ¿Tiene algo que ver “el libro de las mariposas” con las muertes? Necesito saber. Mi cabeza va a explotar y ya no sé si es sano para mi salud seguir leyendo. Todo es tan repulsivo, tan oscuro, tan siniestro. Creo que me estoy volviendo loco, quiero llegar al final. Oficial Cruz espero que me ayudes a resolver todo esto, necesito que me ayudes. Ojalá no se haya mudado a ningún lugar. Ojala no esté muerto. Espero que siga vivo hasta que lo encuentre, quiero contarle a alguien lo que está pasando o mejor dicho lo que pasó hace once años…
Voy a ir escribiendo capítulos en este libro, mientras sigo con mi investigación. Es una manera de desquitarme. Este diario se está comiendo todas mis ansias. Al final quizá descubra que fue de la vida del asesino, esa pregunta está en mi cabeza desde que comencé a leer ¿Dónde está Daniel Montenegro?
17/04/2006 DIARIO PÁGINA 38 “LUCIANO LAMPIRIS”
Estoy en mi auto escuchando la radio. Suena una canción que para mí es bastante conocida. Me trae recuerdos de mi adolescencia. Yo en mi habitación, solo y un silencio absoluto. Sentía esa canción en cada fibra de mi piel, con los auriculares puestos. Pocos momentos de felicidad. Me hubiera gustado ser cantante, me hubiera gustado ser querido por los demás. Soy un tonto por soñar y tener expectativas tan altas. Ni siquiera canto bien y nadie me quiere. Así de simple es mi cruda realidad. La canción suena, está en inglés, por suerte la entiendo. Dice que es divertido perder y pretender, y es a lo que exactamente se refiere mi pensamiento. A veces, por muy alto que pongas la música, solo puedes oírte a ti mismo.
Este chico está tardando una eternidad en salir de su casa. Para mi suerte esta calle es tan oscura como mi alma. Oscura. Sin remordimientos. Con muchas ganas de que corra sangre por mis manos. Estoy demasiado ansioso, han pasado dos semanas desde que maté a esa golfa. Quiero que mi casa se llene de gritos, de súplicas, quiero volver a tener a un infeliz indefenso mientras yo hago lo que se me plazca. Demonios, está tardando demasiado en salir de su casa. Creo que llegue un poco temprano por él.
Por fin, ha salido de su protección. Ahora está indefenso, lo tengo servido justo como yo quería. Se está dirigiendo a su auto para ir a un partido de Handball. No, no, no, de ninguna manera desgraciado. Esta vez tu equipo va a tener que buscarte un suplente. Mejor dicho que te vaya buscando un suplente para siempre, ya que nunca volverás a tocar una sola pelota. A menos de que en el infierno también jueguen ese estúpido deporte. Hoy vas a reunirte con todos esos infelices. De seguro escuchaste sobre sus muertes, te estás haciendo el valiente pero muy dentro de ti estás temblando de miedo, estás deseando volver el tiempo atrás. Pero es muy tarde, demasiado tarde para olvidar rencores y para perdonar. Ahora es mi momento y voy a aprovecharlo al máximo.
Me dirijo hacia él. Cuando está por ingresar a su vehículo, logro interceptarlo. Mismo método, misma victoria para mí. Sé que es un poco peligroso haberlo secuestrado cerca de su casa, pero estoy seguro de que nadie me vio. Esta vez dejé un mensajito en la escena del crimen, una pista para que no esperen ver con vida a nadie. ¿Recuerdas Diario al riquillo? Me encargué de dejar su remera justo en el lugar donde secuestré a este inútil. Está estaba llena de sangre y tenía un poco de cerebro desparramado.
Quiero llegar a mi casa, aunque ya estoy un poco más tranquilo. Nadie va a poderse meter en mi camino. Esta noche es de fiesta, voy a brindar solo en mi casa porque por fin, después de dos semanas insufribles voy a vengarme.
Te estarás preguntando mi querido Diario ¿A quién llevas esta vez en el baúl de tu auto Daniel? Bueno estoy muy ansioso por responderte que se trata de Luciano Lampiris. Y aquí viene tu otra pregunta ¿Qué es lo que te hizo este muchacho? A lo que voy a responderte con una historia, esta vez un poco más corta que las otras. Pero con el mismo odio e incluso yo diría un poco más, porque lo que me hizo este desgraciado es algo totalmente aturdidor. O mejor dicho desconcertante, porque no hizo nada. Esta, es una de las únicas veces, donde no hizo falta hacer nada para merecer todo mi odio. La nada, el no hacer nada, eso es lo que me molesta. Porque me hubiera preferido que me golpeara, me insulta, se riera de mí a mis espaldas, que aunque sea me hubiera puesto un apodo ridículo para que todos se burlaran de mí, pero no. Se quedó quieto sin hacer nada.
Se dedicaba a estudiar electrónica, hablar de electrónica y hacer dispositivos electrónicos. Esa era su vida. Bueno además de jugar ese estúpido deporte llamado Handball, como odio ese deporte; pero ese es otro asunto. Tenía un cuerpo atlético, estatura media, ojos marrones, piel morena y cabello castaño. Era malo en literatura, cada vez que lo imaginaba tratando de entender el cuento “El Gato Negro” de Edgar Allan Poe, yo estallaba en carcajadas. Sin embargo todos lo creían un superdotado, el único cerebrito del curso. Pero yo sabía que no era así. En mi vida he tenido mucho silencio. Nunca tuve a nadie con quien hablar en la escuela, excepto conmigo mismo claro está. Por ese motivo siempre observaba a los demás. Yo observaba todo y un día observando a Luciano descubrí que sacó un papel en medio de una prueba. El profesor no lo vio o por lo menos quiero creer que no lo vio. De una manera muy descarada copió todas las respuestas en la hoja. Cuando las entregaron ya corregidas, él tenía un diez excelente. Un diez injusto. Un diez deshonesto, según mi punto de vista. En ese momento, aprendí que no todo es lo que parece. La palabra “inteligente” abarca muchos sentidos, en su caso este chico no tiene una pizca de inteligencia comparado con migo.
Luciano Lampiris no hacía nada, ni siquiera me miraba. Llegué a pensar que creía que yo no era de su curso, que ni siquiera estaba enterado que tenía un compañero llamado Daniel Montenegro. ¿Acaso tanto cuesta defender a una persona? ¿Cómo alguien puede estar tan tranquilo mientras a otro sujeto lo están moliendo a golpes?
La escuela no era difícil, o por lo menos no para mí. Creo que eso se debe, a que mi coeficiente intelectual es de ciento sesenta y siete. Un número demasiado alto ya que las personas promedio tienen un C.I de cien solamente. La bandera iba a ser mía, sin embargo la rechacé. No quería ni imaginarme pasando en cada acto al frente de toda la escuela y sentir burlas y abucheos. Eso hubiera sido como cavar mi propia tumba.
Luciano se quedó con ella. Con el más alto honor de toda la escuela. Y cuando desfilaba en cada acto con una cara de soy el mejor, soy el más inteligente de todo este establecimiento. Yo me llenaba de rencor, de rabia, de ira. Ese hubiera sido yo ¿Qué tanto sonríes cretino? ¿Te crees importante? Ese era mi lugar, deberías de estar sumamente agradecido con migo, si no hubiera sido por mí, no estarías alardeando en este preciso momento vestido con un traje negro, zapatos bien lustrados y corbata. De hecho pareces un cadáver. Tienes el típico traje de un muerto. Incluso estoy imaginándote en un cajón. Y mi pensamiento no es muy erróneo. Estás a punto de ir hacia tu muerte, pero no vas a tener la suerte de que tu familia esté tres horas velándote, a tu lado, diciendo lo mucho que todos te querían, llorando desconsoladamente porque te fuiste de este mundo. Van a llorar pero jamás van a encontrarte, supongo que imaginaran por lo que pasaste. Pero van a estar muy equivocados en sus pensamientos. Apostaría todo mi dinero que lo único que se les ocurre, es que voy a golpearlo, probablemente lo haga pasar hambre y miseria durante una semana y luego un disparo en la cabeza sea su salvación y su desceso. Pero no, están muy equivocados, eso es para mí falta de originalidad. Y yo soy muy profesional en cuanto a la muerte. Mis sueños se están cumpliendo y por fin me convierto en el verdugo de todos estos inútiles y desgraciados.
Esta vez mi método tiene procedencia de épocas muy lejanas, eso no significa que por viejo no sea doloroso; sino que todo lo contrario. Como he demostrado, por ejemplo con el riquillo y el pervertido. Han sufrido mucho, demasiado y esos instrumentos eran originarios del siglo XV. Bueno como decía, este instrumento es viejo, se podría decir que es primo de los anteriores que he utilizado. Su lugar de origen es España y es uno de los instrumentos más populares de la Inquisición. Era conocido como “El Potro”. No tuve que utilizar demasiados elementos para construirlo, solo consta de unas poleas, un par de sogas y una tabla; y bueno como decoración y eso es más bien gusto personal, añadí en la tabla unos pinchos filosos capaces de clavar y desgarrar la espalda, mientras que yo voy girando las poleas. La soga se hace más estrecha y las articulaciones de los brazos, las piernas y las caderas se van separando y cada vez más, cada vez más fuerza tengo que aplicar, hasta que…
-AAAYUDAAAAA ¿DÓNDE ESTOY?
Es la señal de que el telón acaba de subir. Que empiece el espectáculo. Bajé las escaleras y lo encontré maniatado encima de la tabla, con sus brazos y piernas estirados. Hoy muchacho vas a pegar un gran estirón. Vi que su espalda estaba sangrando a causa de los pinchos que estaban clavados en la madera. Eso no es nada, comparado con lo que sangrará enseguida. Me miró desconcertado y comencé a hablar
-Hola mucho gusto, me presento, mi nombre es Daniel Montenegro. Disculpe que no le pueda ofrecer una mejor estadía al ex abanderado de la escuela, pero créame que prepare esto con mucho cariño y admiración pensando en usted-Mi voz tenía un tono demasiado burlesco.
-¿No eres el chico raro de la escuela? Lo sabía, algo me lo decía, otro no podía ser MALDICIÓN-Me dijo esto bastante frustrado y adolorido. Algo que me encanta es que todo salga a la perfección.
-¿En serio? No puedo creerlo, el señor Luciano Lampiris me reconoce. Sabe que existo en este mundo. Esto es algo increíble, siendo que jamás te atreviste a mirarme, jamás conversaste con migo y lo que es peor jamás trataste de defenderme ¿Tanto costaba poner un alto a la situación? Por lo menos los demás me consideraban parte de este planeta, pero para ti, era más importante la existencia de una mosca que la mía
-¿Acaso por eso estoy aquí? Estas LOCOOO, creí que lo mejor era dejarte solo, además si hubiera intercedido en tu defensa ellos me hubieran golpeado, incluso peor que a ti. Lo mejor para mí era no meterme. Te pido perdón por todo eso, por no hacer nada, te juro que si me sueltas jamás en tu vida vas a volver a verme. Es como si hubieras utilizado esto para matarme, voy a desaparecer.
-Ja, ja, ja. A ver si nos ponemos de acuerdo. Tu discurso me pareció bastante conmovedor, en serio hasta casi se me escapa una lágrima. Pero esta máquina que ves aquí, me costó bastante y por lo tanto no voy a dejarte ir así como así. Vamos a hacer lo siguiente, voy a aplicar el mismo método que usé con Bruno, Darío, Gonzalo y Pilar. Solo que esta vez sé que tú vas a poder cumplir con lo que pido; porque yo sé que eres bastante fuerte y resistente.
-¿Q-qué es lo que t-tengo que r-resistir?- Este chico se está poniendo cada vez más pálido, y eso que es morocho.
-Este aparato, tiene una especie de polea que voy a ir girando. Cuando esto ocurra las extremidades de tus brazos, cadera y piernas van a tratar de separarse, es decir van a tender a dislocarse.
-¿Acaso estás demente? No, te ordeno que me sueltes y pelees como un verdadero hombre, COBARDE.
-¿Podrías dejarme terminar? No voy a llegar hasta ese punto, solo voy a girar la polea dos veces y listo. Voy a dejarte ir con dos condiciones. La primera es que en el proceso no grites, ni una sola bulla, ni un suspiro. La segunda es que desaparezcas de este país. ¿Estás de acuerdo con mis condiciones?
-Sí, estoy de acuerdo, pero ¿Estás seguro que con dos veces no va a pasar nada?- El idiota se tragó mi cuento, me encanta jugar con las emociones de estos inútiles. Vean aquí al señor inteligente, cayendo en una trampa como un imbécil.
-Menos charla y más acción.
Con todas mis fuerzas di rápidamente una vuelta completa a la polea. Reprimió el primer grito. Se mordió los labios para no soltar ni un quejido, tanto fue el dolor que los hizo sangrar. Lo que más le dolía eran los pinchos en su espalda, estaban desgarrando su piel y la sangre se escurría a montones. Yo reía y disfrutaba.
Di otra vuelta, él ya no daba más y esto recién comenzaba. Que ingenuo que es al imaginar que voy a soltarlo tan fácilmente. Pero por favor, necesito más que esa sangre para poder estar satisfecho. Además él no hizo nada por defenderme, mucho menos voy a hacer nada por soltarlo. No va a vivir. No merece vivir.
-L-l-listo ahora suéltame p-p-por favor, no puedo más- Estaba llorando el maricón
-¿Qué hiciste para defenderme cuando estaba en la secundaria?
-N-nada, pero esto ya lo ha-ha-habíamos hablado- Estaba tartamudeando por el miedo y el dolor, espero que su dolor sea más grande que el miedo.
-Exacto, nada. No voy a hacer nada por desatarte. No voy a hacer nada para que sigas con vida. Pero, si voy a hacer algo para que sufras, voy a seguir girando esta polea hasta que todas tus extremidades queden desmembradas. Vas a sufrir por lo que hiciste, y yo voy a disfrutar de tu sufrimiento hasta que exhales tu último aliento, en esta habitación. La cual vas a impregnar con tus gritos, tu dolor y tu agonía. Voy a estar acá girando esta rueda hasta que tu miserable vida llegue a su fin y te aseguro que vas a querer que ese momento llegue lo más rápido posible. Pero estás equivocado si crees que con morir vas a salvarte de todo. Vas a ir al infierno y el diablo es mi aliado, vas a sufrir por toda la eternidad, a partir de este momento MISERABLE DESGRACIADO.
Dicho esto empujé con todas las ganas del mundo la polea tres veces, tres giros y él estaba agonizante, sus gritos se deberían sentir en toda la casa. Yo reía a carcajadas. El ruido de sus articulaciones al separarse, para mí era como música. Pero no cualquier melodía que puede llegar a ser molesta o aburrida, esta melodía tenía la capacidad de relajarme. Sentir un ¡track! y luego un grito de tras de cada vuelta, me daba una sensación de satisfacción increíble. Quería más. Era ambicioso ese sonido. Es asombroso que no se haya desmayado ni un solo segundo, supongo que el dolor no lo deja. La suerte está de mi lado, voy a ahorrarme el colocarle adrenalina. Luego de ocho vueltas sus últimas palabras fueron:
-Vas a pagar por todo esto, dices que vamos al infierno. Te vamos a estar esperando y vas a sufrir lo mismo que nosotros- Tenía sangre en toda la boca y no podía abrir del todo sus ojos.
Me acerque a su oído y susurré:
-Te equivocas, mientras juego al póker con Astaroth, Belcebú y Lucifer y Giuseppe Tartini toca en su violín “El Trino del Diablo”, vas a estar sufriendo y ardiendo. Recordando este momento, recordando mis golpes, recordando mis súplicas, vas a recordar cuando no hacías nada. Nos vemos pronto BASTARDO.
Con toda la rabia acumulada di la última vuelta, la novena vuelta. En las sogas quedaron sus brazos y piernas, en la tabla su tórax clavado por los pinchos. La sangre brotaba a montones. Su cara expresaba cansancio y terror. Sí que estoy disfrutando de todo esto. Uno menos en mi lista, otro nombre que tachar. La suerte está de mi lado, eso está más que claro. Ahora a limpiar todo y preparar mi próximo plan. La ruleta de la muerte va a decidir quién es el próximo desafortunado…
24/04/2006 DIARIO PÁGINA 43 “RODRIGO FARÍAS”
Estoy sentado mientras tomo café y leo el diario; además estoy escuchando la radio y vaya ¿Quién creería que yo, el marginado iba a ser tan popular en tan poco tiempo? Soy el tema del momento. Todo el mundo habla de mí. Advertencias y más advertencias. “Desgraciadamente nos toca comunicarles que estamos bajo alerta de peligro. Repetimos, nuestra tranquila y modesta ciudad está bajo ataque y los policías están desconcertados. Él o los atacantes secuestran tanto hombres como mujeres, por lo tanto nadie está a salvo. A continuación, daremos unos consejos que esperamos tenga en cuenta en los siguientes días: procure no caminar solo en lugares inhabitados, oscuros y a altas horas de la noche; luche, le aconsejamos tratar de luchar contra el atacante, luche por su vida, recuerde que ninguno de los secuestrados ha regresado aún, ni mucho menos han pedido rescate por ellos; intente someter al atacante mientras la policía llega al lugar, de lo contrario corra, pida ayuda, grite con todas sus fuerzas, trate de esconderse y si no puede evitar el secuestro, deje en lo posible alguna pista para ayudar a la policía a encontrarlo rápidamente. En el próximo bloque: Encuentran camiseta de Bruno Guzmán en el lugar de secuestro de Luciano Lampiris”
Realmente no puedo creer lo que acabo de escuchar “intente someterlo”. Como si eso fuera posible. Se equivocan, a Daniel Montenegro ni siquiera un toque de queda va a detenerlo. Además no todo San Rafael está en peligro, solamente veintiocho gatos locos. Acabo de utilizar mal esa metáfora, perdón, ya que en este caso ellos serían pequeños, sucios y diminutos ratones, que están tratando de seguir adelante con sus ridículas vidas. Cuando todos sabemos cuál va a ser su desenlace. El gato va a ir por ellos. No es una muerte para nada agradable, todo lo contrario, el gato agarra al ratoncito del cuello, clava sus filosos dientes hasta hacerlo sangrar. El diminuto animal, está totalmente indefenso y sufre demasiado mientras el gato lo despedaza vivo. Hasta que el momento que el ratón tanto espera por fin llega, su corazón ha dejado de latir, sus nervios dejan de transmitir dolor por todo su cuerpo. Ni siquiera se entera de que ese momento ha llegado. Simplemente desaparece, su alma abandona este mundo.
Hay una gran diferencia entre el caso al que me acabo de hacer referencia y los desgraciados de los que voy a vengarme. El ratoncito no tiene la culpa de nada, demasiado tiene que soportar el pobre naciendo rata, no hace daño a nadie y sin embargo su muerte es una de las más dolorosas en el mundo, ser comido vivo. En cambio, estos inútiles desalmados llegaron al mundo con la intención de hacer daño, y si fuera por ellos se morirían a sus cien años, a pesar de ser ancianos seguirían llevando la misma maldad de siempre. Yo tengo que encargarme de eso, sino ¿Quién? ¿Quién va a ponerle un stop a esta situación? ¿Dios? Créeme querido y confiable Diario cuando te digo que Dios es demasiado bueno y bondadoso, para darse cuenta de los que verdaderamente vienen al mundo a hacer daño. No se da cuenta de la verdadera basura que es la raza humana. Toda la sociedad es un asco. Todos. Incluyéndome. Después de todo soy un humano, y ese simple detalle me convierte en una basura como todos los otros.
Te preguntarás ¿Por qué? Es algo demasiado simple, todos los humanos tenemos instintos, todos somos egoístas. Pensamos en nosotros y jamás en el otro, porque está dentro de nuestro ser, escondido, aguardando salir a la luz. Esa norma está grabada en el fondo de nuestro corazón de roca. Estoy seguro que si abriéramos un corazón por la mitad, encontraríamos grabado con letra antigua, casi ilegible “el más fuerte gana, el más fuerte vive, el más fuerte manda”. Ante situaciones de peligro, por más que se tratase de nuestra propia madre, la mujer que nos dio vida y nos llevó durante nueve meses en su vientre, te aseguro que el egoísmo humano, que al parecer es nuestra materia prima, nos haría matarla para sobrevivir.
Me parece que me fui por las ramas, así que voy a contarte en resumidas cuentas lo que tengo planeado para esta noche. Yo no tengo frenos. Que el mundo se abstenga de pensar, que está a salvo de mí. Y como decía, esta noche mi agresor va a presenciar en carne viva una de las torturas más dolorosas de todo el planeta. Esta vez, me esmeré más de lo suficiente. Mi obra maestra está terminada y estoy ansioso por darle uso. Solo me tomó una semana construirla o mejor dicho construirlo. Manos a la obra, voy a verificar los últimos detalles, para que sin duda todo salga perfecto. Luego seguiré escribiendo, mientras aguardo esperando ansioso, poratrapar a mi próxima presa.
Para empezar, me encuentro en mi auto. Son las diez de la noche. ¿Por qué las personas nunca siguen los consejos de los noticieros? Y te preguntarás Diario ¿Cómo es que yo sé que las personas no hacen lo que aconsejan en el noticiero? Es fácil de responder, estoy tan seguro porque estoy viendo con mis propios ojos, a un estúpido que está caminado por una calle deshabitada y oscura lo más campante de la vida mientras escucha música.
Salgo del auto y ya creo que a estas alturas, no hace falta explicarte cómo es que logré meter a un tipo en el baúl. Ahora a conducir tranquilamente mientras escucho música. La canción en este momento, la estoy asociando a las ganas de matar que tengo. No debo dejar que mis impulsos me ganen. “La bestia es fea, siento la ira y simplemente no puedo contenerlo”. Eso es lo que exactamente me pasa. “Está arañando las paredes, el armario, el pasillo”. Dios santo,no puede existir una cancióncon la que esté tan identificado. Me voy a mi casa cantando a todo pulmón “Lo siento dentro, está debajo de la piel. Está escondido en la oscuridad, sus dientes son muy afilados, no tengo escapatoria. Quiere mi alma. Quiere mi corazón. Tengo que perder el control, aquí hay algo y lo voy a dejar salir”.
Llegamos desgraciado, tus horas están contadas. Lo saco del baúl, no me preocupa arrastrarlo por todo el barro. Ni siquiera me interesa, si se golpea contra algún objeto. Lo único que sí me importa, es que tenga pulso y recupere la conciencia. Nada más. Mientras eso pasa, lo coloco dentro del artefacto que construí y espero. Mientras espero escribo. Y mientras escribo me tele transporto hacia el año 1997.
Todo comenzó aquella tarde, cuando yo cursaba décimo año de secundaria. Pero antes de contarte eso, voy a decirte quien es el sujeto que hoy va a morir. Su nombre es Rodrigo Farías. Tiene el cabello de un pelirrojo bastante raro, por lo cual todo el mundo lo llamaba “Colorado”, o preferían abreviarlo y simplemente decirle “Colo”; tenía ojos color miel, tez blanca, estatura media. A todo el mundo le agradaba Rodrigo. A mí personalmente, me daba igual, lo odiaba pero no había rencor. Hasta que un día todo cambió. Este muchacho tenía la costumbre de hacer bromas, por ejemplo sacaba tus objetos y los escondía en la mochila de los demás. Los otros festejaban cada una de sus fechorías. En mi opinión lo que hacía era una pérdida de tiempo total, habiendo tantas cosas productivas por hacer. En fin, yo creía que esas bromas las hacían entre amigos y claramente en el término “amigos” yo no entraba, ni siquiera en el término “compañeros”. Hasta que llegó ese momento. No solo fue su broma “innovadora”, no solo lo que me hizo lo dejó como el número uno delante de todos. Eso no me hubiera molestado tanto, después de todo yo era objeto para hacer popular a los demás. Lo que verdaderamente hiso que hoy en día me esmerara tanto en construir semejante máquina de dolor, fue que orinara mi mochila. Además de manchar todas mis tareas, mojó tres de mis libros favoritos. No pude recuperar nada. Todo tenía un olor nauseabundo insoportable. El muy infeliz, al parecer había estado aguardando toda la mañana. A esto voy agregar que sucedió a mitad de año, por lo cual no solo tuve que tocar todas las hojas mojadas de la carpeta, sacarlas y dejarlas secar, sino que tuve que copiar más de 40 hojas por materia nuevamente. Luego de ese acontecimiento, comenzó a ponerme apodos. No me dejaba respirar ni un solo segundo y todo siguió igual hasta el año 2000, donde mi tormento terminó gracias a mi graduación. Pero nunca se imaginó que el de él, comenzaría hoy mismo.
Para este elaboradoplan he puesto todo mi esfuerzo, mi sudor y mi empeño. A partir de la explicación de su funcionamiento querido Diario voy a contarte una pequeña historia sobre su origen.
Falaris, quien había recibido el encargo de construir el templo de Zeus Atabirino en la acrópolis, aprovechó su puesto para autoproclamarse tirano. Bajo su gobierno, Agrigento parece haber obtenido una prosperidad considerable. Proporcionó agua corriente a la ciudad, la adornó con bellos edificios y fortificó sus murallas. La ciudad de Himera, ubicada en la costa septentrional de Sicilia lo eligió como stratégos autokrátor, es decir, general con poder absoluto, pese a las advertencias del poeta Estesícoro. Según la Suda, consiguió hacerse amo de toda la isla. Finalmente fue depuesto por una rebelión general encabezada por Telémaco, antepasado de Terón y quemado vivo en su toro. Falaris era conocido por su excesiva crueldad. Entre sus supuestas atrocidades se encuentra el canibalismo: se dice que comía bebés en período de lactancia. En su toro de Falaris, que se dice fue inventado por Perillo de Atenas, las víctimas del tirano eran encerradas y, mediante una hoguera encendida debajo, cocinadas vivas mientras que sus gritos representaban el bramido del toro. La leyenda cuenta que el mismo Perillo fue la primera víctima.
Voy a explicarte con mis palabras lo que quise decir en esta historia. El instrumento que construí se llama “Toro de Falaris”. Es una máquina de tortura, cuyo nombre se atribuye a Falaris, tirano de Acragas, Sicilia. La víctima, se introduce en el interior de una estatua de bronce hueca con forma de toro. Se coloca encima de una hoguera, por lo cual la temperatura del interior aumenta como en un horno. Los alaridos y los gritos del sujeto salen por la boca del toro, haciendo parecer que la figura muge. Y eso es todo lo que necesito para estar completo. Dolor, gritos y agonía.
-SOCORROOO, AYUDA, ESTÁ TODO MUY OSCURO
Hablando de gritos. Luz, cámara, acción. Bajo rápidamente hasta la habitación de la “tortura”. El lugar más alegre y emociónate de la casa. Esta vez el bastardo no va a poder verme, solo va a escucharme ya que está encerrado dentro del toro.
-Vaya, vaya, vaya, miren que tenemos acá. Que animal más precioso.
-¿Quién es? ¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy acá?-su voz temblaba en cada palabra.
-Ya relaté esa historia y sinceramente me da mucha pereza contártela, sabiendo que sabes perfectamente porque estás aquí hoy en día ¿Acaso no reconoces mi voz? Si te mostrara algunos libros con orina ¿Me reconocerías?
-Daniel- Mi nombre lo dijo en un grito desesperado- Amigo no te lo tomes tan a pecho, era una broma nomás, perdón. Tampoco es para tanto, déjame salir por favor, no hagas bromas. Ya conseguiste lo que querías, ya me asustaste, ahora déjame salir. Eres un buen tipo, yo siempre lo supe, déjame salir por favor.
-¿Lo que quiero? ¿Lo que yo quiero?
De repente vino a mi mente una idea extraordinaria, llena de humillación, de asco. De los mismos sentimientos, de las mismas sensaciones que yo tenía el día que encontré mi mochila orinada.
-Haber vamos a hacer lo siguiente- Comencé explicándole- Voy a sacarte, y te voy a explicar lo que tienes que hacer paso por paso para ganar de vuelta tu derecho a vivir, necesito que te quedes quieto.
Lo saqué del toro. No es un peligro, ya que está atado como un animal. Lo senté en una silla delante del toro y comencé a hablar
-Te propongo algo. ¿Ves lo que tienes enfrente de ti? ¿Ese toro de hierro?- Asintió con la cabeza- Bueno, voy a explicarte muy resumidamente como funciona, cuando sentías que estaba todo oscuro y que no podías ver nada es porque estabas ahí dentro. Abajo del toro, se encuentra una especie de fogata u hoguera que todavía no enciendo ¿Sabes lo que pasa cuando se coloca fuego debajo del hierro?
-¿S-se calienta?- Tiene una cara de asustado impresionante. Ja, ja, ja. Acá tengo delante de mí un cobarde. Como me fascina cuando los papeles se invierten, ahora el que está indefenso y espantado es él. El que ríe soy yo, ahora va a saber quién es el maestro de las bromas.
-Exacto, correcto. Se calienta a temperaturas superiores a las de un horno, ahora imagina que estás dentro del toro ¿Qué pasaría?
-M-m-e que-que-maría vivo.
-Excelente, que capacidad impresionante de deducción que tienes. Por lo que veo ninguno de los dos tiene ganas de que ocurra eso. Sería algo desagradable. Por lo tanto voy a darte una oportunidad, una chance, pero te advierto va a ser la última. Presta atención. Solamente hay dos condiciones.
-Voy a hacer lo que quieras, por favor no me mates, quiero vivir. Tengo familia, un pequeño me espera en casa emocionado, depende de mí, él no tiene la culpa de lo que yo hice en el pasado.
-Yo tampoco tenía la culpa de nada. Yo no tenía la culpa y sin embargo el destino me quitó sin ningún remordimiento, el ser que más quería en este planeta. Mi padre murió y jamás tuve ningún apoyo emocional. Yo solo pude salir adelante. Tu hijo no tiene la culpa, pero yo tampoco. Y como no me escuches y me sigas interrumpiendo, hablando de tu patética y miserable vida, la cual no me interesa, va a acabarse toda posibilidad de que salgas de aquí ¿QUEDÓ ENTENDIDO?- Asintió con la cabeza- Bien como te decía, hay dos condiciones. La primera es que bebas un litro de orina sin chistar. Sin quejarte. Que tu cara exprese total emoción. Podrías imaginarte que estás tomando un litro de cerveza. No quiero vómitos, no quiero caras de asco, quiero que te tomes hasta la última gota. La segunda condición, es que después de haberte tomado esa deliciosa orina, desaparezcas de San Rafael. No quiero volver a verte nunca más. De lo contrario voy a atraparte, voy a saber que me denunciaste con la policía y el castigo esta vez, no va a recaer solamente en ti. Sino en toda tu familia ¿Estás de acuerdo Rodrigo?
-Estás demente. Más vale que no toques a mi familia porque si no, vas a ver de lo que soy capaz.
-¿De lo que eres capaz? Yo ahora lo único que veo, es un bastardo indefenso, maniatado a una silla, con una simple tarea. ¿Aceptas o no? Sino voy a prender el fuego- hice ademán de querer agarrar el encendedor, cuando de repente dijo.
-Está bien, acepto, acepto, me lo merezco. Voy a tomarme esa orina. Solo déjame vivir,por favor.
-Así me gusta. Ya regreso, debo ir al baño y buscar una botella.
Hice lo que dije. Aquí enfrente de mis ojos tengo un litro de deliciosa venganza, obviamente no tenía tantas ganas de orinar por lo cual mezclé todo con agua para poder obtener un litro.
-Mira lo que te traje, perdón que no fue en una botella de cerveza o whisky pero yo no bebo.
-Necesito que me desates para poder comenzar a tomar.
-No va a hacer falta, yo puedo sostener la botella. Pero cuidado, que ni una sola gota manche mi ropa, porque si no lo último que vas a manchar van a ser tus pantalones, cuando empieces a sentir el calor del hierro tomando temperatura con el fuego ¿Está claro?
-Sí, procurare tener cuidado. Solo no me mates.
Jamás en mi vida, he tenido que aguantar tanto las ganas de reír que tengo. Este chico merece un premio óscar por su brillante actuación. Obviamente el muy estúpido piensa que después de esto va a ir a su casa, pero no. Nadie sale con vida de “la habitación de la tortura”. Esto es una falsa esperanza que les doy antes de morir. Para que cuando llegue el momento, sepan lo que en verdad es la desilusión.
-Listo terminé. Desata mis manos y mis pies. Voy a irme ahora mismo y jamás vas a volver a verme ni a saber de mí.
Estallé en risa. Reía como un loco para darle miedo. Su cara se transformó completamente estaba literalmente “Colorado” por la furia.
-¿En serio creíste todo mi cuento? Por favor, diseñé todo esto solo para ti ¿Y así me lo agradeces? Míralo de este modo, en este artefacto murió gente muy importante, gente que marcó la historia. Y que tú, un muchacho común y corriente, que no vale ni cinco centavos muera aquí es bastante impresionante. Anímate ja, ja, ja.
-Maldito vas a pudrirte en el infierno. Vas a pagar todo esto. Juro que lo vas a pagar. Estaba seguro de que habías matado a los otros. Eres un demente, un desgraciado. Me alegro tanto por haberte hecho sufrir en la secundaria, no me arrepiento de nada, ni del más mínimo golpe. Si ese es tu objetivo perdiste y nosotros ganamos, moriremos, pero jamás vamos a arrepentirnos. Jamás.
-Como se nota que tu escasa inteligencia, no deja que logres ver las cosas como son en realidad. A mí no me interesa en lo absoluto que ustedes cambien de parecer. Todos son unos desgraciados incapaces de sentir lástima o pena por los demás, yo comprobé eso en carne y hueso a través de sus burlas, golpes e insultos. Mi función en todo esto, mi objetivo de venganza es verlos sufrir y que paguen por todo lo que han hecho. No necesito que nadie me pida perdón por nada, con sus gritos, su agonía y su desesperación me basta. TE VEO EN EL INFIERNO MALDITO.
Dicho esto lo arrojé con todas mis fuerzas dentro del toro, comenzó a llorar desesperadamente. Prendí el fuego. Los gritos eran ensordecedores. El toro pasó de color bronce a un color rojo candente. De a ratos le gritaba:
-Los toros no gritan, mugen, esos no son mugidos.
El desgraciado no dejaba de gritar, gritos y más gritos. Gritos ahogados. Llanto, desesperación. Dentro de ese toro, el desgraciado se carbonizó vivo. No se desmayó, su cuerpo no lo permitió. El dolor es demasiado, el calor es insoportable. El último grito que dio fue el peor, fue un grito ahogado, un grito que llegó a provocarme un zumbido en el oído. Ahí acabo todo para Rodrigo. En ese preciso momento acabo todo su sufrimiento por una milésima de segundo. Ya que va a seguirse quemando en las llamas del inframundo. Mientras yo veo como desmantelo el toro y apago el fuego. Voy a aprovechar ese momento para poder poner en marcha mi creatividad, mi imaginación y desarrollar mi próximo plan. Ahora me doy cuenta de que soy capaz de todo, que se abstenga el mundo, Daniel Montenegro es imparable y va a atacar muy pronto, exactamente en siete días. Aprovecha ese tiempo futuro cadáver, asegúrate de decir todas las cosas que quieres a tus seres queridos. Realiza cada una de las tareas que tienes pendiente. Escribe tu testamento. Te doy ciento sesenta y ocho horas, aprovéchalas, porque después de eso vas a sufrir como nadie lo ha hecho…
01/05/2006 DIARIO PÁGINA 50 “DIEGO JUAREZ”
Mi vida depende del dolor de otros. No me importa esperar una semana. En ese tiempo puedo seguir sigiloso a mi presa, hasta que descubro cuando es el momento adecuado para poder acabar con ellos. Esperar y esperar. Seguir y esperar. Esperar hasta el mejor momento. Hasta que por fin salgo de mi escondite y los ataco salvajemente. Duermen su última siesta, el tiempo que tardo en llegar a mi casa es un tiempo de gloria para ellos. Luego, cuando el momento glorioso acaba, llega el sufrimiento, para luego finalizar con la agonía eterna, que es la que proviene del inframundo, donde todos pagan sus pecados.
A veces las ganas de matar se apoderan tanto de mí, que temo por mí mismo. La ira y la agonía, son mejores que la miseria misma. Me fascina tomar la vida de aquellos que no quieren perderla. Estoy haciendo justicia. No le temo a nada de lo que destruyo.
Enciendo el televisor porque me encanta ver el pánico que desato en las personas “Policías desconcertados, desaparece otro sanrafaelino y no hay señales de un pedido de rescate ¿A qué monstruo se está enfrentando nuestra tranquila ciudad?” Nada me da más satisfacción, que ver a esos idiotas policías romperse la cabeza por tratar de descubrir quién soy. Me llaman monstruo, y en ese adjetivo están totalmente equivocados. No soy un monstruo, yo cazo monstruos.
Soy un cazador y vivo para cazar. No a cualquiera, eso sería totalmente enfermo, no todos somos iguales o por lo menos no todos me han hecho daño. Cazo a personas que hacen daño, que no tienen remordimientos. Gente que se dedica a destruir, a humillar, gente que se cree superior y está acostumbrada a poner por debajo de ellos a los demás. Ese tipo de personas, son las que yo me encargo de hacer desaparecer del mundo.
Mis pensamientos se ven interrumpidos por una nueva noticia “En unos segundos hablaremos con Adriana Farías la esposa de Rodrigo Farías, uno de los tantos secuestrados”. Mejor apago esta maldita cosa, no quiero escuchar hipocresías y mucho menos mentiras. Porque puedo imaginarme, todas las falacias que van a decirse en ese programa. “Era tan bueno, nunca le hacía daño a nadie”, a nadie que no fuera yo. “Mi hijo necesita tanto de él, ya no sé qué responderle cuando me pregunta ¿Mamá dónde está papá? ¿Por qué no ha vuelto?” muy fácil, podrías responderle lo siguiente. Tu padre era un desgraciado, un desalmado al cual no le importan los sentimientos ajenos. Por eso un señor que estaba cansado de todo y de todos ideo un plan en el cual iba a vengarse de todos lo que una vez se burlaron de él, desgraciadamente tu padre era un ser, el cual carecía de cualquier inteligencia por lo tanto siguió el mal camino. Hace una semana el hombre justiciero lo interceptó, lo durmió con un sedante, lo metió en el baúl de su Mustang Torino, lo humilló, lo engañó para que se bebiera su propia orina y finalmente lo cocinó en un toro de la época de los Dioses Griegos. Nada que un niño no pueda comprender.
Bueno Diario, cambiemos de tema, vayamos a lo que a ambos nos importa. La muerte de hoy. El método que voy a utilizar, te lo voy a describir luego, cuando ya tenga al maldito dormido y preparado para el peor dolor que pueda imaginar.
Estaba leyendo uno de mis libros favoritos, el cual se llama “Enciclopedia de Asesinos Seriales”, y descubrí que me parezco a un asesino muy reconocido de Ucrania. Su nombre es “Anatoli Onoprienko”. Este sujeto asesinó a cincuenta y dos personas y confesó que no se arrepentía de ninguno de sus crímenes; reconoció haber asesinado a cuarenta y dos adultos y diez niños. Gracias a él, se realizó la segunda investigación más grande y complicada de la historia de Ucrania. Onoprienko era un ladrón con inusitada brutalidad y violencia. Siempre seguía un mismo ritual y esta es la parte a la que quería llegar: elegía casas aisladas, mataba a los hombres con un arma de fuego y a las mujeres y los niños con un cuchillo. Es un hombre de treinta y nueve años de edad, estatura media, aspecto de deportista, racional y educado. Eso me hizo pensar, pensé demasiado y pude encontrar mis similitudes con él. Los dos somos personas comunes y corrientes; cada uno tiene un pasado que le daría escalofríos a cualquiera; no nos cansamos de los métodos que aplicamos y ninguno de los dos se arrepiente de lo que hicimos. Con nosotros jamás nadie tuvo compasión, nosotros no vamos a tener compasión con nadie.
Estoy de camino a un supermercado, no hace falta que conduzca tan rápido. Sé en qué momento exacto tengo que llegar. Este chico ha sido difícil de seguir. No sale nunca de su casa. Literalmente, parece ermitaño. Salvo por una cosa, día por medio va al supermercado a comprar alimentos. Siempre se le ocurre, llegar unos quince minutos antes de que cierre. Creo que tiene miedo, estar tanto tiempo encerrado en su casa sin motivo aparente, es algo enfermo. Luego voy a preguntárselo.
Ya estoy en casa, tranquilo, sentado y relajado. Esperando ansioso el momento en que este desgraciado se le ocurra despertarse. Mientras tanto voy a contarte mi confiable Diario, que fue lo que me llevó a vengarme de este malnacido. Su forma de ser jamás me gusto. Es una persona con la que no se puede entablar una conversación. Su nombre es “Diego Juárez”, yo lo llamo el hippie. Tiene el pelo largo y negro, piel morena, ojos marrones, estatura media y cuerpo delgado. Un típico radicalista, seguidor del Che Guevara, defiende a los indígenas y parece que forma parte de ellos.
De todas formas no hubiera matado a alguien por su forma de expresarse ni de pensar. Eso no hubiera desatado mi enojo, además estoy a favor de que todas las personas tengan pensamientos e ideologías diferentes. Como con todos los demás algo pasó, y ese algo fue tan grande que una parte de mí, se volvió de color negro ¿Qué es el color negro? La ausencia de todos los colores, esto significa que ellos pintaron de negro cada rincón de mi vida, cada rincón de mi alma quedó oscuro, ellos me cambiaron, ellos me convirtieron en esto.
¿Se piensan que a mí me hubiera gustado saber a los trece años, que no iba a poder estar tranquilo hasta matarlos a todos? ¿Acaso no creen que me hubiera gustado tener una vida normal? ¿Casarme, tener hijos, estudiar? Ellos me negaron todo, me negaron el derecho de tener una vida sana y corriente ¿Mucho les costaba dejarme en paz? Lo único que quería era una vida, quería estar tranquilo. En cambio tuve que quedarme. Tuve que matar y manchar mis manos con su inmunda sangre.
Mejor me tranquilizo. Necesito estar calmado, para poder relatarte una historia un tanto corta, pero no por eso deja de ser cruel. Me encontraba una tarde de cuarto año de secundaria, sentado en una escalera, leyendo un libro. Y como era costumbre, siempre tenía que venir alguien a perturbar mi paz. Fue en ese momento, cuando comencé a odiar profundamente a Diego, el muy desgraciado se me acercó con cara de mosca muerta y me preguntó:
-¿Qué estás leyendo?
-Cementerio de Animales de Stephen King- Le respondí sin apartar mí vista de esas preciadas hojas. La verdad había leído cinco veces ese libro, pero que puedo decir, es mi favorito.
-Que tonto, siempre estás leyendo ¿A ver qué tan interesante es esto?
Me arrebató el libro de las manos, traté de recuperarlo pero me fue imposible.
-Esto no hace falta, esto menos, esto me parece innecesario- Con cada una de estas frases arrancaba las hojas de mi preciado libro, hasta dejarlo solo con la tapa. Sus amigos, mis tan “estimados compañeros”, nótese mi sarcasmo, se dedicaron a romper en miles de pedazos las hojas arrancadas.
Si hubiera sido otro libro, no me hubiera enojado tanto. Pero lamentablemente, para el chico que se encuentra dormido en “la habitación de la tortura”, ese libro me lo regaló mi padre. Detrás de ese regalo había una historia de gran sacrificio.
Mi padre estando enfermo, se enteró de que el gran Stephen King iba a pasar sus vacaciones en Argentina. El médico le había ordenado no levantarse de la cama y fue entonces cuando mi padre, desobedeció cualquier recomendación médica y fue en busca de uno de mis escritores favoritos. Esperó durante dos días enteros afuera del hotel, hasta que pudo localizarlo y Stephen King firmó el libro, el libro Cementerio de Animales. El mismo libro que este pedazo de animal despedazó en mi cara. Por eso hoy, además de vengarme a mí, voy a vengar a mi padre.
Todavía mi querido diario no te he hablado del método que voy a utilizar esta vez. La invención de la rueda fue una de las más importantes de la historia de la humanidad. Cambió la vida de los hombres y hoy, cualquier cosa tiene una rueda. Pero en la Edad Media, las ruedas también se utilizaron para la tortura. La máquina de tortura conocida como la rueda, consiste en una enorme rueda en la cual se ata al sujeto. Debajo se enciende una inmensa fogata y durante horas, se hace girar la rueda sobre el intenso fuego. Literalmente cocinando al pobre desgraciado. Girando sobre su propio eje, la rueda mantiene a la persona cual pollo al espiedo, ardiendo lentamente, explotando en un mar de ampollas, humo y sangre.
Este llamado ya es familiar en mi casa. Todos gritan lo mismo. Por favor chicos sean un poco más originales. Ya estoy cansado de escuchar las mismas frases. No sé porque, pero hoy no me levanté con mucho humor y eso es algo demasiado peligroso. Sobre todo para el hippie, no pienso aguantar ni una sola burla. Loúnico que puede levantar un poco mi humor, son los gritos y las súplicas de ese desgraciado.
Por cierto Diario un detalle que no te especifiqué, es que el desgraciado está atado a la rueda de una manera que tiene sus brazos y manos extendidas por esta. La rueda, tiene una palanca con la cual voy a hacer que la rueda gire. Debajo hay una pequeña fogata, la cual no enciendo todavía. Y además…
-AYUDAAAA, POR FAVOR.
Este chico no deja que termine de explicar nada. Mejor voy a verlo, así no hace tanto escándalo. Demasiados gritos va a tener que emitir enseguida, voy a ahorrarle algunos.
-AUXILIO, SOCORRO, QUE ALGUIEN ME AYUDE. VAN A MATARME. AUXILIOOO.
-Ya voy, ya voy, ¿Por qué tanto escándalo? Ah, ya recuerdo. Estás atado a un artefacto extraño, acabas de ser secuestrado y no sabes dónde estás ¿Adiviné?
-Lo sabía yo…
-Sí, sí ya sé que sabes que sospechabas que era yo-Lo interrumpí para ahorrarme lo ya he escuchado- Todos han dicho lo mismo, pero tu caso en particular me sorprendió. No salías nunca de tu casa. Siempre encerrado bajo cuatro llaves. Yo de verdad te creo, sé que sabías, pero no llamaste a la policía porque creíste que ibas a quedar como un cobarde, así que déjame decirte una cosa ¿Sabías que fui uno de los principales sospechosos? Ese oficial que está a cargo del caso sospechó de mí, y no se equivoca. Yo soy el que hace temblar a toda esta ciudad. Soy yo el que no los deja caminar tranquilos, ni salir de sus casas para divertirse, soy yo el que puso está tranquila ciudad de cabeza y voy a ser yo el que te haga sufrir tanto. Te seguro que darías tu alma, por volver el tiempo atrás y pasar de largo el maldito día, que te atreviste a romper el libro que más apreciaba. Vas a pagar por eso y te aseguro que tu muerte no va a ser rápida, sino todo lo contrario. Morirás tan lentamente que vas a intentar con todas tus fuerzas, creer que esto es una pesadilla y luego vas a despertarte a salvo y tranquilo en tu casa, vas a darte vuelta y vas a volver a dormirte. Pero no, esto no es una pesadilla. Es realidad y cuando por fin cierres tus ojos, será porque por fin vas a estar muerto.
-Tiene que haber algo que pueda hacer, no me quiero morir-Comenzó a llorar como un verdadero marica. Todos lloran. Todos son unos cobardes.
-Hay algo, pero no sé si lo puedes cumplir.
-Lo que sea, no importa, voy a hacer cualquier cosa ¿Qué es lo que quieres?
-¿Sabes cómo revivir a una persona?
-¿Revivir a una persona?
-Eso es lo que quiero, eso es lo único que necesitarías para que te deje libre. Tendrías que revivir a mi padre y conseguir que Stephen Kings volviera a Argentina y firmara mi libro. El cual hiciste añicos. Asique como veo que eso que quiero no va a poder cumplirse, no tienes salvación, ni ninguna clase de escapatoria. ¿Quieres que te explique cómo funciona esto? O ¿Simplemente enciendo el fuego?
-No, no, no. VAN A ATRAPARTE, YO AVISÉ A LA POLICÍA, LES CONTÉ TU HISTORIA, LO SABEN TODO Y VAN A VENIR A BUSCARTE. ESTO NO SE VA A QUEDAR ASÍ.
-¿Tengo cara de idiota? Llevo toda una semana vigilándote, jamás fuiste a la policía y jamás diste aviso a nadie. Eres un cobarde.
No quería escucharlo halar más. Con toda mi rabia acumulada encendí la fogata mientras escuchaba:
-NO POR FAVOR, NO POR FAVOR. TE DARÉ DINERO, VOY A ENCONTRAR A ESE AUTOR. VOY A CONSEGUIRTE UN NUEVO LIBRO.
Yo seguía en lo mío, encendí el fuego. Me encanta verlo arder. Más me va a gustar, que este hippie de cuarta se queme lentamente. Di la primera vuelta a la rueda y se comenzó a desesperar. A la tercera vuelta se comenzó a sentir olor a pelo quemado, todo su cuerpo estaba sudando. No dejaba de gritar, gritos de dolor de agonía, gritos de miedo y de angustia. No pienses Diario que algo se removió dentro de mí. Hasta que esto no acabe, mis emociones van a estar muertas. Ellos colocaron una barrera que no me permite sentir pena ni lastima hacia los demás.
Ah pasado media hora y estoy impresionado. Tengo delante de mí a un sujeto que no deja de llorar y gritar. La habitación se ha llenado un poco de humo, pero es lo que menos importancia tiene en este momento. El hippie se ha quedado sin cabello, hay partes de su cabeza donde se puede apreciar su cráneo. Está agonizando, desde hace rato muchas incongruencias salen de su boca. Su piel ha tomado diferentes colores, entre los que se encuentra el negro, el rosa pálido, el rojo y un marrón caramelo bastante opaco. Hay partes donde tiene ampollas tan grandes, como la palma de mi mano. Por mi parte, estoy un poco cansado de dar vuelta y vuelta a la rueda. Así que en este momento lo dejé arriba del fuego definitivamente. Cada vez su voz se siente menos, dice cosas raras. Voy a hacerle un favor. Agarré un bidón con combustible y se lo rocié en todo el cuerpo. El fuego automáticamente lo consumió. Con los pocos asesinatos que llevo, he sacado una conclusión. La persona puede estar muriendo de la peor forma posible, puede estar cansada y agonizando. Pero siempre queda lugar, para un último grito desesperado. El último es el peor. Es el que desgarra. Como si de ese grito dependiera que el alma de la persona saliera de su cuerpo, como si fuera un grito liberador.
Es hermoso matar, me encanta asesinar. Debería dedicarme a esto. Me hace sentir mejor, coloca una sonrisa de satisfacción en mi cara que nadie puede borrar. Pero el desorden que queda después, sí que es frustrante ¿Será que puedo conseguir a alguien que me ayude a limpiar todo esto?…
15/05/2006 DIARIO PÁGINA 57 “VISITA INESPERADA”
Estimado y confidente Diario, lamento haberte tenido que guardar en ese lugar lleno de humedad y suciedad. Pero no tuve alternativa. Ese era el único rincón, en donde nadie sospecharía que estás escondido. Después de todo, también hay que hacer sacrificios de vez en cuando. El problema es que, todavía no te he contado porque me vi obligado a ocultarte durante dos semanas. Sí, leíste bien, dos malditas semanas sin matar, sin poder llevar a cabo mi tan deseada venganza. Me parece espectacular, que no haya perdido el control de la situación. Lo pensé muchas veces, sin embargo no puedo permitir que mis impulsos arruinen todo.
Al día siguiente de la muerte del hippie, yo me encontraba en la cocina viendo las noticias. Cuando me disponía a hacer los preparativos para mi próximo plan, escuché una sirena de policía que venía desde lejos. Como vivo en el campo, cualquier ruido que provenga de un auto se puede apreciar perfectamente desde kilómetros. Sin pensarlos dos veces, subí corriendo la escalera hasta la biblioteca. No sabía dónde esconderte, si te descubrían todo se iba a venir abajo y aún mi venganza no llega ni siquiera la mitad.
Fue en ese entonces cuando recordé aquel lugar de mi infancia. Cuando tenía alrededor de seis años, estaba jugando en el arenero de la escuela, luego vinieron unos chicos y me tiraron arena en la cabeza; cuando comencé a llorar un niño se acercó y golpeó a esos jóvenes malos que me molestaban, ellos se asustaron y salieron corriendo cual cobardes. Mi defensorse llamaba Joaquín Torres, era un chico alto, de ojos verdes, cabello castaño y manos grandes. Empezamos a jugar juntos y a medida que pasaban los años nuestra amistad se fue haciendo cada vez más grandes. Estábamos juntos sin importar lo que pasara, juntos contra el destino; éramos como Don Quijote y Sancho Panza, nos gustaban las mismas cosas y nos aborrecía el fútbol. Pero como es costumbre, en mi vida nada sale bien en cuanto a amistades. Cuando cumplimos diez años Joaquín enfermó. El maldito cáncer despertó y consumió toda su vida y energía. Ya no era el mismo, ya no asistía a la escuela, yo iba a su casa y tomaba su mano mientras le contaba historias, las mismas historias que me contaba mi padre. Su rostro reflejaba cansancio y nostalgia, siempre sospechó que iba a morir. Yo no podía aceptarlo, cuando charlamos sobre el tema, él trataba de convencerme de que buscara otro amigo, me decía que él ya no podía jugar ni defenderme, que ya no servía. Inmediatamente lo abrazaba y lo convencía de que nadie en el mundo podría suplantarlo, él era único, era mi amigo, mi mejor amigo. Tres meses después su madre lo encontró sin vida cuando fue a despertarlo. Los médicos dijeron que no sufrió, simplemente se durmió y no volvió a despertar nunca más. Doy gracias al cielo que no sufriera, siempre imagino que cuando abrió sus ojos se encontró con los ángeles, en un lugar donde jamás va a sufrir, donde no hay maldad ni discriminación. Él es feliz en el cielo.
Jamás me gustó que mis padres me vieran sufrir, entonces descubrí este escondite. La madera estaba rota, y uno podía sacarla y contemplar ese agujero grande que había en la pared. Me escondía en ese lugar y lloraba todo lo que yo quería recordando a mi mejor amigo. Mi único amigo. Hace mucho que no pensaba en él y no es porque no lo recuerde o lo haya olvidado, simplemente ese recuerdo hace que sienta que nada vale en este mundo. Y en estos momentos no tengo tiempo para depresiones. Tengo que mantener mi cabeza distraída para poder concentrarme.
Por la desesperación de sentir cada vez más cercas las sirenas de aquellos incompetentes. Moví el mueble como pude y saqué la madera que estaba floja y fue ahí cuando te coloqué en ese lugar sucio y húmedo que llenaba mi niñez de soledad y momentos melancólicos. Dejé el trasto en su lugar nuevamente. Acomodé mi ropa y esperé sentado en mi sillón, leyendo el diario como si nada hubiera pasado.
Sin sorprenderme en absoluto siento el timbre. Al abrir la puerta me encuentro con la sonrisa del Oficial Cruz:
-Le dije que iba a volver en cuanto tuviera la orden.
-Y como yo le dije, voy a dejarlo revisar hasta el último rincón de mi casa. Si usted gusta- Al decir esto último hice una señal con mi brazo para indicarle que podía pasar.
Además de Don Intimidante también venía su compañera Isabela Pérez, el fiscal a cargo del caso cuyo nombre es Juan Carlos Escudero y seis oficiales más. Mi certificado de T.O.C. me ayudó bastante. Como sospechaba les pareció raro que un hombre que vivía solo y nunca recibía visitas mantuviera su casa en orden. Pero con ese simple papel cualquier sospecha que hubo se desvaneció en un instante.
Sé mucho sobre leyes, podría haber sido abogado. Así que con mis conocimientos me dispuse a leer muy detenidamente la orden de allanamiento. Esta decía lo siguiente:
“Al propietario u ocupante del inmueble ubicado en: Los Filtros, casa S/N, de color blanco y techo marrón, pórtico de madera con columnas de concreto color blancas y escaleras de madera las cuales presentan el mismo color y material que la puerta principal, residencia del ciudadano mencionado como Daniel J. Montenegro, quien es de tez blanca, cabello rubio, ojos negros, de aproximadamente 26 años de edad, contextura flaca, con la finalidad de buscar evidencias tales como: sangre, cabellos, ropa, teléfonos celulares, documentos de identificación y cualquier otro objeto que pueda contener ácido desoxirribonucleico pertenecientes a los siguientes ciudadanos: Bruno Guzmán, Darío Bustos, Gonzalo Carrizo, Pilar Barrios, Luciano Lampiris, Rodrigo Farías y Diego Juárez. Y cualquier otra evidencia de interés criminalístico que guarde relación con la causa N°A-353.511, instruido por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Sub-Delegación Ciudad de San Rafael.
Es por lo que este tribunal autoriza suficientemente la comisión portadora de esta ORDEN DE ALLANAMIENTO O REGISTRO DE MORADA, donde actuarán los funcionarios: Fiscal JUAN CARLOS ESCUDERO, Comisario a Cargo HORACIO CRUZ, Sub-Comisario a Cargo ISABELA PÉREZ,Agentes DIANA CARRIZO, DARÍO BERTONATTI, LUCAS GIMÉNEZ, RAMIRO ORTIZ, MÓNICA DEL CERRO Y OSCAR RAMÍREZ, adscritos al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Sub-Delegación Ciudad de San Rafael para practicar ALLANAMIENTO O REGISTRO DE MORADA, en ese Inmueble en virtud de la solicitud formulada por la Fiscalía Segunda del Ministerio Público, la cual deberá llevarse a cabo con estricta sujeción a las disposiciones pertinentes de la Constitución Nacional Argentina y los artículos 202, 205, 206, 207, 208, 210 y 218 del Código Penal Argentino.
Esta orden deberá efectivizarse el día 02 de Mayo de 2006, a partir de las 10:00 horas. DURACIÓN MÁXIMA: CUATRO (4) HORAS.”
Eso fue pan comido. Veía muchas cosas a mi favor, por ejemplo decía que solamente se les permitía buscar evidencias, es decir si encontraban por ejemplo un cabello, y pensaban que podía llegar a ser sospechoso no tenían autorización de llevárselo. No sé si son imbéciles o se hacen pero aquella orden solo les permitió revisar mi casa por cuatro horas y listo, solo revisar. Mejor Diario te explico lo que he tratado de decir relatándote el único suceso interesante en esta inspección.
Cuando estaba por terminar todo y mi casa estaba hecha un desastre el oficial Cruz encontró un pedazo diminuto de tela de color rojo, ni siquiera puede decirse que era un retazo de tela, sino una especie de hilo grueso.
-Esta tela es del mismo color del traje que Pilar Barrios utilizó la última noche que se la vio con vida ¿Qué tiene que decir en su defensa Señor Montenegro?
-¿Qué puedo decir? ¿Qué hay muchas personas en el mundo que poseemos ropa de ese color?, ¿Qué el algodón es uno de los materiales más utilizados para fabricar tela y por su comodidad todos elegimos prendas de ropa que contengan ese material?, Veamos ¿Piensa llevarse ese trozode tela Oficial?
-Por supuesto que sí y como se trate de la ropa que…
-No puede llevárselo- lo interrumpí antes de que terminara la oración- por si no lo sabe la orden que me trajo es de allanamiento o registro de morada y sus artículos permiten que usted revise mi casa a su gusto, que tire mis cosas, que las desordene y que inspeccione hasta el último rincón ¿En eso me equivoco?
-No, señor no se equivoca- Habló el Fiscal a cargo.
-Muy bien, entonces hasta ahí estamos de acuerdo. Sin embargo para que usted pueda llevarse ese retazo de tela tiene que conseguir una orden de secuestro, no una de allanamiento ¿Me comprende? Por lo tanto si usted encontró ese objeto dentro de mi casa, no puede llevárselo ya que es de mi propiedad ¿Quedo entendido? Y mire que hora es, ya son las dos de la tarde si se quedan un minuto más en mi hogar esto pasará a ser invasión a la propiedad privada y créame cuando le digo que este delito puede quitarle su cargo.
-Tiene razón Cruz, devuélvale eso al señor y vámonos de aquí. No hay nada incriminatorio- Me miro y dijo- Disculpe las molestias que pudimos haberle causado ya nos retiramos.
-Es un placer tenerlos en mi casa y colaborar con la policía señor, pero entienda que necesito esas órdenes para permitirlo. Así lo dicta la ley y nuestra Constitución.
-No se preocupe, me encargaré personalmente de que el Oficial Cruz ya no perturbe su propiedad.
Las miradas lo dicen todo. Los ojos son las ventanas del alma, y mis ojos son negros. En ellos se puede apreciar la oscuridad de mi alma. El vacío de mi interior. Cuando cruzamos miradas con el Oficial Cruz pudimos observar lo que hay dentro de cada uno. Yo descubrí que él es un gran policía, sus instintos lo vuelven muy audaz, ojalá todo el cuerpo policial fuera como él, entonces viviríamos en un mundo sin injusticias. Por otra parte, él descubrió mi verdad, soy un asesino y me gusta matar. No voy a parar hasta ver a todos mis enemigos caer uno por uno. Él lo sabe y no va a descansar hasta verme tras las rejas. Veremos quién gana y quien cae primero. Lamentablemente ese día nos declaramos la guerra con el Oficial Cruz y aunque dentro de mí me da mucha lastima acabar con un policía tan respetable, si me estorba no me queda otra opción que acabar con él…
16/05/2006 DIARIO PÁGINA 61 “GAETANO RAMÍREZ”
La locura, ¿Alguna vez te hablé sobre la locura querido Diario? Me parece que no. Hoy me desperté pensando en ese tema que envuelve tantas reflexiones y opiniones, pero ¿Qué es estar loco? Según dicen los que saben, la locura es la privación del uso de la razón o del buen juicio, está vinculada a un desequilibrio mental que se manifiesta en una percepción distorsionada de la realidad, la pérdida del autocontrol, las alucinaciones y los comportamientos absurdos o sin motivo. La locura está también relacionada con la demencia, un término de origen latino que significa “alejado de la mente”, esta enfermedad consiste en la ausencia o pérdida de las funciones cognitivas, y generalmente impide la concreción de las actividades cotidianas. Por otro lado, para mí la locura tiene un significado totalmente diferente.
Mi padre me contó la historia de un escritor que relató la historia de un hombre el cual vivía en un mundo fantástico y lleno de alegría, había seres que lo amaban por cómo era y nadie se atrevía a juzgarlo. Era el sitio perfecto. El tema en toda esta historia del escritor, cuyo nombre he olvidado por el paso de los años, es que cuando leyeron su espléndido poema creyeron que estaba loco. ¿Loco por qué? ¿Por inventar un mundo donde era feliz? Me parece que a muchos nos gustaría unirnos gustosos a la locura en su círculo ambicioso de felicidad, donde todo es perfecto y somos felices. En lugar de eso, nos enfrentamos a la cruel realidad y descubrimos que es como si nadáramos en un lago congelado; y sintiéramos que todas las fibras de nuestra piel están siendo pinchadas por una aguja. ¿Qué es mejor estar loco o cuerdo? Una decisión un tanto difícil y fácil al mismo tiempo. No se la respuesta, pero espero al final del camino poder encontrarla.
Es bueno reflexionar sobre estos temas de vez en cuando. Antes de irme a dormir siempre pienso en pequeñas cosas a las que no les prestamos demasiada atención pero igualmente las hacemos o vivimos con ellas, por ejemplo escuchar una canción que no traiga buenos recuerdos, el olor de la gasolina, esperar a que suene el trueno después de ver el rayo. Todas estas son cosas que hacemos o que simplemente están ahí y no nos damos cuenta.
Últimamente estoy aprovechando de las pequeñas cosas. Soy feliz, más feliz que nunca. ¿Será porque estoy loco? ¿Quién dijo que estoy loco? ¿Yo pienso que estoy loco? No, de ninguna forma, ese tema ya lo dejé de lado. Soy feliz y punto. No pienses Diario que en una semana cambié totalmente, que soy bondadoso, generoso y amable. No, eso no cambió en absoluto. Puedo demostrártelo. Una prueba sencilla es que tengo a un miserable atado en la “habitación de la tortura”. Mejor, voy a dejar de reflexionar tanto y voy a contarte el secuestro y la historia de este desgraciado, luego te explicaré como voy a mandarlo al otro barrio para finalmente poder contarte como todo salió perfecto. Mis planes nunca fallan. El destino está de mi lado y la vida me sonríe, no podría desperdiciar esta oportunidad.
Primero y principal el nombre del infeliz es Gaetano Ramírez, un tipo al que le gusta jugar al básquet, por lo tanto es alto; tez morena; cabello negro y un poco enrulado; presumido y arrogante. La razón que me llevó a querer vengarme de él, esta vez no es un suceso en concreto; sino varios que se fueron extendiendo a lo largo de mi horrible estadía en la secundaria.
Todo comenzó una tarde de insoportable calor del seis de marzo del año 1997. Comenzaba tercer año de secundaria, un nuevo año; pero esta vez había una gran diferencia. Si me dejas relatarte resumidamente voy a explicarte porque. Cuando doscientos cuarenta y cinco alumnos quieren ingresar a tu escuela en octavo año no vas a meterlos a todos juntos en un salón porque es imposible que se pueda enseñar algo enun ambiente tan estrecho y más aún cuando está lleno de pre-adolescentes revoltosos y con las hormonas por las nubes. En lugar de eso, como director lo más conveniente es crear divisiones, en mí escuela eran cinco: primera, segunda, tercera, cuarta y sexta. Sí, al parecer al crear las secciones se olvidaron de la quinta y pasó a ser sexta. A mí me tocó la sexta división. Cada una estaba destinada a distintas especialidades que se definían en tercer año. Primera, segunda y tercera se dedicaban a estudiar electromecánica, mientras que cuarta y sexta construcción. El problema en todo esto es que al pertenecer a sexta división y llegar a tercer año te preguntaban qué era lo que querías seguir estudiando, si construcción o electromecánica. A pesar de que sabía que la mayoría de mis compañeros iban a elegir electromecánica y no construcción podría llegar a tener la suerte de que me tocara con los más tranquilos. Es decir, a los treinta y cinco alumnos que estábamos en sexta división nos repartían en las otras dependiendo la modalidad de estudio que eligiéramos. Espero que haya quedado claro Diario.
Me tocó tercera división, a mí y a otros ocho inútiles. Entre los cuales se encontraban los peores desgraciados. La razón por la que había una gran diferencia entre ese nuevo año y los anteriores es que esta vez iba a conocer por segunda vez a gente nueva, iba a tener nuevos compañeros y esa idea no me agradaba nada en absoluto. Estaba temblando y mi madre me sacó a la fuerza de la cama. Me sentía raro, ya no daba más, demasiado tenía que soportar a los otros treinta y cinco idiotas como para que ahora se sumaran treinta y tres imbéciles a los que agregar a mi lista. Me parecía imposible. Mi peor pesadilla hecha realidad. Por eso Diario tengo mucho que hacer, si me pongo a sacar cuentas la mayor parte de mi vida me la voy a pasar matando. En fin, un nuevo, año, nuevos compañeros, nueva tortura, conclusión o acabo con ellos o acaban con mi vida. Así de simple.
Entre división y división se conocían, por fiestas o porque uno juega en el mismo equipo que el otro o porque son mejores amigos o por el motivo que sea siempre se conocían. Por lo tanto, yo no podía esperar un borrón y cuenta nueva. Ellos ya sabían de mí, pero no la realidad, sabían rumores o comentarios equivocados y a través de ellos me juzgaban de una manera totalmente errónea. Nadie me conoció nunca en realidad, nadie excepto Joaquín, pero ese es otro asunto. Yo los había escuchado, primero todo comenzó con un simple cuchicheo entre dos o tres. Los sentí susurrar, se hablaban a escondidas y me miraban, se reían, se burlaban por lo bajo. Así es como comenzó todo. Luego lo conocí a él. Al maldito. Al desdichado que en este momento está durmiendo, fue entonces que conocí Gaetano o mejor dicho, el gigante idiota. Si me pusiera a contarte cuada uno de los sucesos que me hizo pasar acabaría con todas tus hojas y tendría que comprar otro Diario, cosa que no quiero hacer, porque yo te fabriqué. Eres obra mía y no quiero otro que no seas tú.
Solamente voy a decir que luego de conocer a Gaetano mi vida se llenó de sobrenombres y burlas. Pero no cualquier burla o apodo inocente que nos causa risa incluso a nosotros mismo; no, por supuesto que no, sus burlas me hacían llorar incontrolablemente, porque llegaban hasta lo más recóndito de mi corazón. Eran como un ladrón que roba una caja fuerte del banco y en lugar de andar buscando por todos lados haber dónde es que se encuentra escondida se dirige directamente al sótano, porque sabe dónde está, sabe dónde está escondida. Con esto exactamente lo mismo, él sabía dónde iba a dolerme, ni siquiera hacía falta un golpe, esta vez las palabras bastaban para que callera de rodillas al piso y mirara hacia este ocultando las lágrimas que estaban cayendo por mi rostro. Todos se reían cuando esto pasaba. Nadie se lamentó nunca por mí, mucho menos tuvieron lástima o empatía. Había dos opciones en referencia a mí se burlaban y me pagaban o directamente no existía para ellos. No existía una opción intermedia en la cual mostraran un poco de afecto o interés en mí, nada de eso. O era la uno o las dos y nada más. Solo eso voy a decir en referencia a la historia de este maldito desgraciado que va a pagar lo que me hiso.
Secuestrarlo fue fácil. Lo seguí durante una semana y descubrí que era muy rutinario. Todos los días era el mismo trayecto. Levantarse, salir de casa a correr, ir a la universidad, luego a entrenar, después al gimnasio y por último a casa. Eso era la vida que tenía los días, la cual va a extrañar demasiado en un instante. Como siempre el secuestro tendría que realizarse de noche, porque es más fácil camuflarse y usualmente las personas a las diez de la noche con el miedo que he infundado en ellos ya estén en su casa a esa hora. Pero este inútil no, para colmo andaba caminando. Mucho más fácil para mí. A la salida de su penúltimo destino utilicé el mismo método y en menos de lo que canta un gallo un muy pronto cadáver se transportaba hasta su último destino en el auto de la muerte.
En una lista de los mayores descubrimientos de la humanidad, el control del fuego estaría sin dudas en los primeros lugares. Pero además de contribuir en los avances de la civilización, es el instrumento de innumerables ejecuciones. Y no hay una máquina de tortura basada en el fuego más cruel que el “hombre de mimbre”. En el año quinientos antes de Cristo la cultura helénica florecía y el imperio persa despertaba, una máquina de fácil construcción y materiales básicos despertaba el pánico en lo que es hoy Europa Occidental. Cada primero de mayo las culturas celtas celebran la llegada del verano, rinden homenaje al momento del año cuando su ganado regresa a pastar a las llanuras cercanas. Incluso hoy en día subsisten festivales del día de mayo que celebran la llegada del verano con bailes y el hombre de mimbre quemado al anochecer. Solo que ahora, nadie es quemado. Fue Julio Cesar quien documentó por primera vez en el año cincuenta y ocho antes de Cristo el impactante ritual de ejecución pagana. Los antiguos celtas ataban a humanos y animales en el interior del hombre de mimbre. Julio César escribió que no se trataba de cualquier persona, sino de ladrones y prisioneros de guerra. Este evento no era solo un sacrificio, era un gran espectáculo público. Como la celebración de la Pacha mama en Argentina, al parecer estas dos fiestas tienen muchas similitudes, en ambas se queman muñecos. Solo que en la cultura celta dentro del gran muñeco se quemaban vivos a los delincuentes. La meta del sacrificio era agradar tanto a las deidades celtas como a las personas que asistían al espectáculo. Las llamas que saltaban hacia la noche impactaban a los espectadores, para lograr este efecto los celtas envolvían la estructura en ramas altamente inflamables.
Obviamente yo no tengo a quien entretener salvo por mí mismo. El problema es que no me hace falta matar a más de una persona. Solo es él. Asique hice lo siguiente, construí un soporte parecido a la Cruz de Jesús, solo que este tenía dos ramas en la parte de abajo para poder colocar las piernas por separado y no las dos juntas. Lo até lo más fuerte que pude y envolví su cuerpo con mimbre seco y listo. Tenía una réplica diminuta de un hombre de mimbre.
-SOCORROOOO ¿QUÉ ES ESTO? ¿POR QUÉ ESTOY ENVUELTO DE ESTA FORMA? AYUDAAA.
Bajé lo más rápido que pude hacia la habitación de la tortura, de la cual no te doy su ubicación Diario porque si llegaran a leerte sabrían donde se encuentra n estos imbéciles y quiero evitarme el que encuentren sus cadáveres. O lo que queda de ellos.
-¿Por qué tienes ese disfraz tan gracioso?
-No sé, no sé. ¿Quién eres y por qué estoy aquí?
-Que preguntas más desagradables viniendo de tu parte. Piensa un poco, utiliza tu cerebro, aunque creo que no lo has utilizado mucho. Bueno, por lo menos trata de recordar y podrás ver que todo tiene sentido.
-MONTENEGRO MALDITO HIJO DE P…
-Con mi madre no, te lo prohíbo. Ella era una santa, era una mujer incapaz de sentir maldad y por ende era tonta porque creía que todo el mundo poseía bondad y en eso sí que se equivocaba. Porque yo, su propio hijo descubrí en personas como tú que no todos tienen bondad. Es más nadie tiene la posee. Pero ¿Quieres que te diga una conclusión que pude sacar con los años a través de esta situación?
-NO QUIERO QUE ME DIGAS NADA, QUIERO QUE MU SUELTES MALDICIÓN.
-De todas formas voy a decírtelo. Todos tenemos maldad. Sí, no me mires con esa cara. Todos la tenemos y hoy voy vas a ser testigo de cuan malo soy. Que empiece el show.
-¿CUÁL SHOW? POR FAVOR NO HAGAS NADA DE LO QUE TE ARREPIENTAS, POR FAVOR.
-¿Quieres otra oportunidad verdad? ¿Cambiarías si te la doy?
-Sí, por supuesto voy a hacer lo que digas pero por favor suéltame y déjame vivir.
-Todos en la vida tenemos que hacer sacrificios. Voy a decirte lo que vamos a hacer, primero vas a darme un sacrificio de tu parte para recuperar tu libertad y tu derecho a vivir. Y segundo, vas a desaparecer para siempre de Argentina, no vas a denunciarme con la policía ni nada por el estilo, no quiero que hables con tus padres, simplemente vas a irte ¿Quedó claro?
-Sí, pero ¿Qué clase de sacrificio quieres?
-Tu lengua por tu libertad.
-¿MI LENGUA? ESTÁS LOCO, NO VOY A DARTE NADA.
-Si lo piensas es totalmente lógico. Me das tu lengua, la cual en tiempos pasados llegó a destruirme como persona, por tu lengua hice esto- Mostré las cicatrices de los cortes realizados en mis brazos- Ahora la quiero, para sentirme completo, quiero destruir aquello que hizo de mi vida una miseria. Elige que es lo que prefieres ¿Quedarte mudo o morir quemado?
-NINGUNA DE LAS DOS, QUIERO IRME A CASA POR FAVOR. VOY A PAGARTE TENGO DINERO.
-No nos estamos entendiendo, no quiero tu lengua. Quiero lo que una vez tanto daño me hizo, de esa única manera voy a poder garantizarme de que no le hagas lo mismo a otra persona. Voy a contar hasta cinco, sino me respondes cuál de las dos opciones prefieres voy a asumir que elegiste morir quemado y voy a proceder a incendiar el mimbre seco, el cual se encuentra en todo tu cuerpo.
-NO, NO, NO, ESTO ES UNA PESADILLA, ESTO NO TIENE QUE ESTAR PASANDO. AUXILIOOOO
-Uno. Dos.
-POR FAVOR, POR FAVOR.
-Tres.
-DETENTE, NO PUEDO MÁS. AYUDENMEEE.
-Cuatro y…
-Está bien, esta bien. Corta mi lengua, pero antes quiero llamar a mi casa y decirle a mi mamá que estoy bien y que no se preocupe. No seas tan cruel y déjame despedirme de ella, está enferma y soy lo único que tiene en este mundo.
-¿Enserio Gaetano? ¿Enserio se te ocurre inventar todo eso luego de que estoy siendo bondadoso y generoso y estoy intentando de que sigas con vida?
-No es mentira, NO ESTOY MINTIENDO TE LO JURO.
-Dijiste que tu madre estaba enferma, sin embargo ayer la vi irse a la heladería gozando de una perfecta salud junto a tu padre, sus tres nietos y tus dos hermanos ¿Eso es estar sola y enferma?
-PERDÓN, PERDÓN NO ME MATES SOLO TRATABA DE QUE NO ME NEGARAS HABLAR CON ELLA POR ESO TE MENTÍ, PERDÓN PORFAVOR DEJAME LIBRE.
-El tiempo se acabó Gaetano, ya no quiero tu estúpida lengua. Espero que te la tragues junto a las llamas.
-UN SEGUNDO, NO AYUDAAA.
Encendí el mimbre seco. Es un espectáculo impresionante, con razón a la gente le gustaba tanto.Es entretenido ver como todo se consume en un segundo. Sin dejar atrás el gozo que da sentir los gritos de desesperación. Gritos y más gritos. Esto es una maravilla. Como esta es la hora de comer me tome la molestia de traer mi cena hasta acá. Cualquiera diría que es un poco morboso cenar delante de alguien que está quemándose vivo, pero para mí es como ver la televisión. Brilla como el Sol y de repente se apaga como la noche y no queda más que carbón, madera quemada y restos de carne y hueso…
13/12/2017 “BÚSQUEDA”
Soy Jonathan y hoy tuve un día bastante emocionante. Son exactamente las cuatro de la madrugada. Intenté dormir, pero me resultó imposible poder conciliar el sueño, creo que hay dos motivos, el primero el infernal y agobiante calor, el segundo es porque no puedo dejar de pensar en los sucesos que ocurrieron a lo largo del día. Por eso decidí levantarme y contarles lo que pasó.
Cuando amaneció ya estaba despierto. Sabía que hoy no iba a ser un día tranquilo. Mi curiosidad me estaba consumiendo y no podía dejar de mirar el reloj. Cuando es verano,en Argentina normalmente amanece alrededor de la seis de la mañana. Tenía que esperar dos horas, para reencontrarme con él. Seguro no están entendiendo nada de lo que estoy hablando, así que voy a contarles en resumidas palabras lo que sucedió el día anterior a hoy, es decir ayer.
Me dispuse a ir de una vez por todas con aquella persona que podría significar mi salvación. Aproveché la hora de almuerzo que daba la editorial y fui directamente a la comisaría donde el Oficial Cruz trabajaba. Daniel dijo que Horacio en esa época tenía alrededor de unos cuarenta años, por lo tanto ahora debe tener unos cincuenta años más o menos, ya que en el diario se hace una aproximación y no se revela la edad verdadera de Cruz. Cuando llegué, me paré justo en la puerta principal dispuesto a entrar y de repente algo pasó. Mi cabeza comenzó a llenarse de preguntas, que en este momento considero absurdas. ¿Y si creían que estaba loco? ¿Y si se burlaban de mí? Creo que la parte más importante de ser hombre, es no demostrar cobardía. Así que entré de todas formas, no me importaba sentir carcajadas, ni tomadas de pelo, solo quería acabar con todo esto. Ya no podía más solo. Debía contárselo a alguien y el Oficial Cruz era la única persona que me podía ayudar. Me dirigí hasta el escritorio principal donde un policía bastante gordo estaba devorando una hamburguesa.
-Disculpe que interrumpa su almuerzo, pero me podría decir si se encuentra el Oficial Cruz.
-Buenas tardes, discúlpeme usted a mí pero no lo había visto. El Oficial Cruz se jubiló hace dos años por recomendación médica.
-¿Usted sabe dónde puedo encontrarlo?
-¿Por qué lo está buscando?
-Es un tema bastante delicado, respecto a un caso que, por lo que tengo entendido él estaba a cargo.
-Tengo órdenes estrictas de no difundir la dirección de nuestros oficiales retirados, pero si habla con la comisaria Isabela Pérez quizá pueda obtener la ayuda que usted necesita, ella era compañera de Horacio cuando era comisario.
-¿Entonces usted cree que ella pueda ayudarme?
-Sin ninguna duda. Mire por este pasillo al fondo, su oficina es la segunda. Espero que tenga suerte.
-Muchas gracias, ha sido muy amable.
Por supuesto traje el diario con migo, de otra forma dudo mucho que me creyeran. De todas maneras, me gustaría hablar con el Oficial Cruz y no con su compañera. Llegué hasta la oficina y toqué dos veces la puerta. Sentí un adelante y pasé inmediatamente. La oficina era bonita, cuadros colgados por todas partes, algunos eran diplomas, otros contenían fotos y otros eran pinturas; paredes marrones; el piso era azul al igual que el techo; estantes con libros jurídicos y detrás de un escritorio lleno de papeles se encontraba sentada la Oficial Pérez.
-¿En qué puedo ayudarlo?
-Mi nombre es Jonathan Olivares y estoy buscando al Oficial Cruz ¿Usted puede decirme dónde puedo encontrarlo?
-Por favor cierre la puerta, pasé y tome asiento.
Hice lo que me ordenó. Su aspecto es igual al del diario, pero se nota que han pasado once años, ya que en su rostro no se reflejan treinta y siete años sino casi cincuenta.
-¿Por qué está buscando a Horacio?- ella se veía intranquila.
-Es un asunto bastante delicado, sobre un caso en el que tengo entendido el Oficial Cruz estaba a cargo, pero preferiría hablarlo con él en persona.
-Eso es imposible señor, no debería decirle esto, pero años atrás Horacio tubo un caso bastante complicado. De un día para el otro, muchas personas comenzaron a desaparecer, estábamos desconcertados pero luego descubrimos que lo único que tenían en común, era que habían sido compañeros de secundaria. Hubo muchos sospechosos, pero Horacio sabía quién era el culpable, él estaba seguro. Se obsesionó demasiado con ese sujeto, empezó a seguirlo, incluso a soñar con él. Imagínese su reacción cuando descubrió que ese hombre desapareció. Obviamente Horacio sabía que no lo habían secuestrado como a los demás, no señor, Daniel había huido. Pero nadie le creyó, nadie excepto yo, porque jamás perdí mi fe en él. No dormía, no comía, solo pensaba en donde se pudo haber escondido, se preguntaba ¿Dónde está Daniel? Tanta fue su desesperación con el caso que descuido su salud y enfermó gravemente. Por órdenes médicas tubo que jubilarse y yo ocupé su puesto. Así que le ruego que si se trata de algún caso lo deje tranquilo. Déjelo descansar.
-Es que, en serio necesito verlo, necesito que me cuente todo lo que sabe, tengo algo para él y sé que le va a interesar.
-Veo que es muy urgente y de verdad me apena que no pueda confiar en mí-Comenzó a escribir en un papel-Esta es la dirección puede ir a verlo mañana a las ocho de la mañana, dígale que va de mi parte, porque de otra manera no va abrirle.
-Muchas gracias, en verdad se lo agradezco.
Salí de esa oficina con una sonrisa en el rostro que no borré en todo el día. Lo demás es irrelevante, pero les repito. Esto no sucedió hoy, sino ayer, o mejor dicho antes de ayer. Porque la hora indica que los sucesos que voy a relatar no ocurrieron hoy, sino ayer. Espero que me entiendan.
Como les decía, desperté temprano y traté de entretenerme hasta que por fin, se hicieron las siete y media. Ya estaba vestido y había releído la parte del asesinato de Gaetano Ramírez tres veces. Metí el diario en mi maletín marrón y salí casi corriendo hasta mi auto. Mis manos están temblorosas, me costó poner la dirección en el GPS. Conduje durante media hora hasta que pude ver en una pared blanca la dirección que había anotado la Oficial Pérez en el papel. Una puerta celeste era lo único que me separaba de encontrarme con mi salvación.
Toqué dos veces. Tres veces. Cuatro veces y nada. Por último me decidí por tocar el timbre, cuando escuché unos pasos detrás de la puerta.
-¿Quién es y por qué estás tan impaciente?-Su voz era grave y parecía que recién se había levantado, de un humor no muy agradable.
-Señor yo…
-Te voy avisando que no compro nada, ni quiero participar en ningún sorteo y mucho menos cambiar de religión, así que si ese es tu objetivo puedes ir yéndote por el mismo camino por donde viniste.
-No señor, vengo de parte de la Oficial Isabela Pérez.
Sentí que abría la puerta con la llave. Cuando esta terminó de abrirse, un hombre de cincuenta años apareció ante mi vista. Su cabello era rubio, pero se le notaban algunas canas, una barriga un tanto notoria y no estaba afeitado, de su piyama ni hablar, constaba de unos calzoncillos largos y una camisa con agujeros, que en un tiempo muy lejano había sido celeste, ahora su color estaba entre un gris claro y un blanco muy sucio con toques celestes.
-¿Isabela? ¿Por qué te mandaría ella?
-¿Me deja pasar por favor? Me parece que esto es mejor hablarlo cómodamente.
-Sí, sí, pasa.
Su casa era un verdadero desorden. Cajas de pizza por acá, gaseosas por allá, restos de comida en el piso, ropa por todas partes. Me invitó a sentarme en un sillón, el cual estaba bastante sucio y tenía una manchanaranja gigantesca y pegajosa.
-Haber muchacho ¿De qué me querías hablar?
-Soy de Buenos Aires y hace poco me mudé a una casa lejos del centro, bastante linda y con una extensa biblioteca en el ático. Una tarde decidí arreglar una pared que estaba rota y me encontré con algo que creo que puede interesarle bastante.
-¿Qué vas a mostrarme? ¿Un pedazo de madera? No me hagas perder el tiempo y vete de mi casa.
-No estoy burlándome de usted, mire yo no quería verme implicado en esto o quizá sí, la verdad ahora mismo no sé qué es lo que quiero, pero necesito su ayuda. Usted es el único que puede ayudarme.
-Está bien ¿Qué es eso que quieres mostrarme?
Saqué el diario de mi maletín y se lo mostré.
-Yo no leo nunca, no me interesa.
-Este no es un libro cualquiera señor, usted no me entiende. Es un diario.
-Y que, ¿Acaso pertenece a una muchachita enamorada y quieres encontrarla?
-¿Daniel Montenegro es una muchachita enamorada o un asesino señor?
-¿Qué nombre dijiste?- Su cara empalideció.
-Daniel Montenegro señor, si me deja puedo contarle lo que dice el diario.
-No creo que él se pusiera a contar como mató a sus compañeros, te advierto que si esto es una broma.
-No es ninguna broma señor. Él contó todo, aquí está toda la evidencia que le faltó para meterlo a la cárcel, para hacerlo pagar por todo el daño que hizo. Lea y si no quiere yo mismo voy a contarle como mató a Bruno Guzmán, a Darío Bustos, a Gonzalo Carrizo, a Pilar Barrios, a Luciano Lampiris, a Rodrigo Farías, a Diego Juárez y a Gaetano Ramírez. Él contó aquí cada detalle. Todavía no lo termino, ni siquiera voy por la mitad. Pero también sé de su visita a la casa de Daniel, sé que usted al igual que yo creemos y sabemos que es culpable. Él lo escribió-Busqué la página en donde habla del Oficial Cruz- Yo descubrí que él es un gran policía, sus instintos lo vuelven muy audaz, ojalá todo el cuerpo policial fuera como él, entonces viviríamos en un mundo sin injusticias. Por otra parte, él descubrió mi verdad, soy un asesino y me gusta matar. No voy a parar hasta ver a todos mis enemigos caer uno por uno. Él lo sabe y no va a descansar hasta verme tras las rejas. Veremos quién gana y quien cae primero. Lamentablemente ese día nos declaramos la guerra con el Oficial Cruz y aunque dentro de mí me da mucha lastima acabar con un policía tan respetable, si me estorba no me queda otra opción que hacerlo desparecer de la historia.
-Yo, yo, no sé qué decir, Daniel desapareció, no sé dónde está. Lo busqué durante cinco años y jamás pude encontrarlo, luego enfermé. Mi corazón ya no es el mismo. No sé cómo un viejo inútil e inservible como yo podría ayudarte.
-Por favor oficial, hasta Daniel se dio cuenta de que usted tiene mucho talento, usted es un gran oficial y si alguien lo hubiera escuchado, le aseguró que ese asesino estaría tras las rejas.
-De acuerdo, voy a ayudarte. Ven mañana, temprano y comenzaremos a investigar.
-Podríamos ir a la policía también e informarlos.
-NO, de ninguna manera, el diario pueden tomarlo como una prueba insuficiente. No nos creerían, no nos van a tomar en serio. Es mejor esperar y reunir toda la información y la evidencia suficiente. Sigue leyendo el diario, parte por parte, yo también voy a leerlo. Toma aquí tienes cincuenta pesos, necesito que lo fotocopies, así tú te quedarás con el original y yo con el otro. Quizá en el final diga dónde están los cuerpos. Si lo encontramos por fin se hará justicia y entonces esas personas van a poder descansar en paz. Vamos, apresúrate, ve a sacar esas fotocopias y no te demores.
Esa es la actitud que yo quería ver, luego de fotocopiar todo el diario y llevárselo al Oficial Cruz llegué a mi casa y dormí una siesta muy larga. Creo que ese es otro motivo por el que ahora no puedo dormir. Estoy mejor, aunque también me siento un poco nervioso. He leído tres partes más del libro y estoy casi vomitando. Este tipo no puede ser más repulsivo, pero mejor léanlo ustedes y quizá sientan lo mismo que yo…
24/05/2006 DIARIO PÁGINA 67 “PEDRO GÓMEZ”
No me imagino que pasaría si una persona pierde su memoria para siempre. “Los recuerdos nos hacen quienes somos, sin ellos nadie puede tener una identidad, nunca lo olvides hijo mío, no pierdas tu memoria, sin ella no serás nada” dijo una vez mi padre. Si están llenos de felicidad, la persona cuando crece se vuelve feliz y alegre; pero sí en cambio, se basan en tristezas y miedo, la persona se convierte en un ser sin sentimientos, el odio se apodera de cada célula delcuerpo, el alma se tiñe de negro y la desconfianza es la que manda.
Los médicos están acostumbrados a decir que los dolores tienen cura. Yo no opino lo mismo, hay un dolor para el cual no existe ningún medicamento o droga. Ese dolor es punzante y no cicatriza. Tu pregunta mi querido Diario es ¿De qué dolor estás hablando entonces? Y te pido disculpas si lo único que escribo en cada oración es la palabra dolor, pero no hay sinónimos que pueda yo utilizar. Y en este caso estoy hablando del dolor del alma. ¿Qué es alma? Es aquello que todos tenemos, no podemos verla ni estudiarla, no es como el corazón o los riñones; el alma es la raíz de nuestra esencia. Y es ahí, donde el dolor incurable se deposita, nos acompaña por el resto de nuestras vidas, sangra incontrolablemente pero no morimos ¿Cómo controlamos una hemorragia invisible? No se puede, no hay manera, solo nos queda resignarnos, vivir con dolor, dormir con dolor y despertarnos con dolor. No hay otra manera, no hay fórmula alguna, no hay medicamentos, no hay nada. El dolor de mi alma no tiene solución y solo por ese detalle nadie tiene salvación.
Mejor cambiemos de tema. Anoche tuve una pesadilla, pero no es la que estás pensando. No soñé con los infelices que maté; sino con los otros. En mi sueño, venían todos ellos a golpearme y burlarse de mí. Entonces saqué una conclusión, no voy a dormir tranquilo hasta que todos esos inútiles que una vez me hicieron tanto daño estén muertos y sufran tanto como yo.
Ya basta de descansos, basta de esperar. Mi paciencia se agotó. Tengo que ser más rápido, una semana es demasiado. Llegó el día, está todo preparado, lo único que falta es mi invitado de honor. Noche por favor, ven rápido, llama a la Luna y que consigo vengan sus esclavas las estrellas. Que contemplen el secuestro del próximo desgraciado y me ayuden a esconderme en su obscuridad, pero a la vez espero que iluminen mi camino, sean cómplices calladas de mis acciones y festejen mis triunfos, hasta que el Sol se apodere del cielo y ustedes viajen hasta el otro lado del mundo, donde quizá alguien como yo las necesite.
La época de la inquisición es mi favorita sin duda alguna. Ya te lo había mencionado antes mi querido, confiable y único amigo. La justicia es todo en esta vida ¿Qué haríamos sin justicia?, no seríamos nada sin ella. Y desde la inquisición, la justicia se hizo presente en el mundo. Persecución de gente que hace daño y atemoriza a los demás, a eso me estoy refiriendo. Todos creen que fue inhumano, cruel y morboso. Yo opino lo contrario, basándome en mis conocimientos y empatía por los demás, puedo decir que la gente acusada de brujería, homosexualidad, blasfemias y herejía, merecían totalmente su castigo. La pena de muerte implantada en Argentina a comienzos de este año, me parece demasiado pacífica para mi gusto. Las muertes deberían ser más dolorosas y tortuosas, los castigos crueles y con secuelas graves de por vida. De esa manera se cometerían menos crímenes, se podría decir que el temor solucionaría todo.
Por ejemplo, con los ladrones se debería utilizar el aplasta pulgares, su conceptoes parecido al rompecráneos que utilicé con el riquillo, sin embargo no causa la muerte. Su objetivo es el aplastamiento de uñas, falanges y nudillos en forma lenta y progresiva, extendiendo el dolor durante días sin provocar daño mortal al sujeto. El nivel de desgarramiento es controlado hasta el punto que se provoca prácticamente la mutilación del miembro. La tortura se hace lentamente, comenzando por las uñas, luego pasando a las falanges y terminando en los nudillos, destrozando así ambas manos completamente. Me parece un castigo bastante justo, dañar aquello que quita los bienes que a uno tanto le cuesta adquirir. Yo jamás he sido pobre, tengo dinero y mucho; pero aquellas personas que no tienen mucha posibilidad de comprar todo lo que quieren, se esfuerzan y trabajan sin parar hasta que por fin obtienen lo indispensable para vivir y que luego se aparezca una escoria de humanidad y se los robe en un segundo, mientras que a ellos les costó años obtenerlo, me parece aborrecible y desagradable. Personas así no deberían existir. Si el poder estuviera en mis manos, les quitaría la vida, pero eso sería muy piadoso. Mejor es dañarlos y que lo recuerden siempre.
Con los violadores sería algo mucho más sencillo. Una castración me parece bastante justa. El desgraciado se retorcería de dolor, no sé si muchos sobrevivirían; pero causaría miedo entre los demás violadores. Es decir, las personas, si es que se les puede llamar así a esos prospectos de hombres, verían semejante castigo y por lógica e instintos dejarían de cometer sus crímenes asquerosos y repugnantes. En conclusión,me atrevería a confirmar que se corregirían a causa de miedo. Como dice el dicho “el fin justifica a los medios”.
Ahí está, no tengo tiempo diario, tengo que salir del auto. Luego te contaré…
Bueno, ahora sí puedo escribir tranquilo. Estoy en el living de mi casa, esperando hasta que despierte el infeliz. Esta vez se trata de Pedro Gómez o mejor dicho “el repetidor”. Maleducado, sin modales, poco estudioso y nada agradable. Su estatura era entre media y baja, pelo morocho, tez morena, ojos marrones y cada año engordaba más. Lo conocí en tercero, cuando me cambiaron de curso, esa parte ya te la expliqué. Era el amigo de una chica, bueno si es que así se le puede llamar a esa boca sucia, jamás había escuchado a una “mujer” utilizar tantos insultos en una sola oración. En fin, ahora no voy a contarte precisamente sobre ella, sino que voy a referirme a él. Al desgraciado, al maldito, al oportunista y al insultador. Adjetivos me sobran para describirlo, lamentablemente no son buenos, sino todo lo contrario, son iguales a su persona, es decir aborrecibles. Este sujeto me jugó una broma demasiado pesada a mí parecer y es por eso que hoy tiene la suerte de conocer al amiguito que va a ayudarme a matarlo. Pero no quiero relatarte esa parte todavía, ya es costumbre que primero te cuente la historia del nacimiento de mi odio y luego la venganza de mi sufrimiento.
Un día gris en quinto año, lleno de aburrimiento y con una suave llovizna de fondo, me compré un café en el recreo. En un descuido, leyendo muy entretenidamente un libro sobre la Inquisición, no pude darme cuenta cuando Pedro le echó un sobre extraño a mi café. Todos se reían y no entendía porque. Cuando di un trago las rías se hicieron más fuertes, se revolcaban en el piso y hasta pude distinguir en algunos rostros lágrimas de risa. Seguí ignorándolos como de costumbre. De repente, algo raro sucedió. Mi panza comenzó a rugir. Parecía que mis intestinos estaban jugando una carrera y comencé a retorcerme de dolor. Tuve que salir corriendo al baño, todos estaban casi desmayándose de la satisfacción. No podía salir, el maldito había echado laxante a mi bebida, eso no lo supe hasta luego, cuando el mismo caradura me lo contó. Pero por eso, vamos de a partes, así puedo contarte lo que ocurrió cuando pude salir del baño. Cuando regresé al salón, todo estaba cubierto de papel higiénico, absolutamente todo y para mi mala suerte, justo llegó la maldita bruja de lengua, esa mujer que había comenzado todo, terminó de reforzarlo aquel día. Me echaron la culpa de todo, me quede hasta tarde limpiando aquel desastre que yo no había provocado. Y cuando por orden de la directora yo no debía limpiar nada, esa bruja me obligó a quedarme hasta tardes horas de la noche limpiando aquel desastre que yo no había causado.
Afuera, estaban esperándome aquellos lobos sedientos de sangre. Ningún colectivo pasaba a esa hora, hacía frío y los desgraciados me habían quitado mi campera, mis brazos estaban desnudos porque llevaba una remera manga corta, tiritaba a cada paso y mi nariz no dejaba de sangrar; apenas podía ver con mi ojo derecho. Me dolía todo el cuerpo. Pensé que iba a morir de hipotermia. Cuando llegué a mi casa, mi madre se encontraba hablando con un policía, lloraba desconsoladamente, mi padre tenía cara de preocupación. El policía me pregunto qué había pasado, sabía que por mi bien no debía decir nada. Inventé que todo se había tratado de un robo, quisieron convencerme de hacer una denuncia, me negué y les dije que estaba cansado y tenía frío. Subí a mi habitación, limpié mis heridas y me acosté a dormir. Estaba cansado, había sido un largo día y mañana a las siete y cuarenta y cinco todo comenzaría de nuevo. No podía faltar, nadie me prestaba las tareas. Así que debía asistir todos los días, todos los malditos días. No iba a dejar que nadie se interpusiera en mis estudios.
La misma profesora cuarentona, teñida y maquillada de manera ridícula que me había hecho aquella pregunta ese fatídico día, acabó con mi vida en ese instante y aunque no estaba muerto verdaderamente y mi cuerpo no había sido enterrado físicamente; yo me vi morir, una daga me atravesó el corazón y este se detuvo,se convirtió en piedra, las burlas y los insultos fueron mi cajón y mi odio fue la tierra que terminó de cubrirme por completo. Me convertí en un fantasma solitario, lleno de rencor que lo único que tiene es ganas de vengarse. Esa profesora de cuarta va a conocerme bien, va a arrepentirse de todo. Cuando mueran todos ella sabrá que es la última. Va a recordar toda la eternidad quien es Daniel Montenegro.
Hay un viejo dicho que dice “el hombre sano no tortura a otro, por lo general es el torturado el que se convierte en torturador”, esa frase me acompañó aquel día y fue la que me dio fuerzas para continuar. Más de una vez estuve en el borde del abismo, a punto de caer, luego recordaba esa frase y con mucho esfuerzo lograba salir de aquel barranco con pinchos afilados en el fondo.
Esa misma noche se me hiso imposible conciliar el sueño, Morfeo era incapaz de ser piadoso con migo y al parecer no encontró ningún motivo para mecerme en sus brazos, al parecer nadie me quiere a su lado. Saqué el libro de la inquisición para matar al aburrimiento y me di cuenta que tenía una página marcada. Todo vino a mi mente en un solo segundo. Antes de que el maldito repetidor pusiera laxante en mi café, marqué aquella página como una de las más macabras. Vaya suerte tuviste desgraciado, te espera el peor tormento del mundo.
Como construcción, que puedo decir, esta vez no tuve que hacer absolutamente nada. Lo voy a colocar en una cama vieja que tenía guardada, obviamente voy a atarlo. Pero, en esta ocasión necesito un poco de ayuda. Encontré de casualidad en el campo que hay detrás de mi casa, un amiguito que me va a servir. Es bastante grande y se me hizo difícil poder atraparlo. A fin de cuentas, a mí nadie me gana. Es una rata, más bien es un pericote, una especie de roedor pero de gran tamaño, incluso el que tengo aquí es como un gato, pero no por eso deja de ser una rata, es bastante salvaje. Es perfecto. Su nombre, por el momento es Mormo, cuenta la leyenda que Mormo es un demonio derivado de una espíritu de la antigua cultura griega, que castigaba a los niños malos. Además, era consorte de Hecate, la diosa griega del inframundo y la brujería. Este demonio era una criatura parecida a una mujer vampiro, las niñeras en las antiguas épocas de Grecia utilizaban al demonio para asustar a los niños, los engañaban y contaban una horrible historia en donde este monstruo mordía a todo aquel que se atreviese a portar mal. El nombre me pareció excelente, porque eso es precisamente lo que va hacer mi ratita, va a morder a un niño malo, muy malo de hecho.
-AAAAAAAAAAAAAAAAH ¿DÓNDE ESTOY?
El show comenzó. Los gritos me dan energía para revivir. Eso es precisamente de lo que se trata mi venganza, necesito dolor, sufrimiento y agonía de todos aquellos que me mataron para volver a revivir. La tierra se hace a un lado, mi cajón se rompe, mi corazón late con fuerza, mis músculos dejan de sentir rigidez y por mis venas corre sangre hirviendo, es en ese instante donde siento que estoy vivo, mis pulmones se llenan de aire con sabor a satisfacción, estoy caminando y voy presuroso hacia la habitación de la tortura, donde yo he revivido y no precisamente para salvar al mundo, sino para limpiarlo de la mugre y la escoria.
-Bienvenido querido, te he estado esperando con ansías. También hay alguien que quiere conocerte, pero voy a presentártelo luego. Estoy seguro que estás enojado y bueno tienes motivos ¿O no? Haber veamooos, estas atado, no tienes camiseta, tienes frío, no sabes dónde estás ¿Qué se siente sentirse indefenso?- Mi rostro tenía una sonrisa muy grande, como algunos dicen, de oreja a oreja.
-MALDITO LOCO MÁS VALE QUE ME SUELTES O SI NO…
-¿O si no qué? ¿Qué podrías hacerme ahí atado?
-Mis amigos van a encontrarte y van a cobrarse cada cosa que me hagas, ojo por ojo diente por diente, van a vénganse después de esto, van a…
-¿Van a hacerme cada cosa que te haga? Dudo que tus amigos tengan un gramo de mi inteligencia ¿Piensas que voy a pegarte? ¿A insultarte? ¿A humillarte? Por favor, yo soy mucho más original y culto. Sin embargo, tu destino decidió la manera en la que vas a morir, esta vez no fui yo.
-¿MORIR? ¿A qué te refieres?
-¿Quién piensas que ha estado matando a todos esos inadaptados a los que un día llamaste“amigos”? Ah perdón, lo que pasa es a veces olvido que en las noticias solo dicen que desaparecieron, como nadie encuentra los cuerpos y estoy seguro que nunca van a encontrarlos. Pero no nos desviemos del tema, primero voy a recordarte lo que sucedió el día exacto en el que decidí que iba a matarte.
-NO QUIERO ESCUCHARTE, NO VOY A ESCUCHARTE. AUXILIOOOO, ALGUIEN QUE ME AYUDEE.
-Y yo que pensaba dejarte vivir, pero bueno si solo quieres gritar…
-¿Dejarme vivir? Pero hace un segundo ibas a matarme.
– Si me dejaras hablar entenderías, pero no hay caso.
-NO, NO ESPERA, ESTÁ BIEN, CUENTA TU HISTORIA. PERO DÉJAME VIVIR POR FAVOR.
-Así me gusta. Como decía, no voy a recordarte todos los sucesos del día en que me echaste ese laxante en el café porque estoy seguro que lo recuerdas exactamente, pero hay un detalle al que nadie estaba prestando atención. Yo estaba leyendo un libro, un libro muy viejo ¿No lo recuerdas, verdad?
– No logro recordar, pero te pido perdón. Por favor quiero salir, tengo hijos esperándome en casa, ellos cuentan con migo, su madre murió, solo me tienen a mí.
-MALDITO MENTIROSO, odio la mentira, es repugnante y asquerosa, que tonto fui al momento de creer que debía dejarte vivir. ¿En serio tengo cara de ignorante? Primero Gaetano quiso engañarme diciendo que su madre estaba gravemente enferma, ahora tú sales con el cuento de tener hijos y una esposa muerta, pero por favor ¿Acaso no tienen cerebro? ¿Por qué crees que sabía el momento exacto en el que tenía que secuestrarte? ¿Creen que tengo la bola mágica? No, están totalmente equivocados, yo los sigo durante días enteros, me aprendo sus rutinas de memoria, escucho sus conversaciones, reviso su basura, los miro mientras duermen, sé todo sobre ustedes y en ningún momento via ningún niño cerca de ti, mucho menos a uno llamándote papá.
-Esta semana están con mi madre. Llámala y verás. POR FAVOR TIENES QUE CREERME- Comenzó a llorar desesperado.
-Veo que no vas a cambiar, que descarado, mentir a estas alturas. Cuando digo que lo sé todo, significa que lo sé todo. No tienes hijos, mucho menos tuviste una esposa así que nadie pudo morir. Tu vida es miserable, vives en una casa llena de humedad y mugre, te juntas los viernes con tus amigos a drogarse y tomar vino hasta emborracharse. Los sábados te trasnochas con mujeres que ofrecen servicios asquerosos a cambio de limosnas. La chica que quieres, no te quiere, le das asco y está por ponerte una denuncia por acoso, dice que está harta de que la sigas a todos lados. No la culpo, estas gordo, tienes barba, no estudias, no trabajas, vives en la miseria y la poca plata que ganas en changas te la gastas en prostitutas, droga y alcohol. Mejor que la muerte te evite la humillación.
-POR FAVOR, QUE SEA RÁPIDO, NO ME HAGAS SUFRIR.
-Todo lo contrario desgraciado, vas a sufrir y te aseguro que mucho. Mira, voy a presentarte a un amiguito que va a ayudarme a matarte de una manera lenta y dolorosa-En una mesa estaba la jaula de Mormo con una manta encima, quite la manta y el cobarde pegó un grito-¿No me digas que tienes musofobia? Vaya cobarde, pero si es un animalito muy tierno míralo- Le acerqué la jaula.
-SACA ESO DE MI VISTA LUNÁTICO ¿QUÉ ES LO QUE QUIRES? ¿DINERO? PUEDO CONSEGUIRLO SOLO DAME UN POCO DE TIEMPO Y…
-Mormo espero que te portes muy bien, quizá también sufras un poquito pero luego de esto vas a ser libre.
Agarré un guante bastante grueso y me lo coloqué en la mano derecha. Luego tomé a Mormo con esa mano, el maldito animal me quería morder, pero se tranquilizó un poco cuando lo apoyé en la panza del infeliz. Inmediatamente agarré el balde de agua que tenía a un costado del cuerpo y lo coloqué arriba de la rata, capturándola por completo.
-Mira esto es muy sencillo, este método se utilizaba en la época de la Inquisición, aunque todavía no se sabe su origen verdadero. Aquel día de tu maravillosa idea yo me encontraba leyendo un libro sobre torturas, luego de que todo mi tormento terminó, regresé a casa. No iba a llorar porque a esas alturas mi sistema ya no tenía lágrimas. Ustedes me dejaron sin lágrimas.
-AUUUCH ME ESTÁ RASGUÑANDO, HAS ALGO POR FAVOR.
-Claro que voy a hacer algo, en épocas antiguas, arriba del balde de agua se ponía carbón caliente o madera caliente. Así que es momento de encender la fogata, quédate quieto, esto va a tomar solo un segundo.
-¿Todo esto por una broma? ESTAS LOCO, ESTAS ENFERMO, DESQUICIADO.
-Sí probablemente esté loco, enfermo y desquiciado, me lo he preguntado muchas veces. Es un tema bastante controversial porque sabemos la respuesta, pero lo que la gente no entiende es que las enfermedades mentales son como el cáncer o la diabetes; están ahí dormidas, hasta que algo las despierta y luego en la mayoría de los casos es imposible volverlas a dormir. Una frase muy vieja de un hombre muy sabio dice que “no hay genio sin un toque de locura”, pero que vas a saber tú sobre frases viejas y hombres sabios, eres un parasito y tu existencia es inmunda. Eliminarte va a ser lo mejor para la sociedad-Mientras yo decía todo esto, preparaba el fuego y veía como los troncos de madera se calentaban poco a poco hasta tomar un color rojo, era el momento de calentar la ratita.
-Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre…
-No te va a servir de nada rezar a estas alturas, es más yo creo que te conviene más rezarle a Satanás porque de esa manera quizá no te haga sufrir tanto en el infierno.
-¿TE CREES DIÓS PARA SABER SI VOY A IR AL CIELO O AL INFIERNO? TE VOY A DECIR UNA COSA, YO SERÉ MUY IGNORANTE PERO SÉ QUE DIÓS ES MISERICORDIOSO Y ÉL VA A PERDONARME POR LAS BROMAS QUE TE JUGUÉ EN LA JUVENTUD, PERO A TI ESTO QUE ESTÁS HACIENDO NI DIÓS TE LO PERDONARÁ. VAMOS A IR AL CIELO MIENTRAS TE QUEMAS EN EL INFIERNO.
-En eso tienes un poco de razón, Dios es misericordioso, pero hasta un niño se da cuenta de las cosas que tienen perdón y las que no. Ustedes me convirtieron en lo que soy, si hubieran sido más responsables y hubieran pensado mejor sus acciones ahora podrías estar emborrachándote con tus amigos y sonriendo a lo loco. Pero estás aquí. Fuiste malo, muy malo, me llenaste de tragedias, pero ¿Sabes qué? Les agradezco que me llenaran de tragedias, gracias por la tragedia. Porque verdaderamente la necesito para mi arte. Y antes de que muera yo, ustedes morirán. Se lo merecen, nos vemos en el infierno- Coloqué el tronco caliente con una pinza arriba del balde de metal.
-¿PARA QUÉ ES ESO MALDITO LOCO?
-Para asustar a Mormo. Él en estos momentos piensa que se está por quemar, debe estar desesperado buscando una manera para salir.
-ME ESTÁ MORDIENDO, ESTÁ ARAÑANDO MI PIEL. NO PUEDO MÁS, AYUDAAAAAA, AYUDENMEE POR FAVOOOOR.
-Es obvio que va a arañarte y morderte, su única salida para no morir es escarbar tu panza y cavar un túnel a través de tus tripas para poder salir por tu espalda. El pobrecito piensa que lo voy a dejar en libertad, pero realmente voy a matarlo, detesto a las ratas, están llenas de enfermedades, son asquerosas y sucias. Se parece bastante a ti.
Me senté en una esquina a esperar, mientras escucho sus insultos y gritos de agonía. Esto es bastante rápido pero no por eso deja de ser doloroso para él ¿Cuánto crees que puede demorar Mormo en salir diario? Lleva cinco minutos. Él está desesperado, grita como un desquiciado, se retuerce de dolor y está temblando. Han pasado cinco minutos más, Mormo está tardando bastante en salir, espero que no se haya ahogado antes de terminar su trabajo. En todo este tiempo, después de todas estas muertes hay una frase que escuché hace muchos años y recién hoy puedo ver su verdadero sentido “la muerte es un castigo para algunos, para otros es un regalo y para muchos un favor”. Este infeliz está tirando sangre por la boca, tiene una especie de convulsión y está agonizando, dice frases incoherentes. De repente pega un último grito, símbolo de que la muerte vino por él. La parca está en esta misma habitación, no es la primera vez que viene, claro está. Pero últimamente se cuándo está por llegar, el ambiente se pone frío, se ven sombras en todos lados y el infeliz pega ese último grito. Después nada. Silencio absoluto, vaya por fin ha salido Mormo, está lleno al parecer, tiene su panza muy grande, respira agitadamente. Esto no me lo esperaba, ha vomitado en todo el piso tripas y sangre, en vez de darme asco, me da alegría. Sabandija inútil, sí que sufriste y ahora siguen tus fieles amigos. Ellos son los próximos en mi lista. Hasta pronto mi confiable y querido Diario.
20/12/2017 “PROBABLEMENTE, ÚLTIMA VEZ”
Perdonen por interrumpir las matanzas de Daniel, pero tengo algo más importante que relatarles y muy poco tiempo. A decir verdad, me tiembla cada músculo de mi cuerpo. No sé si verdaderamente, voy a salir vivo de todo esto.
Me considero intrépido, porque no quiero abandonar este descubrimiento tan grande. Sin embargo, el miedo se está apoderando de mí. No crean que soy un gallina, pero creo que hasta el hombre que escala el Everest, alguna vez se despertó asustado, soñando con una caída inevitable o el policía que todos los días sale a trabajar, tiene miedo de que algún malviviente le dispare en la cabeza y terminé con su vida solo por el simple hecho de llevar uniforme azul. Dios santo, ya me parezco a Daniel. Ese libro deja obsesionado a cualquiera. No crean que las muertes acabaron, el libro está lleno.
Junto a Cruz, descubrimos algo más inquietante todavía. En la provincia de Buenos Aires, justo en La Plata, mi ciudad natal, están desapareciendo personas sin causa alguna. Los dos pensamos que podría tratarse de él en un principio. Luego descubrimos que estábamos equivocados por un hecho, que voy a contarles a continuación. No quiero adelantarme, estos días hemos averiguado muchas cosas.
Primero que nada, el día 18/12/2017 fuimos a la inmobiliaria. No sé si recuerdan, pero yo anteriormente les había contado que tenía que ver al gerente un miércoles. Lamentablemente olvidé esa cita debido a que estaba lleno de trabajo y el diario ha consumido el poco tiempo libre que tengo. Leer y escribir, es lo único que hago últimamente. Nos pareció a Horacio y a mí bastante conveniente ir a hablar a la inmobiliaria, ya que quizá ellos podrían saber sobre el paradero de Daniel. Así que al otro día, sin cita previa y a primera hora visitamos aquel lugar.
-Buenos Días ¿En qué puedo ayudarlos?-Dijo la secretaria cuarentona de cabellos rubios, uñas largas y rosadas, de ese mismo color tenía sus labios, bastante “indiscreto” por cierto.
-Necesitamos ver al gerente de inmediato señorita-Habló Cruz con bastante autoridad.
-¿Tienen cita?
-No, no tenemos, pero yo soy policía, por favor déjenos hablar con él.
-¿Puede mostrarme su identificación?
-Tenga- Cruz le pasó su identificación de policía.
-Señor aquí dice que usted está retirado. Esta identificación no es válida, si no tienen una cita me lamento que no podré dejarlos pasar.
-Disculpe señorita-Comencé a hablar yo- Este asunto es muy delicado, encontramos algo en la casa que compré hacer poco y estoy seguro de que el gerente del lugar va a estar bastante interesado. Por favor, hay vidas implicadas en todo esto, solo queremos saber si tienen información sobre el dueño anterior de la casa. El apellido es Montenegro, la asistente inmobiliaria se lo dijo a mi padre cuando compré la casa.
-¿Me podría decir la dirección, por favor?
-La calle es los Filtros. La casa no tiene número, pero está ubicada unos tres kilómetros luego de pasar la bodega- La cara de la secretaria empalideció.
-Hay un pequeño problema señor. El dueño anterior de esa casa, es precisamente el gerente de este lugar, Daniel Montenegro ¿Por qué dice que hay vidas implicadas?-Ahora nuestras caras fueron las que tomaron el tono de la nieve.
-Por nada señorita, que tenga un buen día-Dijo Cruz y me susurró al oído- Jonathan tenemos que salir de aquí ahora mismo- Intentó agarrarme del brazo para sacarme de aquel lugar, pero lo detuve.
-No, no voy a permitir que esta vez se te escape de vuelta. No hemos llegado tan lejos para retirarnos ahora mismo. Pensé que eras valiente, pero ahora me doy cuenta de que eres un cobarde.
-Podemos atraparlo de otra manera, si nos pilla ahora mismo sin protección, podría hacernos lo mismo que a los otros, hay que pensar con claridad- Nos hicimos a un costado, para que la secretaria no escuchara nuestra conversación.
-Me rehúso Cruz. No lo voy a permitir, podemos atraparlo ahora mismo. Traje mi teléfono, intentemos sacarle la confesión y llevémoslo con la justicia, por favor. Este diario está acabado, tiene todas sus hojas completas, pero quien sabe si no fabricó otro ¿Cómo sabemos que no ha seguido matando? Hace unos días desapareció una chica, la semana pasado fue un hombre ¿Cómo sabemos que no es él?
-Mira muchacho. Escucha atentamente lo que vamos a hacer, vamos a irnos de este lugar ahora mismo y vamos a seguir al maldito en mi auto, hasta encontrar el momento exacto para poder atrapar a ese criminal.
-No es idiota Cruz, ahora que su secretaria le diga porque motivo estábamos acá va a escapar, le dijimos que habían vidas implicadas. Va a huir, es demasiado inteligente. Es ahora o nunca ¿Estás con migo o hago esto solo?
-A partir de ahora estas solo. Si te mata es porque eres estúpido, no te lamentes cuando pruebe contigo alguno de sus artefactos.
-BIEN, ESTA BIEN, CORRE, VETE, DÉJAME SOLO. COBARDE, EN ESO SÍ QUE SE EQUIVOCÓ DANIEL, ERES UN COMPLETO COBARDE.
Cruz se dio media vuelta y se fue. Volví a hablar con la secretaria y me dijo:
-En este momento, el señor Montenegro no se encuentra en la ciudad. Él se dedica a vender casas por todo Mendoza, ahora precisamente tuvo que viajar por esos asuntos hasta Malargüe. Sin embargo, cuando estaba hablando con el policía retirado, lo llamé por teléfono y le expliqué la situación. Me contestó que iba a viajar inmediatamente y lo espera mañana a las ocho en este lugar- La secretaria me pasó un papel donde estaba anotada la dirección- Es la casa actual del señor Montenegro, pero queda en Cuadro Nacional, llámeme si no la encuentra e intentaré ayudarlo.
-Muchas gracias señorita, ha sido muy amable.
Me retiré del lugar y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Ahora estoy solo en esta búsqueda, que por cierto, ya no es búsqueda. Mañana voy a estar cara a cara con el asesino de treinta y tres personas, en la mayoría hombres. Mañana voy a encontrarme con aquel hombre que de niño sufrió bullyng, fue despreciado y golpeado por tener dinero y ser inteligente.
Las personas que lo querían murieron y se quedó solo en el mundo. Luego de eso comenzó a matar, tiene una mente brillante y estoy seguro de que si trabaja en una inmobiliaria es porque simplemente no puede irse de este lugar. Se fue de la casa, pero necesita quedarse ¿Por qué? Esa es la pregunta. Tomo el diario y reviso los nombre que hay anotados.
28/05/2006 “MARTÍN FERREYRA”
31/05/2006 “MAURICIO TORRES”
06/06/2006 “QUIQUE JARA”
09/06/2006 “RAUL JIMENEZ”
15/06/2006 “HORACIO ESPINOZA”
17/06/2006 “VALENTÍN SOSA”
22/06/2006 “MARCELO BUSTAMANTE”
27/06/2006 “GABRIEL PINO”
02/07/2006 “NESTOR VALDÉS”
06/07/2006 “LAUTARO NAVARRO Y LUCIANA MEDINA”
11/07/2006 “RAFAEL MIRANDA”
16/07/2006 “MANUEL MENDOZA”
23/07/2006 “BRUNO GÓMEZ”
26/07/2006 “BENJAMÍN SÁNCHEZ”
01/08/2006 “MAGALÍ VACA”
05/08/2006 “RENATA BRAVO”
10/08/2006 “ALAN DUARTE”
17/08/2006 “SAMUEL LOPEZ”
23/08/2006 “FLAVIO SUÁREZ”
27/08/2006 “MATEO ECHEBERRÍA”
01/09/2006 “SANTIAGO VALENZUELA”
05/09/2006 “GUSTAVO BENÍTEZ”
08/09/2006 “MARTINA SOLIS”
Están todos, esperen un momento. Busco y busco y leo a la velocidad de la luz. Quiero encontrar ese lugar donde dice lo que pienso, si es así la respuesta estaría delante de mis ojos. En la página 29, encuentro lo que tanto buscaba. Es el capítulo en donde mata a Gonzalo Carrizo. Aquel chico que se inventó lo de la lima y como cruel destino Daniel practicó una vivisección con él y lo obligó a comerse sus propios órganos, para luego acabar arrancándole el corazón. “El diablo debe estar contento con migo, seguro me considera su mejor amigo, en esta ronda pienso mandarle treinta y tres imbéciles y sacando cuentas en la segunda ronda van a ser treinta y tres inútiles más; es decir sesenta y seis almas sentenciadas, quien sabe, quizá agrego más a la lista y luego puedo obtener una tercer ronda”. Mi corazón late con fuerza. Maldita sea.Por eso no se ha ido, todavía no termina. Recién va por la mitad. Tengo que detenerlo a toda costa. No puedo dejar que él mate más personas. No se lo merecen. No me importa si muero mañana.
Papá y mamá si están leyendo esto por favor perdónenme y no sufran por mí. Sé que muchas veces no suelo ser cariñoso y no los llamo tan seguido, pero eso no significa que no los quiera. Debo hacer lo correcto y eso implica jugar mi vida, pero salvar treinta y tres más.
Estoy más que seguro, que no voy a poder dormir en toda la noche. Ahora son exactamente las cuatro de la madrugada, tengo una pinta terrible, a leguas, él va a notar que no he dormido nada. De Cruz no hay una sola noticia, ni llamadas ni nada. En estos momentos me estoy preguntando si hago lo correcto. Poner en riesgo mi vida para salvar a otras ¿Estará bien? ¿Me estaré arriesgando demasiado?
Me cansé de dar vueltas en toda la casa. Incluso revisé si encontraba alguna puerta secreta en el piso, que me condujera a algún sótano, pero nada ¿Dónde está la famosa “habitación de la tortura”?
Mis ansias me están matando. Estoy descompuesto y tiemblo a cada rato. La falta de sueño, me está provocando una especie de paranoia. Acaba de pasar algo sumamente extraño y no puedo encontrarle explicación. Mi mente me está jugando en contra. Estaba escribiendo en la computadora y de repente en el reflejo de la pantalla, como si nada, me pareció ver a un chico un tanto alto parado detrás de mí. Eso no fue escalofriante, lo que me impactó fue que le faltaban los ojos y la nariz. Cuando me di vuelta ya no estaba, me froté los ojos y me dije que todo era producto del sueño. Luego sentí una respiración en mi cuello, y pude verlo mejor. Morocho, de pelo negro, extremadamente flaco y con una cara de tristeza que me llenó de pena. Me tapé los ojos. Estaba horrorizado. Me repetía una y otra vez “esto no está pasando”. Y fue cuando me susurró al oído:
-Cuéntala Jonathan. Cuenta mi historia y vas a liberarme.
Me destapé los ojos y veía todo borroso, se dio media vuelta y se fue.
-Espera, ¿Cómo te llamas? MALDICIÓN, ME ESTOY VOLVIENDO LOCO.
En un instinto me dispuse a buscar a alguien con sus mismas características. Quique Jara correspondía. Daniel describe muy bien, es demasiado observador. Por la falta de tiempo, me temo que no voy a poder escribir toda la historia completa. Pero sí voy a seleccionar lo más importante.
Al parecer Quique era un chico con dinero, viajaba, era parecido a Bruno Guzmán. Lo describe como la mano derecha de Pedro Gómez y dice odiarlo por el simple hecho, de ser amigo del chico que le jugó la broma más pesada de la historia. Lo secuestró en el negocio familiar. Mató a toda su familia, al padre y a la madre les disparó. A sus hermanos los apuñaló y murieron desangrados. El único que quedó vivo fue el perro. Daniel menciona que le gustan los animales, que estos son los únicos seres inocentes en todo el mundo. Fue una masacre, sangre por todos lados y la policía no encontró una sola huella. No me extraña. En cuanto a Quique, el método de su muerte fue la mutilación. Daniel cuenta que Quique se comportó como un marica al momento de asesinarlo. Gritaba como una niña y creía que pertenecía a una secta satánica porque ese día era 06/06/2006. Al parecer asoció el número con el Diablo, pero él dice lo contrario y menciona que solo fue coincidencia o quizá el destino lo quiso así, jamás trató de que la fecha coincidiera con el número de la trinidad satánica; acá se desvía del tema diciendo que la gente no sabe el verdadero significado de ese número, el cual es Diablo, Anticristo y Falso Profeta. Primero le quebró todas las articulaciones con una masa, empezó por la articulación de los tobillos, luego por la articulación de los codos y las articulaciones del hombro. Le cortó los dedos de las manos y los pies con un alicate. Con un hacha le cortó las piernas y los brazos. Le arrancó los pezones y la nariz con una pinza caliente y le sacó los ojos con las manos.
No dice donde ocultó los cuerpos, jamás menciona eso. Maldito desgraciado. Cuando terminé de escribir la historia de Quique sentí unas voces que decían al unísono.
-LIBERANOS, POR FAVOR, LIBERA A LOS DEMÁS.
No quise mirar. Fui corriendo al baño. De repente, la canilla del agua caliente comenzó a abrirse sola y el espejo del botiquín se llenó de vapor. Comenzó a escribir una mano que yo no podía ver la siguiente frase “Soy Magali Vaca, libérame por favor”.
Ya no sé qué creer y que no. Salí del baño y busqué el diario. Genial, ahora no solo estaba lidiando con un asesino serial, también hay fantasmas y me piden que los libere. Estoy loco, esa es la explicación. Busqué el nombre Magali Vaca y lo encontré.
Empieza diciendo que hacerse auto daño, para algunas personas es una manera de liberarse de los demonios que uno tiene dentro. El dolor agudo a veces quita el dolor emocional, por milésimas de segundo y eso vale la pena. Sin embargo, hay muchas personas que usan ese método, para que su entorno les preste atención. Magali es una chica morocha con rulos, cambia su color de pelo cuando se le antoja, maleducada, hija de vendedores de droga, drogadicta, etc. Muchas características malas al parecer. Ha quedado embarazada unas tres veces, pero interrumpió sus embarazos. Daniel considera el aborto un tema totalmente terrible, piensa que todos tenemos derecho a elegir cuando acabar con nuestras vidas y ella le arrebató ese derecho a tres niños. Él entonces va a ser lo mismo, le va a arrebatar la vida de la misma manera. La secuestró en un callejón ubicado cerca de la casa de Magali. Ella estaba bajo los efectos de la droga. No tuvo que dormirla, pero la encerró en el baúl de todas formas, para que no lo vieran con ella. Cuenta que lo molestaba demasiado en la escuela, le ponía apodos, se burlaba de su ropa y cuando contestaba algo correctamente decía algún comentario ofensivo.
En el campo él tenía una especie de trituradora que sirve para las cosechas, la llevó hasta la habitación de la tortura, Magali se trituró dentro. Quedó completamente cortada. Las paredes, el techo y el piso se tiñeron de color rojo y en las aletas de la trituradora quedaron pedazos de carne muy diminutos. Irreconocible.
Son las seis de la mañana. Dos horas, estoy exhausto, pero sé que si me voy a dormir, no voy a despertarme hasta las tres de la tarde. Entonces prefiero aguardar un poco. Solo faltan dos horas. Los fantasmas siguen apareciendo. De hecho mientras escribo esto puedo sentir como alguien me está tocando el hombro. Ya estoy harto. Camino hasta el medio del living y grito.
-YA BASTAA. NO PUEDO LIBERARLOS A TODOS. NO EN ESTAS CONDICIONES, DENTRO DE UNAS HORAS, TENGO QUE IR A VERLO, VOY A ENCONTRARME CON DANIEL. SI LO ATRAPO QUIZÁ TODOS QUEDEN LIBRES.
Siete y media. Gracias a todos los que están leyendo esto, mi noche fue bastante pesada. Así que, si no utilizo las palabras correctas, es porque estoy exhausto. Pero en este momento el sueño es lo que menos me importa. Nada va a evitar que me encuentre con Daniel Montenegro. Este libro lo voy a subir a un sitio web, y espero que alguna editorial lo encuentre y lo publique. La historia de estas personas debe conocerse. En caso de que no vuelva, les pido perdón a todos los demás, solo alcancé a contar la de algunos. Voy a intentar encontrar los cuerpos de todos, espero que Daniel me diga dónde están. Espero que no me mate. No di aviso a la policía y no pienso hacerlo. Son las siete y cuarenta. Me tengo que ir por las dudas les digo adiós, deséenme suerte porque la voy a necesitar. Lo único que voy a aconsejarles es que si no quieren acabar como Bruno, Pilar, Gonzalo, Luciano o Rodrigo o cualquiera de los treinta y tres chicos torturados, piensen dos veces en como tratan a una persona…
EPÍLOGO
Narrador Omnisciente:
El joven Jonathan salió de su casa hecho un desastre. No durmió en toda la noche, solo se dedicó a escribir y pensar en que iba a decir cuando tuviera en frente suyo, al asesino más despiadado de la historia. Muchas personas dicen que no importa la cantidad, sino la calidad. Con Daniel Montenegro sucedió lo mismo, qué importancia tiene, si fueron veinte personas, cien o solo cuatro, los métodos fueron los más macabros. Resucitó toda una época de crueldad.
El viaje duró quince minutos. Llegó a las ocho y cinco. Sabía que eran cinco minutos de tardanza, pero se preocupó demasiado. Estaba nervioso y ansioso. No tenía idea sobre lo que iban a hablar. O como irían a reaccionar Ni siquiera sabía por dónde empezar. Iba a tocar la puerta, pero no tenía fuerzas suficientes o valor suficiente. En sus manos traía ese objeto, mejor dicho ese libro, para ser más específicos aquel diario, que había llenado su vida de problemas. Encontrarlo había sido un error, seguir la investigación y pretender ser Sherlock Holmes lo dirigió derechito hasta su muerte.
Tenía un presentimiento, nada iba a salir bien. Esa era la última vez que había salido de su casa. Su ex casa mejor dicho, ya nunca regresaría. Miró el cielo por última vez y se dijo con mucha confianza que Dios existía. El destino lo había llevado por ese camino, porque quizá había una razón. Quizá su muerte no sería en vano. “Cuenta nuestra historia para liberarnos” habían dicho esas voces, quizá pudo liberar a algunas. Pero él no creía mucho en situaciones paranormales, no tenían explicación. Le echó la culpa a la paranoia y tocó aquel timbre de color blanco que estaba en la pared.
De repente, sintió que la muerte se acercaba a cada pasó. Creyó que se desmayaría en ese mismo instante. El tiempo que duró la puerta en abrirse se le hiso eterno. Y luego lo vio, tal cual el diario lo describió. Un hombre medianamente alto, con cabellos rubios, tez blanca y ojos negros como una noche sin luna ni estrellas, estaba parado delante de él. Su cara, esbozó una enorme sonrisa cuando miró el objeto que traía aquel muchacho de veintitrés años entre sus brazos.
-Así que ese era el motivo que tenía que ver con vidas implicas- Daniel se cruzó de brazos, cada palabra pronunciada le dio a Jonathan un escalofrío. Pero sabía, que no debía demostrar miedo, de eso se alimentaba y él no iba a permitírselo.
-Yo en verdad no sé qué decir, solo creo que se me ocurre preguntarle ¿Por qué mantener esto escondido durante tanto años y nunca revelárselo a nadie? ¿Cómo hace su conciencia para descansar? -Jonathan intentó con todas sus fuerzas no tartamudear. Se repetía “no tengas miedo, no tengas miedo”.
-Bueno muchacho todo el mundo tiene un secreto. Solo que algunos lo esconden mejor que otros ¿Te importaría pasar? Es mejor hablar esto con comodidad.
Jonathan lo dudó. Titubeó al momento de caminar, pero sabía que debía ser valiente. No había hecho tanto, para nada. Asintió con la cabeza y cruzó la puerta, ya estaba dentro. Detrás de él un Daniel Montenegro bastante sonriente cerró la única salida disponible y quedaron los dos a solas…
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