Los ojos grises de Juan

Los ojos grises de Juan

erica miller

18/12/2018

Ojos grises, de Juan,silenciosos,con el mirar ansioso del que busca respuestas,no sabe de emociones ni de amores,solo miran cautivos la pobreza,resignados al no tener esperanza nueva,de algo distinto a todos los días que para el son iguales.Esos amaneceres solo se muestran aburridos ante su figura perdida entre la gente.Ese es el pobre, el niño que vaga por las calles sintiendo en su alma el abandono,la crueldad del hombre que se niega a ayudarlo,en su casa la miseria y el dolor del hambre,¿por qué? se pregunta con temor a que lo hagan callar,¿que mal hice para vivir de esta manera? no entiendo,piensa; su mente poco nutrida se confunde entre el pensamiento y el olvido y se muestra odiosa por la injusticia pero a la vez compasiva por hacerle olvidar un poco su destino.Ojos grises tiene Juan, porque nació de la angustia y la falta del brillo de la esperanza,¿quien es el culpable de tan infame situación de agonía?Nadie es culpable y todos son a la vez, como la indiferencia,la resignación,la culpa,la desigualdad social,se acercan al niño y lo acosan día y noche para mostrarle que no es un ser digno de esta vida.¿Quienes son dignos?, el pregunta,la miseria también esta dentro del alma y no solo afuera,el razona,todos merecemos mejor vida,piensa con cordura,pero algo le dice que él está en un mundo donde no encaja,esta lejos de alcanzar el ideal de una vida normal.Al tirarse al abandono y sufrimiento sin limites,una mano le toca el hombro,hijo, le dice,¿quieres ser feliz?El piensa que esta soñando al oír esas palabras y no desea despertar,niño;levántate,te ayudare a salir de este infierno de vivir en la calle,cuando abre sus ojos grises,se da cuenta que no es un sueño, sino que él ve una figura alta y esbelta,elegante y que nunca había visto antes.La ternura y la compasión son estrellas inalcanzables hasta ese día, cuando escucha decir¿como te llamas?Juan me llamo, contesta el niño con vos temblorosa, por la debilidad y el temor,vamos,le dice la voz,tendrás un mejor hogar y mejor vida,podrás cambiar tu dolor por alegrías y alimentaras tu cuerpo enfermo por el hambre,alientate,quiero que dejes de sufrir.El mundo que te ofrezco no sera color de rosas pero al menos podemos cambiar algunas cosas.El niño se incorpora y con vos quebrada y casi en llanto dice,salveme señor,estoy en la ruina,necesito ayuda,y quiero una solucion para mi casa,ellos son pobres como yo,no queremos esta vida de angustia continua,queremos alegrías,comida y jugar,estudiar algún día y ser alguien para ayudar a otros como lo esta haciendo usted conmigo.Pequeño,piensas bien,no te desesperes,haré todo lo posible para cambiar tu vida,haré lo mejor,hasta que consigas que estés sano,fuerte y puedas valerte por ti mismo. Señor,quiero aliviar el dolor de mi madre, quiero que mi padre regrese al hogar, que mis hermanos estén todos juntos y que podamos comer cosas ricas,que estemos bien alimentados como todos los niños que he visto pasar por la calle,tener autitos,pelota de fútbol,ropa,y algo que no quiero que falte mas,amor,abrazos,comprensión y compasión,esto le pido señor,ah, y a todos los pobres los voy a ayudar,no merecen estar así,son buenos,ellos son mis amigos,el cacho,el pelado,el rengo y muchos mas.Vamos niño,en mi casa mi esposa te espera con un rico almuerzo y descansaras en una cama limpia,tibia y blanda.El niño y el hombre se van caminando lentamente hacia el auto del señor Perez,el pequeño Juan se sube y no entiende qué hizo para merecer tan buen trato.Mientras viaja hacia algún lugar desconocido pero cree que será seguro,escucha palabras que le dan todavia más esperanza,alivio y paciencia, también tiene hambre y entonces el hombre le alcanza galletitas y jugo,que calman a medias su gran hambre y espera con alegría lo que viene.Llegan a la casa,sencilla y limpia y lo reciben unos brazos de madre cariñosa,lo besa una mujer que parece un ángel,piensa,y entran en la casa.Ve enseguida una mesa servida,llena de manjares,frutos,pan,comida rica,jugos y un árbol,lleno de hermosas luces y regalos en el piso,¿que es eso? pregunto el niño llamado Juan.Es el árbol de la navidad,te daremos muchos regalos este martes en noche buena, y ademas tendrás una gran sorpresa.Ven aquí,Juan,te darás una ducha calentita y te pondrás ropa limpia y nueva,vendrás a comer luego y después descansaras de tan largo viaje.Juan no puede creer que tanto amor pueda sentir de golpe,pero no pregunta porque,solo vive cada instante como disfrutando algo maravilloso que jamas había experimentado.Pero en su corazón y su mente recuerda a su familia,¿donde estarán,pensaran en mi,tal vez si, tal vez no?,quiere saber que pasó con ellos,pregunta,mis hermanos,donde están,quiero que esten bien,mi mama,llevenle comida,mientras repite sin cesar lo mismo, el señor Perez y Graciela,la señora de la casa le responden,no te preocupes Juan,tus padres y tus hermanos vendran para estar contigo pronto y celebraremos todos juntos la Navidad. Ya saben que estas aquí,le hemos dicho y desean que te ayudemos y a ellos también ya hemos socorrido nosotros con unos vecinos que han querido colaborar con esta hermosa obra.

Y Juan creció en el hogar de la familia Perez,esforzándose para ser un hombre de bien,mientras daba sustento a su familia.Pasó el tiempo,Juan se casó,tuvo tres hijos,que amaban y cuidaban tiernamente a sus abuelos. El papá,el señor Perez,contaba a sus nietos la historia de él y su hijo Juan de cuando vino éste por primera vez a su casa.Todos los hijos pedían cada navidad que el abuelo les contara la historia tan emocionante que se torno en felicidad después de haber tenido el abuelo misericordia por su hijo Juan.

El niño aquel,de gran corazón llegó a tener mucho dinero y pensó que al poseer tanta riqueza iría por las calles en busca de alguien a quien ayudar. Un dia caminando por la acera encontró a una mujer que lloraba y le pregunto él ¿porque lloras?ella le dijo que sus hijos vagaban sin hogar por las calles y no tenia dinero para darles de comer,los ojos negros y brillantes de Juan recordaron su niñez,todo pasó en un instante por su mente ya fortalecida por las fuerzas recobradas a través de los años.Recordó sus ojos grises de pena y soledad,y contó la historia a la señora que sollozaba sin consuelo. Le Prometo,dijo Juan,que voy a edificar un orfanato con toda la modernidad posible para que sus hijos y otros niños gocen de los derechos que son propios de ellos.Cesó la angustia, el dolor y el llanto,la cara de la mujer se transformó en risas y alegría,llena de felicidad agradeció a Juan,se despidió de él y este hombre decía entre sí: mis ojos grises ya brillan otra vez porque pude hacer con otros el bien,y caminando,repetía esa frase.

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