borrador

Capítulo I

Despertando del sueño

Pensé que después de tanto sufrir y pasar malos ratos por fin era feliz, no veía más allá de mi nariz, mi felicidad era plena y la compartía con todos los que estaban a mi alrededor. Me sentía como flotando en una nube de amor todos los días me despertaba con la ilusión de que todo eso iba a ser eterno, pero nada más lejos de la realidad.

Mi felicidad eterna duró solo un año que pasó volando como si lo estuviesen halando del otro lado para que se terminase rápido o al menos así lo sentí yo. Duramos cinco años de novios, aunque fue algo intermitente por peleas sin sentido el cóctel de hormonas en mi cerebro no terminaban de jugar conmigo aunque ya habían pasado los dos años que los científicos dicen que dura el enamoramiento, en eso cinco años solo tenía ojos para mi y yo para el, en realidad parecía un niño totalmente, en el sentido que dependía emocionalmente de mí a lo mejor por eso me apegué tanto a la relación, habían escenas de celos, hasta gritos y peleas fuerte que yo no supe frenar en ese momento, a los cinco años nació nuestra hija y al poco tiempo comenzamos a vivir juntos, no fue fácil por la economía pero poco a poco lo hicimos empezamos un negocio juntos y todo iba viento en popa.

Antes de vivir con el ya yo vivía con mi sobrina que es diez años menor que yo, linda y muy callada, confiaba en ella plenamente que gran error, bien me lo decía mi madre: «maldito el hombre que confía en el hombre» eso lo dice la Biblia y cuán cierto es.

De repente un día mi pareja salió solo y llegó al otro día en la mañana y lo tomó por costumbre, más que todo los fines de semana y yo empecé a pelear y el comenzó a golpearme y me decía mira lo que me hiciste hacer con tus peleas, perdóname y lo perdonaba. Le confiaba mis tristezas a mi gran amiga mi confidente, mi sobrina y ella me decía déjalo ese «perro» no te merece y yo le decía que si pero no lo dejaba.

Mi suegra un día me dijo saca a tu sobrina de tú casa y discutí con ella defendiendo a mi sobrina y le dije que metía las manos al fuego por ella y se rió en mi cara y aún así no pude ver nada, pensaba que las personas a mi alrededor eran igual de leales que yo, otra vez me equivoqué jajajajaja. Las peleas seguían y de repente yo dejé de ser lo más importante para él ya no salía conmigo, casi ni me hablaba, en el transcurso del día salía muchas veces del negocio después me di cuenta por los vecinos que se la pasaba metido en mi casa y quién estaba en mi casa? Mi sobrina la que yo amaba tanto, mientras tanto mi vida era un infierno y ella lo veía y lo vivía conmigo los golpes, los insultos y me consolaba, mirando en retrospectiva todavía no logro entender porque era tan hipócrita, eso solo lo sabrá ella en su corazón.

Mi pareja salía todos los fines de semana y comenzó a malgastar el dinero del negocio y decía que eso era de él y hacia con lo suyo lo que quisiera, compramos un carro usado pero era nuestro sueño tener un carro propio otro grave error yo puse la mitad del dinero con lo que yo recibía de mi mamá que es mi Ángel de la Guarda, fueron pasando los meses y mi felicidad se convirtió en dolor, me dolía el alma pensé que eso era imposible pero en realidad es un dolor físico no sabes que te duele pero duele ahora entiendo porque hay tantas personas que se han suicidado por amor yo lo pensé un par de veces pero no tuve el valor de hacerlo por mi bebé, en esos momentos yo no pensaba en mi, en realidad mientras estuve en esa relación yo nunca pensé en mi, mi prioridad era él y mi bebé cuando nació. Cada vez que tenía dinero lo invitaba a comer, le compraba ropa, zapatos y lo hacía con toda la felicidad del mundo y pensaba que si el era felíz yo era felíz otro grave error porque en ese tiempo nunca pensé en mi, que para dar felicidad primero tenía que ser feliz yo y para amar a otro primero tenía que amarme yo, nunca pensaba esas cosas solo pensaba que a pesar de los problemas estábamos juntos porque habíamos luchado por eso.

Un día estabamos en el carro dando vueltas y de repente se metió para la casa se bajó y se acostó le pregunté que porque habíamos ido a la casa y me dijo que estaba cansado, me voy a la cocina y veo el teléfono de mi sobrina y cuando miro mi pareja está detrás mi y se puso muy nervioso y miraba el teléfono, sospeché que algo no estaba bien y me quede en la cocina limpiando para que el pensara que yo no me di cuenta, apenas el se fué para la sala yo tomé el telefono y me metí al baño y ahí me di cuenta de todo, salían juntos, eran marido y mujer y ese dia entró a la casa porque ella le dijo en un mensaje que quería hacerle el amor que se iba a bañar para que salieran.

Mi mundo se me vino abajo salí del baño y los boté a los dos de mi casa, ella no me decía nada yo le di una cachetada y el me tomó por la espalda y me dijo que me quedara tranquila, no lo podía creer mi amiga, mi sobrina, mi sangre me traicionó y sabiendo lo mucho que yo amaba a ese hombre, fué el peor día de mi vida, ella se fué pero el no se quiso ir que porque su esposa era yo que ella solo era un pasatiempo.

Dejé de ir al negocio sólo me quedaba en casa llorando (lo estoy escribiendo y estoy llorando) y así poco a poco se fue destruyendo todo lo que me costó tantos años construir.

Mi vida se volvió un total infierno, en cualquier momento del día comenzaba a llorar, lo que me mantenía con vida era mi bebé ella no tenía la culpa de nada, ella me necesitaba y yo la necesitaba a ella.

Mi pareja me pidió perdón aún así intenté seguir pero no pude y las peleas se hicieron cada vez más fuertes y en una ocasión me tomó por el cuello y me desmayé cuando volví en si me dijo está bueno por «malparida» y el dolor se hizo mas fuerte, siguió saliendo solo y llegaba al otro día, me llamaban a decirme que estaba con una mujer y lo confronté y lo negaba hasta que llamé un taxi y dimos vueltas hasta que vi el carro y me bajé y me senté en el carro y ahí estaba sentada mi sobrina en mi lugar y el me vió y le dijo a ella ven bájate no te vaya a hacer algo y solo me bajé del carro y me fuí sin decir una palabra.

Al otro día cuando llegó a casa le dije que se fuera y él sólo se fué.