Lo compulsivo de una Sociedad Consumista

Lo compulsivo de una Sociedad Consumista

Juan.P Martinez

14/12/2018

Si queremos entender todo lo que nos abarca una sociedad guiada por los deseos banales y meramente compulsivos, debemos diferenciar la necesidad verdadera de la efímera e infundada.

En un principio se entiende como consumismo a toda aquella acción de adquirir bienes ya sea tangibles o intangibles, que no sean netamente necesarios para cubrir las necesidades básicas; siendo este el significado de una necesidad implantada, efímera y apoyada dentro de una sociedad de consumidores. Mientras que aquellas necesidades verdaderas necesitan ser plenamente cubiertas por el individua para su supervivencia.

Entendiendo el concepto básico del consumismo, también debemos entender que toda comunidad para existir y subsistir genera la necesidad de organizarse y designarse labores según sus aptitudes para los diferentes trabajos, consiguiendo formar un orden dentro del gran sistema conocido como sociedad; como si de una máquina se tratase cada pieza debe encajar perfectamente y cumplir su funcionalidad lo más efectivamente posible para cumplir el fin mayor en conjunto con sus otras partes. No obstante, siempre se va a presentar disparidad entre cada pieza (individuo de la sociedad) creando un concepto de mayor beneficio en aquel individuo que sea de mayor importancia para el sistema.

Esta pieza de mayor importancia, en el mundo real la podríamos referenciar como un empresario o toda aquella persona que tenga un rol importante dentro de la capitalización del capital, siendo este mas importante que todos los engranajes juntos; los cuales pueden ser fácilmente reemplazables.

En una sociedad donde la eficacia y velocidad de trabajo es lo primordial, todo aquel que no cumpla las expectativas de trabajo puede ser fácilmente sustituido por otro engranaje que se acople mejor al sistema. De hecho una de las culturas apropiadas por el «nuevo capitalismo» (el cual abordaremos más adelante) es la de utilizar a individuos comprometidos a dejar de lado toda obligación y apego a lo importante; ya sea tener un trabajo alejado de su familia, condiciones laborales por debajo de la media, contratos de poca duración o entre otros tantos métodos de sustitución de mano de obra. En el libro «El trabajador del siglo XXI» escrito por zygmunt bauman, vemos como se le hace referencia a este tipo de trabajadores como «lastre cero»; «La fuerza de trabajo debe estar siempre en óptimas condiciones, siempre lista para atraer la mirada de posibles compradores, lograr su aprobación e hipnotizarnos para que compren lo que ven». [1] o en otras palabras somos productos en un gran almacén, que al menor imperfecto será reemplazado y llevado a la trastienda a la espera de una reparación.

Cuando el individuo pasa a ser visto como un bien más, es cuando se entra al juego del capitalismo, uno sale otro entra. Como si de bienes se tratase cada individuo cuenta con una serie de especificaciones y características utilizables dentro de un área o sistema, dichas estadísticas tomadas a partir de su preparación académica, comenzando a clasificarse de la siguiente manera: A los estudiantes básicos o de menor valor en el mercado, pasan a ser los menos codiciados en la carrera del mercado, solo por el mero hecho de no haber alcanzado el mínimo exigible. siguiendo esta escala se vería a aquellos con estudios básicos terminados, como un bien con «potencial»; no obstante cabe destacar que dicho individuo con potencial deja de serlo cuando pasa su límite de edad para seguir progresando en la escala del «mercado» de trabajo. Y en el último escalón de la clasificatoria podemos encontrar aquellos cuyos estudios sobrepasaron la media académica y siguen en el juego de capitales. siendo estos últimos los más valiosos y competentes dentro del juego del capitalismo.

Estas estadísticas son fundamentales para una buena clasificación dentro del mercado de mano de obra, siendo más vendidos todos aquellos cuyos logros académicos hayan sido mayores, mientras que todo aquel que no haya logrado alcanzar los suficientes méritos para ser competente queda relegado como una pieza de segunda mano o de sustitución; siendo sustituto por piezas de su misma clase y funcionalidad.

Tocando un poco más la fibra del consumismo, no debemos prescindir de su origen, su razon o el por que, de su mera existencia. Esto nos remonta a unos cuantos siglos atrás, donde el desarrollo industrial estaba hasta ahora rompiendo su capullo y consiguiendo encajar en las urbes más conglomeradas, pasando de ser un mero cuento de fantasía que sólo las potencias podían alcanzar, a convertirse en una necesidad que todo el mundo quería alcanzar; gracias a que la calidad social en las urbes se había convertido en algo llamativo y necesario. Uno de los factores que desencadenó el capitalismo, fue la fuerte presión que la revolución industrial supuso para toda esa región agrícola que dependia meramente de los cultivos y el trabajo a mano, siendo estos reemplazados por operarios y las máquinas las cuales controlaban, dichos operarios eran mayores beneficiarios del capitalismo joven y en evolución, gracias a que sus remuneraciones salariales representaban una mayor contribución en el mercado, mientras que los campesinos no entraban en el mercado del capital, convirtiéndolos en algo menos atrayente y vistoso para el cliente. El campesino que estaba siendo reemplazado por mano de obra mas economica y eficiente, optaba por adentrarse a los grandes mercados del trabajo en las urbes, comenzando de cero en el escalafón del mercado de bienes e iniciándose como un producto virgen y poco atrayente.

Con el crecimiento acelerado de las urbes por parte de los inmigrantes de clase pobre se hacía imprescindible un modelo de control social eficiente para evitar el desplome del régimen, a causa movimientos revolucionarios nacientes como el socialismo, nacionalismo o el liberalismo, los cuales suponían una fuerte presión para un esquema social en crecimiento como el capitalismo. Toda esta presión solo desencadenó una apertura del pensamiento a nuevos capitalistas, cuyo deseo de generar y almacenar más capital en tiempos de crisis llevó a generar nuevas estrategias para engañar y amarrar a más gente en un pensamiento centralizado en el gasto del capital. Estas estrategias consistieron en que aquellos pequeños artesanos, agricultores o comerciantes tuvieran la oportunidad de crecer dentro del régimen, apoyando movimientos revolucionarios con la generación de nuevos puestos de trabajo y descentralizando toda la mano de obra creada por el estado.

Estos empresarios primitivos fueron precursores importante para el nuevo orden mundial que se acercaba, aunque en un principio sus ideas eran desinteresadas y en pro del pueblo, poco a poco se fue tornando en un modelo del cual se podía llegar a tomar partido, donde se comenzó a jerarquizar cada puesto de trabajo, comenzando desde el precursor de la iniciativa o el de mayor experiencia dentro del sector que pasaría a convertirse en el jefe o dueño de todo el capital que se generase. Este nuevo modelo de jerarquías en un principio fue bien visto, gracias a la necesidad de encargar distintos roles a cada trabajador dentro de la empresa, lo cual se volvía fundamental para obtener un orden y generar más ingresos. No obstante, el deseo de almacenar más capital por parte del capitalista desencadenaba una lívida ruptura en el sistema propuesto en un principio, ya que las condiciones de trabajo en los soldados rasos o trabajadores de menor jerarquía se volvían precarias y de menor calidad.

El nacimiento de los burgueses (artesanos, agricultores o comerciantes dueños de empresas) supuso el nuevo cambio para la clase media de la época, los cuales lograron descentralizar el trabajo y generar cierta “igualdad”, aunque de no ser por la arrogancia y ansias de acumular capital por parte de esta clase, no hubiera surgido la jerarquización y creación de nuevos movimiento protestantes (clase obrera) lo cual supuso una caída eventual de esta clase (o más bien su evolución).

Alcanzadas unas condiciones laborales aceptables y recuperada la estabilidad en los campos para los agricultores, los resentidos burgueses ahora grandes empresarios del nuevo orden mundial tenían que encontrar nuevas formas de generar capital para sus intereses, convirtiéndose estos ideales de generar capital, en la nueva filosofía de todo buen capitalista cuyos deseos de generar ingresos para almacenar los convertía en verdaderos héroes del capitalismo, ya aceptado y proclamado como uno de los modelos socioeconómicos fundamentales para la evolución de la sociedad. Dichos héroes del capitalismo se adaptan a los nuevos tiempo y usaban nuevas técnicas para acoplarse a los modelos políticos que se estaban implantando en todo el mundo, dichas estrategias se basan en ir consiguiendo llegar al máximo número de compradores posibles, los cuales en un principio eran solo del mismo país, pero con las nuevas normas de juego implantadas por el capitalismo la posibilidad de encontrar nuevos clientes en varias partes del mundo era mucho más atrayentes que quedarse estancado en un solo lugar, a esta nueva regla de juego se le conoce como globalización.

Con la llegada de la nueva norma de juego se abría todo un mundo de posibilidades para los capitalistas, los cuales veían esta como una posibilidad de agrandar su capital y como agregado dejar su legado. Todos estos nuevos estímulos para los clientes, generaban la sensación de placer al poder disfrutar cosas que ya lo eran en otros países, además con las nuevas condiciones laborales y sociales, crean el entorno perfecto para invertir los ingresos generados en algo más que lo básico.

Continuará…

Me gustaría saber que opinan, consejos y cosas que mejorar. *las referencias las agrego en la siguiente parte*

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