El estrés puede hacer que una persona actué mal, también quita la capacidad de racionar en ese momento; tiene como compañera a la tristeza los dos juntos, causan un gran mal en la vida de una persona; generan un dolor intenso e inmenso en nuestra alma que nos da deseos de desistir de la vida y de todo…
Mi estrés ya está actuando de esa manera, el señor estrés ya está conquistando a la señorita tristeza y juntos se encaminarán hacia su destino: en otro mundo, para que su amor pueda fluir…
Mi vida ya está llena de estrés; estoy empeñada en solucionar mi dolor interior aun sabiendo que no sé cuál es la raíz, el problema para erradicarlo. Me descuido en las cosas que realmente importan, como los estudios o mi vida sentimental, y cuando vuelvo a la realidad y veo que voy mal en esas cosas me estreso; y ese estrés más la tristeza y el dolor de mi alma me van a salir tirando al fondo del abismo.
EL ESTRÉS; LA SERPIENTE DORMIDA QUE SE ABALANZO SOBRE SU PRESA EN LO ALTO DE LA TORRE… Y MI VIDA, SE PRECIPITO AL VACIO
Y entonces mi estrés llego con su acompañante (la tristeza); sentí algo enorme y con escamas que cobraba vida en mi estómago y me arañaba las entrañas; fue como si un chorro de sangre muy caliente me inundara el cerebro, me borrara todos los pensamientos y los sustituyera por un acuciante impulso de SALTAR
– G Lizalde –
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