Pasaron las horas tan lentamente que no encontraba la manera de salir de aquel lugar; la incomodidad me invadía, recuerdos que me perseguían…
Sentía que el mundo se acababa en aquel instante, que verte era genial y a la vez tan infame, escuchar tu voz tan cerca de mí pero a la vez tan lejos era como acariciar la luna desde un lado opuesto…
Nunca imaginé tenerte así, nunca lo desee, fue inevitable no sojuzgar aquel momento a un pensamiento de ira, pero de esa ira que te pone el corazón en la punta de una espada caliente…
Fueron intervalos de tiempo muy incalculables, el reloj no corría y tú no te detenías, lo disfrutabas tanto sin darte cuenta que a tu costado estaba yo;
Pero claro, como no lo ibas a disfrutar si en frente la tenías a ella,
La besabas sin temor…
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