¨Durante siglos, la sociedad dominada por el varón ha considerado las diferencias según el género en términos de un continuo entre inferioridad y superioridad; en comparación con ellos, nos somos tan listas, fuertes, ciertas, confiables e integras, etc.; somos incompletas, estamos castradas y, como puntilla, nos afea también nuestra envidia de aquellos que son completos por contar con el falo¨ (S. K. Helen)
Menstruación, embarazo, aborto y menopausia: ciclos esenciales de la mujer que pasan desapercibidos o expuestos ante el ojo crítico y negativo de la sociedad de este siglo y de los pasados, que, a pesar de que cada uno de estos representan un duelo significativo para el cuerpo y el estado emocional de una mujer siguen siendo un factor para minorizar y clasificar a las mujeres como seres débiles, caprichosos, inestables… ¿No debería de ser lo contrario?
Todo es un subir y bajar biológico. Las hormonas van de un lado a otro como un bus público, que cambia de ruta cada mes, recorre superficies de asfalto de carretera estadounidense, plana, lisa, sin imperfección alguna; pero hay veces que el camino se vuelve rugoso y difícil de conducir y no comprendes si eres el conductor o la máquina que, a pesar de todo, continúa haciendo paradas.
¨Las funciones endocrinas y de producción de óvulos no son continuas. Antes bien, fluctúan en forma rítmica durante toda la vida reproductiva de la mujer¨ (W. H. Gotwald, jr., G. H. Gale). El ciclo femenino se puede dividir de distintas maneras, dependiendo el proceso hormonal y las vivencias de cada mujer; las etapas con mayor impacto son la menstruación, el embarazo, el aborto y la menopausia.
El típico ¨Andrés¨, ¨chango descalabrado¨: denominaciones despectivas que todos conocemos con sus efectos y defectos que cada cultura ha determinado. Cada ciclo el revestimiento uterino se engrosa y se prepara para la llegada de una esperma que lo fecunde, si no sucede, el revestimiento se devasta y cae. El útero llora por la carencia de lo que esperaba y anhelaba. Esto sucede cada mes. La mujer ¨regular¨ tiene intervalos de 28 días, que corresponden al ciclo lunar (esto nos hace comprende porque de ves en cuando, o a menudo, nos llaman lunáticas).
Este ciclo se divide en cuatro fases: la fase menstrual, proliferativa, secretora y premenstrual. La primera fase ocupa los primeros 3-5 días del mes; la siguiente fase comienza al cesar la menarquía y se extiende a la mitad del ciclo: día 14, se caracteriza por la rápida recuperación del endometrio, por medio de la división celular avanzada. Fase secretora: inicia el día 14 y cesa el día 26-27, inicia la ovulación.
Este ciclo de iniciación, relacionado con suciedad, impureza, maldición, ha sido carácter de vergüenza para muchísimas mujeres alrededor del mundo, que no han comprendido que el encogimiento, va ante los ojos que juzgan una mujer que tiene que conciliar un útero que llora cada mes.
La regla no arribo, ¿por qué?… la ¨bendición¨ llegó, el ovulo fecundó. Veinticuatro horas después de la ovulación en el extremo superior de la trompa de Falopio, las células comienzan a dividirse para formar el embrión; desciende por la tropa de Falopio durante la fase secretora y se implanta en el endometrio, penetra la cavidad uterina y se adhiere a la superficie endometrial. Cambios repentinos suceden en el cuerpo de una mujer, como Gotwald y Gale describen en el libro Sexualidad la experiencia humana: ¨Pero, oculto debajo de los cambios físicos obvios que caracterizan cada ciclo, se encuentra un sistema complejo de control hormonal; de hecho, este control es tan complejo que a veces se resiste al análisis¨.
Distintas hormonas participan en el proceso, como una noche de año nuevo llena de fuegos artificiales, que aturden tu cuerpo, pero deleitan tu vista. Procede lo siguiente: el desarrollo y seguimiento de la gestación o el aborto espontaneo o inducido. Elección del cuerpo o de la mujer de no tener al bebé, un tema candente y polémico; en la mayoría de los estados de México el aborto es ilegal y se tiene que proceder a métodos peligrosos que comprometen la salud y la integridad de la mujer.
Cada año en México mueren 74 de 1207 mujeres, de acuerdo con las estimaciones de la OMS (Organización Mundial de Salud) el porcentaje de mortalidad en Latino América es del 24% (F. C. Sonia, G.T. Gonzalo & B. U. Ricardo)
¨Vehículo de paciencia, tolerancia, de niños, ¿cuándo me van a dar las llaves? no soy el chofer, soy el bus, todos suben y bajan de mi…pero yo tengo que seguir andando…No puede ser la etapa de la vida de una mujer: es una dimensión en la que la sociedad te representa como obsoleta, no productiva, complicada, disfuncional¨ (P. Rosalba).
Menopausia: desbalance hormonal repentino, la menarquía cesa y dejan de proliferar hormonas esenciales, se les atribuye a los efectos enloquecedores, que se producen en el cuerpo de una mujer en ese periodo de transición, estos cambios influyen a nivel neuronal, dan una visión más clara de la desigualdad e injusticia.
¨Hemos de estar dispuestas a sentir dolor de la perdida y hacer el duelo por esas partes de nuestra vida mas dichosa y satisfactoria¨ (N. Christiane).
Ciclos de cada mujer, retos que se presentan repentinamente y que modifican completamente la percepción de vida y sus cuerpos. Sensaciones de todos colores y sabores que pintan y a veces decoloran la percepción de la vida; la concientización y el respeto de la sociedad hacia las mujeres y a cada una de estas etapas modificaría la vivencia de cada una de nosotras, es un ciclo natural, que debe ser respetado, para que la privacidad deje de ser la vía de salida de la tolerancia y el prejuicio de los demás.
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