Aquella tarde, te descubrí desnuda,

viajando entre las paginas de un libro,

te contemple, como quien contempla la noche estrellada,

sin cuestionarte, sin que te percataras de tu propia existencia.

Delineé tu figura con mi mirada

y trace un mapa con los lunares de tu espalda,

perdiéndome en ti, como tu en aquellas letras

y tuve miedo,

miedo de interrumpir tu grandeza

miedo de destruir tu belleza,

miedo de tenerte y perderte

y me aleje de ahí, como quien le huye a la muerte.

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