Historias de oficina

No se porque lo hice pero lo hice.

Pasaron unos días que ya había terminado mi practica como estudiante de administración en la municipalidad con 20 primaveras. Caminando por el centro con audífonos escuchando Fito Paez totalmente distraída sentí un fuerte agarron en el brazo, era un hombre tan simpático, quizás de la edad de mi abuelo pero el se mantenía en perfecto estado. Recuerdo que cantaba las bolitas de los bingos y ademas también cantaba para el publico, tenia una perfecta y muy fuerte voz. Lo que a mi de alguna u otra manera me volvía loca. Pero eso no es todo, formaba parte de la oficina de bomberos y trabajaba independiente en una oficina de contabilidad. O sea el las hacia todas.

Me preguntaba que hacia por la vida ahora que no tenia trabajo. – En ese momento no podía responder ya que no paraba de estar tan feliz por que el me había hablado, pero tome aire y le respondí –

– No estoy en nada, solo ayudo en cosas de mi casa – a lo que el responde – Vaya y déjeme su cv en mi oficina, ahí vemos si le encontramos algo.

Al siguiente día me levante temprano para ir a dejarle el curriculum (aunque también era para verlo). Llegue y no estaba, abrió la puerta una señorita que se notaba el enojo en la cara – típico de secretarias – le deje el documento y me fui a mi casa. Han pasado unas tres semanas sin ninguna llamada , sin ningún mensaje, nada. Pero una mañana sonó el teléfono, era desconocido y yo estaba moleta ya que el llamado me había despertado, conteste y si, era el diciéndome que me necesitaba urgente en media hora.

Hablamos, el me ofreció el trabajo, el sueldo que no estaba nada de mal y comencé a realizar mi tarea designada. Pasaron los días tan rápido porque era tanto que había que hacer. Un día llegue en la tarde y estaba solo, me espero en mi escritorio y me dijo lo linda que estaba vestida, ( yo estaba sudando hasta por las uñas de lo nerviosa que estaba) me miro, sonrió y se me acerco lentamente a besarme , me beso tan dulce que no quería soltarlo y sus manos rozaban mi cara con tanta delicadeza. Nos fuimos a su oficina a que esto fuera mas allá que solo un beso y ahí me confeso – Le tenia tantas ganas de hace tanto tiempo – mientras sacaba mi ropa me besaba por el cuello, lamia y chupaba de una manera extraordinaria mis pezones , estábamos en algo tan rico y tan excitante pero debió terminar ya que tocaron el timbre. Sin embargo desde ese día nada volvió a ser lo mismo

Yo deje de trabajar ahí pero todos los días no vemos, siempre tan romántico y tan apasionado … ah y ademas tan escondidos.

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