Prólogo:
El lugar era completamente obscuro… ¿qué hago aquí? Comencé a caminar sin rumbo, esperando que algo respondiera a mis millones de preguntas.
Me aproximé a un claro del espeso bosque y pude escuchar… era una melodía tan dulce y maravillosa que quemaba mi alma con la intensidad del fuego del infierno… ¡No puedo caer de nuevo! ¡Debo escapar de esta tortura! ¡Puedo perder más que mi propia cordura si no logro escapar!
Intenté caminar pero mis piernas se resistieron a obedecer mis órdenes… no puedo huir, mi cuerpo y mi espíritu le pertenecen. Mi cerebro lucha por sacarme de aquí mientras mi anatomía y mi alma piden a gritos ser abrazados por su frío cuerpo… Esa melodía me atrae cual hueso al perro… mis piernas comenzaron a moverse en dirección hacia ella, sé perfectamente que con su mirada va a atraparme, que con sus labios dulces besará los míos y luego llevará mi alma al abismo… ella es mi deseo y mi perdición… maldigo el bendito momento en el cual la escuché por primera vez…
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