El Libro Y La Maceta
De Fernández Adrián
Va’, pensiero, sull’ali dorate… tarareaba el libro del gran saber
Con un italiano casi perfecto, Va’, ti posa sui clivi, sui coll…
La maceta observaba y aplaudía, el libro abría sus tapas y hojas agradeciéndole, que cantas? Gran libro del saber, Le pregunto la maceta- Nabucco Di Giusseppe Verdi, contesto- con su italiano casi perfecto, y ese que idioma es? Pregunto la maceta- Italiani, contesto el libro sacudiéndose el polvo con un plumero, huy cuanto polvo! Exclamo la maceta- el libro trataba de disimular que unas capas de polvo se habían asentado sobre el, mal no me vendría toda esa “tierra” dijo la maceta con tono sarcástico.
Y tú que haces? Le replico el libro- intentando cambiar la conversación, nada le respondió la maceta- cuento amaneceres, atardeceres y lunas llenas, y cuanto van? Le pregunto el libro- no se, ya perdí la cuenta, le respondió la maceta- ha, y para que cuentas? El libro volvió a preguntar- para saber cuanto falta para que llegue la primavera, le respondió la maceta- ha… pensaba el libro- y ahora de que manera sabrás cuanto falta? Pregunto el libro- tus eres el gran libro del saber acaso tú no lo sabes? Le recalco la maceta- el libro cerro los puños y empezó a ojearse a velocidades increíbles, luego se detuvo y pregunto- exactamente, hoy que día es? La maceta se lo quedo mirando, acaso no eres tu el gran libro del saber? Pregunto- poniéndolo a prueba, el libro volvió a hacer el intento, cerró fuerte los puños y ojeo y ojeo una y otra vez a velocidades increíbles al punto que le empezó a salir humito de sus hojas hasta que se detuvo, hay una manera de saber! Exclamo- como? pregunto la maceta- el libro dijo- cuando el paisaje reverdece, la plantas florecen y los árboles frutecen!, Frutecen??? Le dijo la maceta- jua jua jua!!! Mientras se moría de risa le pregunto- sabes o no? “ho gran libro del saber” con tono irónico, no se le respondió el libro, tu eras la que contaba los días…
La charla entro en un punto muerto, hasta que el libro le pregunto- como es la primavera? Huy! Exclamo la maceta- todo reverdece, las plantas florecen, los árboles se llenan de hojas, todo es alegría adornada por lo pájaros que cantan durante todo el día, que sabes tu de la primavera? Gran libro del saber, El libro respondió gallardamente- la primavera comienza el 21 de septiembre y termina el 21 de noviembre fin del comunicado, el libro cerro su tapa y como que se durmió, la maceta desde el frió balcón observaba la luna llena esperando soñar con la verde primavera.
Al día siguiente un fuerte ventarrón abrió las ventanas de par en par haciendo saltar con el estruendo al libro del gran saber, este volteo hacia la ventana y vio a la maceta cobijándose al calor del sol, la maceta lo vio y lo saludo- buen día gran libro del saber- buen día maceta y le pregunto- que haces? Nada contesto la maceta- siento el calor del sol, has probado alguna vez? Estas loca! Exclamo el libro- el sol es una esfera de hidrogeno incandescente que arde a temperaturas impresionantes! quemaría mis hojas! No seas tonto, le dijo la maceta- aparte se te quitaría un poco el “olor” a humedad… hoo, se ufano el libro- que desfachatez! Exclamo- aunque disimuladamente se intentaba olfatear para corroborar lo dicho por la maceta y en verdad era cierto…
Para cambiar de tema el libro le dijo- tengo que contarte algo, en serio? Le pregunto la maceta- anda sube y dime, el libro de apoco fue trepando hasta la ventana pero allegar al balcon quedo encandilado por el brillante sol de la mañana, ese es el sol? Pregunto- si no lo sabes tu, que voy a saber yo, le dijo la maceta- el libro ojeo y ojeo hasta que encontró una figura del sol enorme que le inspiraba mucho miedo, tranquilo le dijo la maceta- esta lo suficientemente lejos de aquí como para hacer algún daño, si le dijo el libro- exactamente a ciento cincuenta millones de kilómetros o una unidad astronómica, mientras lo seguía observando maravillado, bueno que me tenias que contar? Le pregunto la maceta- ha eso… dijo el libro- sabias que siempre en algún lado es primavera? No, como es eso? Pregunto la maceta- que si aquí es otoño en otro lado es primavera y si es primavera en otro lado es otoño, ha! exclamo la maceta- y como podemos saber donde estamos para ir a buscar la primavera? El libro del gran saber entro a buscar y ojear, saco un planisferio y le dijo en algún lugar de acá estamos nosotros…
Mejor sigamos con el sol que esta lindo, dijo la maceta- como fue tu última primavera? El libro pregunto- la maceta haciendo memoria, y muy corta, le dijo- la planta no creció lo suficiente y su única flor fue arrancada por la primer tormenta, al tiempo se seco, desde entonces esperamos que otra primavera llegue para que vuelva a florecer, maceta, interrumpió el libro- sabia que no es otra primavera la que viene y va sino que es la misma de siempre que anda dando vueltas? No, le dijo la maceta- creía que terminaba una y empezaba otra, para nada- dijo el libro- siempre es la misma, el punto es que hay que estar bien preparados para cuando vuelva, observando de reojo que el tallo que tenia la maceta estaba seco y la tierra muy asentada, dejo el balcón y fue a su lugar en la biblioteca, esa noche no durmió, durante la misma se la paso ojeando y ojeando a velocidades increíbles, descubrió que hay una planta que ante condiciones difíciles se seca para preservar los nutrientes hasta que las condiciones mejoren y también que para que crezca fuerte había que trabajar un poco la tierra, bueno el conocimiento esta, solo resta aplicarlo, el libro pensaba-
A la mañana siguiente solo sin que lo inviten el libro había trepado hasta el balcón, buen día, le dijo la maceta- buen día, respondió el libro- que lo trae por aquí? La maceta pregunto- vine a observar la maravilla de sol, dijo el libro- la verdad que es un hermoso día, dijo la maceta- tengo algo para contarte, le dijo el libro- dime, la maceta contesto- encontré la manera de hacer que llegue la primavera, le dijo el libro- huy!!! Como? Le pregunto la maceta- no es muy difícil, hay que regarte un poco, protegerte del frió y trabajar un poco la tierra, huy!!! Excelente! Exclamo la maceta- sabes cuando va a llover? Le pregunto- si! Dijo el libro- cuando el calor del sol evapora el agua de los mares, este sube a la atmósfera donde se condensa produciendo así la lluvia, pero cuando? Pregunto la maceta- bueno cuando pase todo eso, respondió el libro…-
La maceta se lo quedo mirando, mmm bueno… dijo- y como podemos hacer para protegerme del frió? Pregunto- el libro se puso a ojear… a ver a ver, decía- podes utilizar el sistema de poleas, dijo- como? podes? Le pregunto la maceta- yo sola imposible, le remarco- y como podemos hacer para trabajar la tierra? Volvió a preguntar- y podes removerte un poco, le dijo el libro- como? podes? La maceta le volvió a preguntar- si le dijo el libro, yo soy el gran libro del saber, por primera ves el libro sintió como un vació, deja, le dijo la maceta- la primavera va a llegar al fin y al cabo tu no sabes nada, le recrimino- déjame que me quedan los últimos minutos de sol.
El libro se volvió a su lugar en la biblioteca, muy pensativo, desde ahí podía ver como la tarde-noche caía sobre la maceta, el viento se había levantado como enfurecido, era imposible conciliar el sueño y el libro sabia que por mas que ojee y ojee la respuesta no la iba a encontrar entre sus hojas y ahí quedo hasta que aparecieron los primeros rayos de la mañana…
La maceta había despertado con un fuerte mareo, hey! Que pasa? Se preguntaba- cuando miro hacia abajo se dio cuenta que estaba en el aire! Hey! Exclamo- hasta que se dio cuenta que una fuertes cuerdas la sujetaban, las siguió con las vista y estas iban para todos lados, entre el bamboleo podía sentir como de a poco jalón tras jalón iba bajando, hasta que pudo ver al libro del gran saber arremangado meta tirar y tirar de la cuerda, la maceta se sorprendió, que haces gran libro del saber? Le pregunto- te dije que había que protegerte del frió, no? Le dijo el libro- al tiempo que iba calculando ubicarla en el centro del gran escritorio hasta que lo logro, bueno es un primer paso, le dijo el libro- ahora viene lo difícil, continuo- se paro junto a la maceta, que vas a hacer? Pregunto la maceta- ya veras, dijo el libro- cuando con sus manos empezó a remover la tierra una y otra ves, para acá y para allá, de abajo hasta arriba, sacando cuanta piedra o piedrita encontrara, las piedras hay que sacarlas, dijo- después de la ardua tarea la maceta ya estaba lista para ser regada, el libro había improvisado un ducto de agua casi una copia de los canales romanos solo quedaba ver si funcionaria, los nubarrones vaticinaban las lluvias, hoy va a llover, le dijo la maceta- como sabes? Le pregunto el libro- ves esas nubes negras? Si, le contesto el libro, bueno eso es el agua evaporada que se esta condensando para después caer en forma de lluvia, tal cual como tu habías dicho, haa! exclamo el libro- y ambos se quedaron a esperar, la noche trajo la tormenta y la tormenta el agua para regar la maceta, el sistema de riego funcionaba perfecto, solo quedaba esperar pero ya se sentía llegar la primavera.
No pasaron muchos días hasta que el tallo de la maceta reverdeció y de el surgieron los primeros brotes, rápidamente ganaron gran altura y sus ramas se llenaron de grandes hojas entre verdes y rojizas, cuando de repente lo inesperado, el libro quedo paralizado, la maceta se extraño y le pregunto- que pasa gran libro del saber? La planta había abierto los ojos y estirando un poco las ramas trataba de entender que pasaba, a la maceta sorprendida se le había iluminado el rostro de alegría. El libro con una reverencia le daba la bienvenida, la maceta y el gran libro del saber cantaban al unísono esa gran canción llenos de alegría, la maceta se mostraba en todo su esplendor al tiempo que el libro la contemplaba y anunciaba con su casi perfecto italiano “il Risorgimiento”
Pero algo andaba mal, la planta no entendía por que tan fortalecida, alguien me puede explicar que paso? La planta pregunto- no paso nada, dijo la maceta- el gran libro del saber aplico todos sus conocimiento para hacer que llegue la primavera, pero como es posible? Se pregunto la planta- la primavera aun esta muy lejos, el libro trataba de explicarle que si conocimiento había con voluntad alcanzaba- la planta se inclino y los envolvió entre sus ramas y así quedaron largo rato.
Todo marchaba en orden pero tanta exposición al frió el libro se engripo y al estornudar muy fuerte se le voló una hoja, en el apuro trataba con algo de disimulo de sujetarla y volverla a poner en su lugar, al darse cuenta que la planta y la maceta lo observaban dijo, todo bien lo que pasa es que el saber aquí si que ocupa lugar…
La planta observaba muy fijamente el balcón, había algo que no le cerraba al tiempo que trataba de recordar que era aunque sin ningún éxito, no paso mucho tiempo hasta que la primavera empezó a brotar por todos lados, el paisaje reverdeció, las plantas florecieron y los árboles empezaron a dar fruto.
En esos días el libro, el primero en despertar se dio cuenta que en la planta había algo mas que antes no estaba, muy despacio despertó a la maceta y le contó sin despertar a la planta, contame gran libro del saber, le dijo la maceta- son como pequeñas bolitas rojas… le dijo el libro- la maceta no comprendía, tu eres el gran libro del saber, puedes dar una respuesta? La maceta pregunto- el libro ya un poco viejo cerro fuerte los puños y empezó a ojear y ojear aunque un tanto mas lento y en el trajín se le empezaron a volar sus hojas, pero no pararía hasta encontrar una respuesta, ya esta, dijo el libro-
Son sus frutos, la maceta exaltada dijo claro! Sus frutos!!! Y con tanto alboroto la planta despertó y al verse cubierta de ellos se emociono hasta las lagrimas, “il resorgimiento” le dijo la planta al libro, que trataba de juntar sus hojas que habían quedado esparcidas por todos lados, pero no todo podía ser alegría la planta finalmente recordó, que pasa planta? le preguntaron- hay un problema, dijo la planta- este no es mi lugar, mi lugar es allá en el balcón, pero es peligroso, le dijo el libro- acuérdate de la tormenta que casi te arranco de raíz, no es lo mismo, le dijo la planta- mis raíces están fuertes, puedo sentirlas, mis ramas mis flores y tengo un tarea por cumplir, que tarea? Pregunto el libro- la planta le dijo- ves los frutos? Si, contesto el libro- bueno dentro de cada uno están las semillas que debemos esparcir en el viento para que cada ves seamos mas y mas, de lo contrario todo quedara en estas cuatro paredes, claro, asintió el libro- pero como podemos hacer para subirte hasta allí? El libro pregunto- de la misma forma que me bajaron, dijo la planta- el libro de gran saber pensaba… hasta que se acordó, poleas, dijo- manos a la obra!
El gran libro del saber se arremango, armo el sistema de poleas para subir de nuevo a la planta y la maceta al balcón, no eran las mismas condiciones, el libro estaba mas viejo y la maceta mas pesada, pero era algo que tenia que hacer, todo listo! grito- si le contestaron la maceta y la planta ya amarradas listas para subir, el libro empezó a jalar de la cuerda pero mientras la planta y la maceta no perdían de vista el balcón al libro jalón tras jalón se le iban cayendo cada ves mas hojas, sabia que no podía soltar la cuerda, solo miraba de reojo como de a poco sus hojas iba perdiendo, ya muy cerca de alcanzar su objetivo la planta y la maceta observaron a libro y las hojas que perdía con cada tirón que pegaba pero este seguía, vamos libro! Le gritaba la maceta- ya falta poco! Hasta que finalmente llegaron al balcón, el libro empezó a escalar y con cada trepada las cada vez mas hojas se le escapaban pero el libro del gran saber quería ver como era la hermosa primavera, al llegar al balcón diezmado, observo plenamente lo maravilloso del sol, el verde del paisaje, las flores, cuantas flores! Los árboles frondosos cada uno con sus frutos y los millones de colores adornados por el canto ininterrumpido de los pájaros, simplemente bello, dijo- pero un viento traicionero se levanto, sujétate libro! Grito la maceta- la planta se inclino para sostenerlo pero no era suficiente, el viento abría y cerraba al libro a su antojo y en cada abrir y cerrar cada vez mas hojas se volaban, al ver la situación la maceta soltó la primer lagrima mientras el viento seguía jugando con su tapa, por momentos la abría y por momentos la cerraba, hasta que el viento se calmo, el libro del gran saber ya en el fin de su existencia dijo “la semilla del fruto es la practica de conocimiento” esto escrito a mano en la contratapa, que ironía dijo, todo este tiempo estuvo ahí, como es que no lo pude ver? La planta abrió sus ramas al viento y dejo que sus semillas se esparcieran por todo el paisaje, la maceta sujeto lo que quedaba del pobre libro y ahí quedaron felices de haber cumplido cada uno su objetivo y piensa sapienza esta historia recién comienza.
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