El Portal

El mundo guarda muchos misterios, se sabe científicamente que solo se ha conocido el 20% del océano, no sabemos que hay más allá de eso, que criaturas viven en él que nosotros no conocemos o creemos que están extintas, científicamente está comprobado que hay seres vivos en otros planetas, como bacterias o microbios pero no hemos llegado a visualizar un alíen, en lo personal yo creo que sí existen, porque entonces, quien se había podido crear esa loca idea si no existiera o simplemente tenemos mucha imaginación. Muchas cosas siguen siendo grandes misterios y pasarán años y seguiremos con esa duda, la idea este libro fue una epifanía que tuve en un sueño y me motivó a escribir esta historia rara, misteriosa pero sorprendente.

Lucy una chica de 18 años deberá confrontarse a una extraña aventura llena de misterio y maldad porte de personas que nunca en su vida ha visto o ha conocido, quien le querrán hacer daño por sobrevivir, deberá afrontar pérdidas muy significativas para ella, pero con ayuda de sus amigos podrá salir de esa extraña dimensión a la que la llevó un extraño árbol, llamado “El Portal “el desator de un enigma misterioso.

CAPÍTULO 1

Era un día oscuro, frío y misterioso, la lluvia estaba por llegar, vivo en una gran casa, un poco vieja en el norte de Estados Unidos, está rodeada de vegetación y árboles muy lejos de la ciudad, el fuerte viento mecía los árboles, era otoño y las hojas de un fuerte color naranja empezaban a caer en el verde suelo, desde muy pequeña he tenido la tracción por los lugares rodeados de naturaleza, animales, paz y tranquilidad, donde pueda encontrarme conmigo misma y respirar aire puro, una vez escuche que si abrazas un árbol, puedes liberar todas esas malas energías que tienes en tu ser, porque ese árbol es como un polo a tierra que atrae esas energías, las purifica y las expulsa por sus hojas, es casi mágico estar en estos lugares y tengo la gran fortuna de vivir en uno de ellos.

Mi nombre es Lucy, vivo con mi madre Amy, mi padre Jasón y mi abuela Mary, ellos trabajan en la ciudad, así que tienen que viajar todos los días para llegar a ella, y por eso me quedo todo el día sola con mi abuela, ella es granjera, le encantan las flores, así que tiene muchas y de vez en cuando le ayudo a regarlas y cuidarlas, para que no mueran.

Tengo muy pocos amigos de la escuela, en total son 4, Josy, Rosy, Daisy y Lucas, los conozco desde que era muy pequeña y desde siempre hemos estado juntos, a veces los invito a mi casa, conversamos y nos divertimos escuchando las locas historias de desamor de mi abuela, tantos años no son en vano, está llena de sabiduría y conocimiento, pero sé que ella oculta algo, es muy mística y misteriosa y sé que algún día lo voy a saber, por ahora seguiré escuchando sus historias. Eran las 5:30 de la tarde y el cielo tenía un hermoso color naranja, siempre subo a la azotea de la casa a ver este hermoso y misterioso espectáculo de la naturaleza, todos los días a la misma hora veo un rayo de luz muy débil que señala un gran árbol fresno y lo diferente de él, era que ninguna hoja se desprendía y siempre estaba verde y fresco, le conté de el a mi abuela y ella simplemente me ignoro y dijo – ¡La comida se enfría niña! – y no mencione nada más acerca de eso por ese día.

CAPÍTULO 2

Subí a mi cómoda habitación, tomé una ducha y me fui a la cama con la imagen de ese gran árbol en mi mente y de la actitud de mi abuela al escuchar lo que dije, decidí no prestarle atención y me fui quedando dormida escuchando las canciones de mi pequeño y antiguo celular.

Al siguiente día me levante, baje a la cocina a tomar un vaso con café y allí está mi abuela parada en frente de la ventana viendo caer la lluvia y a lo lejos se lograba ver el árbol fresno, ella se dio cuenta que la observaba y rápidamente desvió la mirada hacia mí me dio los buenos días y se fue directamente a un pequeño cobertizo que esta fuera de casa para llevar algunas latas de comida que hacía falta en la cocina. Me gusta disfrutar de la lluvia, así que me puse una capa y mis botas pantaneros y salí al bosque húmedo y misterioso, estuve mucho tiempo en él y se me paso el tiempo muy rápido, cuando llegue a casa mi abuela estaba un poco molesta por tardarme tanto y le explique lo que paso, hacia un poco de frio porque estaba mojada así que me cambie y me puse cómoda y junto a mi abuela nos sentamos con una taza de chocolate caliente en el porche a esperar la llegada de mis padres, la abuela me empezó a contar una rara historia, me dijo que era en una dimensión muy parecida a la de nosotros y allí la gente peleaba con seres diferentes para sobrevivir, tenían armas y era un ambiente casi post-apocalíptico y que además de eso había un portal para acceder a él y solamente las personas elegidas podían entrar allí, la verdad fue un poco extraño escuchar una historia así por parte de mi abuela porque ella siempre nos cuenta anécdotas de su vida y sus experiencia con los chicos, cuando le iba preguntar acerca de esa loca historia llegaron mis padres e ingresamos a la casa ya que estaba haciendo mucho frío, salude a mis padres y les conté lo que hice en el día, platicamos durante un tiempo más y después de eso subí a mi habitación, todavía era muy temprano para dormir así que tomé mi computadora y empecé a ver vídeos sobre misterios, lo sé, tal vez soy un poco rara viendo ese tipo de cosas, pero es un tema que me gusta demasiado, llame a Rosy y hablamos un buen rato hasta que nos quedamos dormidas…

CAPÍTULO 3

Eran las 2:30 de la mañana, cuando un extraño ruido azotó mi ventana, me levante a revisar y simplemente era el fuerte viento de la tormenta, la cerré y me quede viendo fijamente el árbol fresno a lo lejos, se movía con el fuerte viento que hacía, no sé porque sentía la atracción hacia ese ser vivo lleno de hojas, ramas y raíces, decidí ir a la cama y al siguiente día me desperté y como cualquier día de mi vida, baje a la cocina a tomar un vaso con café y un sándwich.

A las 4:00 de la tarde decidí llamar a mis amigos, los invite a la casa para que pasaramos un rato agradable y accedieron, llegaron a eso de las 4:30 y decidimos dar un paseo por el bosque, uno de ellos dio la infantil idea de jugar a las escondidas y aceptamos, Josy era el buscador así que se fue a contar mientras los demás nos escondíamos, decidí esconderme tras el misterioso árbol y estaba un poco lejos de donde inicio el juego, me hice tras él y cerré los ojos, sentí algo raro en mi cuerpo que me impedía abrir mis ojos y de repente sentí algo que me aspiro por la espalda, cuando abrí los ojos estaba oscuro, no sabía lo que pasaba, empecé a gritar los nombres de mis amigos pero no escuchaba alguna respuesta, fui corriendo a casa y todo se veía nuboso y oscuro, no había nadie allí, era como si fuera la única persona del mundo, no se escuchaban los insectos o las aves que a menudo cantan en el bosque, era muy extraño, subí a mi cuarto y no había absolutamente nada, no estaba mi cama, ni mis cosas, bajé rápidamente a la cocina para ver si estaba mi abuela, pero como la imaginé, no había nadie, la cocina estaba hecha un desastre las latas de comida estaban vacías, como si hubieran entrado a saquear, logre ver esto por la tímida luz de la luna que se reflejaba en la pequeña ventana de la cocina, en ese momento recordé que traía mi teléfono en el bolsillo de mi capa, llame a mi abuela, alcanzaba a escuchar su voz pero muy lejanamente con algo de interferencia, mi abuela me decía repetidamente –¿Dónde estás?- le dije que no sabía lo que pasaba, que estaba todo oscuro y de repente la llamada se cortó…

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