A menudo, me asusto del sonido que hacen mis pies, de las voces que replican en mi cabeza y fuera de ella, de las palabras que digo y las que no. Simplemente, estoy viviendo con miedo de todo y todos. Voy esperando que las buenas intenciones que escudan mi sinceridad e integridad no dañen a nadie. ¿Y ellos también temen lastimarme? Porque cargo un corazón destrozado, hecho añicos y retazos de tanto batallar por que los demás se completen, mientras que yo, yo estoy aterrada de mí y no hay quien cuide de mis demonios para que no me dominen.
¿Tú podrías abrazarme?
¿Tú podrías llevarme?
¿Tú podrías saborearme?
¿Tú podrías quedarte?
No deseo huir más. Quiero despertar a salvo; no en mi cuerpo, no en una cama, no en una calle, no un campo, no en la tierra, no en el cielo; solamente a salvo.
¿Podrías rescatarme de mi vida?
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