A ti, y a quien ostenta tu amor

A ti, y a quien ostenta tu amor

Marahya Rivero

09/11/2018


¿Por qué cada que me sonríes algo en mí rasguña, agrieta y rompe?

¿Por qué cada que me ves algo en mí se enciende, sobrecarga y quema?

¿Por qué cada que me hablas algo en mí molesta, irrita y duele?

¿Por qué cada que me respiras algo en mí se agita, emociona y acelera?

¿Por qué? Te pregunto a ti por qué. ¿No responderás?, ¿no me darás razones? A mí, que ardiendo en mi propio fuego, fuego que encendiste sin siquiera distinguirme despavorida de ti… A mí, que te añoro con vehemencia.

¿Por qué? ¿Por qué te vislumbro en los románticos atardeceres? Porque ayer que te he visto deambular con ese andar despistado, he comprendido que tu mano y su mano se destinaron a encontrarse, se destinaron a forjarse únicos.

Entonces, ¿acepto que tú jamás miraste en mí, sino que miraste a través de mi analogía humana para ustedes bosquejarse como infinitos? Sí, me conformo con alguna vez haberme proyectado en tu retina lasciva por naturaleza y destreza. Acepto no ser yo quien te sostenga en el otoño ni te abrigue en el invierno, porque tu calor es mi verano y mi primavera tus deseos.

Empero, si te hace feliz su inocuo amor, el mío impávido alimentará el suyo si no te basta su llaneza. Mi pasión abrasará su cordura por los dos y, yo estaré marginada de acariciarte. ¿Porque estamos prohibidos, cierto? ¿O estoy simplemente justificando mi irrelevancia?

Porque yo me he enamorado de tu entereza y tu indiferencia solo me mantiene afín de tu intangibilidad. Tu alma que abraza e invade la mía ha expropiado mi ser en un imposible, y mi carne te ofrece mi probabilidad terrenal, mi existencia que no te atañe pero que te ansía, anhela y aguarda; ella, que aguarda a que te gastes con tu amante oficial, y al arribar la madrugada, te quedes vacío para que yo te llene, te llene de esperanzas de un amor no correspondido con mi integridad velando por ti y tu corazón latiendo por quien amas, ese alguien que no soy yo.




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