Use el vestido que me regalaste
lo bese como hubieses querido que te besara
y me le desnude
dejando sobre mi vientre
la lista de defectos que me atribuiste.
El me miraba como si fuera arte
mientras se abría camino entre mis piernas
e intentaba reparar mi alma
a cambio de que yo le destrozara el cuerpo a mordidas.
Y fue así que entre gemidos y risas pausadas
marque tu olvido en el lienzo de su espalda.
OPINIONES Y COMENTARIOS