EL LOBO DE PLATA

EL LOBO DE PLATA

Nebula Melek

04/11/2018

Todavía recuerdo el día en que me perdí en el bosque, estaba asustado, pensaba que moriría sin que nadie se percatara de ello, la tormenta no cesaba y el frio no parecía disminuir, sentí que padecería o moriría de hipotermia, no obstante; una criatura me encontró, si no fuera por su misericordia, hubiera muerto, y ¡no solo eso!, jamás hubiera entendido… el sufrimiento que ocasione a miles de animales, a mi propio planeta, y todo…por egoísmo.

Soy Zend…y esta es mi historia.

Fue en un otoño del 2004, ese día mis padres me enviaron a buscar frutos rojos para elaborar malteadas, los venderían en su famosa tienda del condado, a mí me daba igual su tienda, pero aun así me obligaron, y lo peor de todo es que se avecinaba una gran tormenta al atardecer, ¿vaya padres no? Me puse mis botas de montaña con suma pereza, mi chaleco contra la lluvia, salí de casa, y emprendí mi “aventura”.

Pero bueno, paso lo que tenía que pasar, ¡me perdí!, apenas era un niño de 14 años, y ¿que se esperaba de un mocoso de esa edad? Me quede al lado del tronco de un árbol, llorando el nombre de mis padres, ya había obscurecido, y la famosa tormenta había comenzado. Sentía como la sangre desaparecer de mi cara, quizás debido al frió, mis manos no me respondían del todo. Mis uñas estaban moradas, no podía ver nada…el agua al caer, no favorecía a mi visibilidad, no era posible que pudiera moverme con destreza, al menos no por el momento, intente levantarme, más mis piernas estaban entumecidas, no había forma de volver a casa, moriría esa noche.

¡NO QUIERO MORIR AQUI! … ¡DEVO LEVANTARME!… repetía en mi cabeza sin cesar, intente gritar, pero solo se escapaba de mi garganta un horrible ataque de tos, mis bronquios se estaban cerrando.

El frio me debilito, por ende caí al suelo apenas trate de caminar, y justo antes de que mis fuerzas me abandonaran, una figura apareció ante mí, solo podía ver una silueta, la cual parecía ser la de un… ¿UN LOBO? No tuve fuerza de reaccionar ante esa imponente bestia, solo sentía como mi universo de esfumaba, lo único que alcance a ver con detalle, fueron los ojos de tal bestia, ¡grises… sus ojos eran grises, tan brillantes como una sortija de plata!

¡¡Que hermosos ojos!!

Y en un instante, pase de estar en la infinita obscuridad, a sentir nuevamente como algunas gotas de lluvia golpeaban mi cara, logro entreabrir mis parpados con pesadez, y lo primero que veo con mi vista borrosa, fueron esos mismos ojos plateados. Me incorpore de golpe, para luego retroceder asustado, ¡era un lobo! Quizás me arrastro hasta su cueva para devorarme, era lo más lógico.

La bestia me observaba con esos penetrantes ojos plateados, resoplo… me dice: No temas humano, no tengo intenciones de devorarte, pero no esperes más ayuda de mí, considérate afortunado de que me haya tomado la molestia de traerte a mi refugio. Mi cara de asombro no tenía nombre, no sé cómo no grite o salí corriendo, mi instinto fue contestar.

Si no quieres devorarme bestia… ¿entonces, porque me salvaste? pregunte, pero no estoy seguro siquiera si me entendió, mi mandíbula temblaba, al igual que todos mis músculos.

aquella imponente criatura no me respondió, pero se limito a gruñirme, y lanzare sobre mi tembloroso cuerpo, como si fuese a devorarme.

se notaba molesto, pero mas allá de enfado, excretaba un aura deprimente el cual apestaba a perdida. A través de sus ojos penetrantes me transmitió su desesperación por algo que no comprendo del todo, ¿que quiere de mi? ¿porque me salvo? ¿sera por misericordia? si hubiese querido comer mi carne ya lo hubiera hecho… ¡espera! ¿acaso fue esa una lagrima caer de sus ojos?

el momento en el que me percate de aquello, fue cuando finalmente entendí, que lo único que quería esa bestia, era proteger a los suyos, el miedo que se disparó por todo mi cuerpo, desapareció. Le mire con atención, y note, que en realidad, aquel lobo no solo estaba molesto, si no desesperado, no pude ser capaz de siquiera contestar. La bestia de plata dejo de gruñir, es posible que pensara que no soy una amenaza como creía, así que se separó de mí, sin dejar de observarme.

Me incorpore nuevamente, sentía que poco a poco recuperaba mis fuerzas, esa criatura parece estar muy molesto conmigo o más bien con mi especie. No quería hablarle, podía que alguna palabra le resultara ofensiva y terminara por atacarme, así que me limite a observar el entorno hasta que algo llamo mi atención…

¿Una hacha?, me pregunte al mismo tiempo que extienda mis dedos para tocarla

lo entiendo… yo también suelo guardar aquellos objetos que al verlos me recuerdan algo que jamas debo de olvidar, como fotografías o trofeos, pero aquella criatura, guardaba esa arma para jamas olvidar la naturaleza de aquellos que le arrebataron su familia y su hogar.

─no me quiero imaginar cuantos de su manada murieron por su filo- murmure con tristeza, sentí pena por él, jamás tuve hermanos, pero si padres, abuelos… amigos. Apuesto que me sentiría destrozado y molesto si mataran algunos de ellos, una gran sensación de culpa invadió mi conciencia.

─bien, ya que me has salvado de una muerte segura, no me siento cómodo refiriéndome a ti como criatura o lobo.. así que te llamare alik─ dije aun asustado, pero el lobo, o bueno… alik, parecía no molestarle que le llamase así.

o quizás simplemente le de igual, puesto que dudaba fuera sea capaz de entenderme.

No recuerdo una noche más helada que esa. Despertaba cada diez minutos para buscar una posición en el suelo que me permitiera dormir más cómodo y caliente, aunque; ni mi chaleco húmedo ni mis gruesas botas de montaña lograban brindarme algo de calidez.

Pero, de pronto… mi espalda se estremece al sentir algo caliente abrazando mi cuerpo.

Miro a un costado para averiguar de qué se trataba, y mi sorpresa fue mucha al percatarme que el calor abrasador que sentía, no era nada menos que ese solitario lobo de plata. Este se durmió a mi lado con su cola encima de mi cadera, note su resoplido en mi oreja. Volví a apoyar mi cabeza encima de mi antebrazo y cerré mis ojos sin dejar de sentir agradecimiento por Alik. , que me salvo de la hipertermia dos veces.

La tormenta ceso a la mañana siguiente, todavía caían gotas gordas del cielo, pero nada comparado a unas horas atrás.

Al dar los primeros cinco pasos fuera de la cueva, Alik caminaba junto a mi, siguiéndome. asumí que solo quería escoltarme a mi casa, así que no se lo impedí, pero jamas imagine que el plan que tenia aquella criatura para mi era mucho mas que solo cuidar que llegara completo a casa.

olía muy bien, a pino. Yo no conocía el camino a casa, pero Alik si, así que me deje guiar por el. Sonara extraño, pero de alguna manera, sentía que el tenia una conciencia casi tan elevada como la de un humano, incluso mas.

luego de 20 minutos, llegamos a un lago o más bien, lo que quedaba de él. Había más basura que agua; realmente era muy difícil definir qué era más desagradable, ver toda esa basura acumulada o percibir ese olor tan nauseabundo. lo que me llamo la atención, era un pequeño brote naranja al lado del lago. curioso, algo tan lleno de vida y esperanza estaba rodeado de pura muerte y tristeza.

Alik quería que viera eso, lo que indirectamente le hago a su hogar a sabiendas del daño que causo. siempre supe los estragos que causaba mi estilo de vida. De eso hablan siempre en la escuela, del cuidado del medio ambiente, pero ¿a quien realmente le importa? mientras se pueda gozar de las mismas comodidades, da igual matar a algunos animalitos. Pero mirar eso, mirar ese lago, me sentí realmente triste.

¿cuantos de los que habitaban este bosque murieron por la falta de su fuente de agua?

así que lo mire a los ojos y el a mi, y volví a sentir su tristeza y desesperación, y pensar que muchos piensan que ellos no sienten impotencia, dolor… ira.

De pronto se escuchó un estruendo, el pelaje de Alik se erizó y de su interior emitió un gruñido bestial. El ruido venía de lejos, parecía tratarse de…

¡sierras!

Un alarmante recuerdo había golpeado mí mente en ese momento, días atrás, mi padre comentó que talarían todos los árboles del bosque para construir más negocios.

mi cabeza me decía que solo me fuera y olvidaba todo esto, pero mi cuerpo me gritaba otra cosa, mi corazón palpitaba rápido al son de mis pensamientos.

quería detenerlos, ¡debía detenerlos!

hablar con ellos no resultaría, la naturaleza humana es destruir, eso jamás va a cambiar. lo que tenía planeado hacer era una locura, pero no había opción, era eso o nada.

corrí como loco hacia el origen del ruido de las maquinas.

sentía el corazón en la garganta, sentía miedo a lo que pudiera suceder. No necesitaba ser un adulto para comprender que no iba ser fácil lo que planeaba.

algunas criaturas aparecieron entre los árboles, animales como mapaches, ciervos, pájaros y zorros. cada uno contenía esa pequeña chispa de valor en sus ojos, en el caso de Alik, en lugar de una chispa, era un incendio… prendido por la ira. me detuve un segundo, necesitaba tomar un respiro para continuar, pero apenas me recargue sobre mis rodillas para tomar aire, en un árbol noto con mi vista periférica, algo escrito en un árbol, talladas las palabras con la garra de un perro o lobo, alik.

«si buscas que todo suceda como un hermoso fractal… ve por el arce»

no comprendí que querida decir con «hermoso fractal» o el porque quería que me llevase el arce cerca del rio. pensar en una explicación me tomaría tiempo, tiempo que no tenia en ese momento, pero aunque de volver a poner en marcha mi paso apresurado. mi salvador, aparece entre los arbustos, sin dejar de verme se

justo cuando dijo esas palabras confusas, el cuerpo de Alik de descompuso en pequeños dientes de león los cuales emitían un brillo candente, al igual que las demás criaturas, estas desaparecieron de la misma manera. Fue como vivir en carne propia un cuento de hadas. Alik me encomendó una tarea, no le fallare, recuerdo aun como le gritaba al aire mientras aun el desaparecía, siendo uno con el viento.

¡SALVARE SU HOGAR, LO PROMETO!

Corrí con todas mis fuerzas hacia el origen del destructor ruido, supe que tenía que hacer, sabía que era una locura y que era muy probable que no diera resultado, pero; el espíritu de Alik tomo su libertad confiando en mí, no me puedo dar el lujo de dudar. Sentía que mis pulmones se reventarían en cualquier momento, mi frente sudaba a chorros incluso ya no era capaz de sentir mis piernas, no me importo, solo seguía corriendo sin perder mi determinación, hasta que finalmente, encontré a los intrusos. Conté más de 30 hombres armados con hachas y vehículos monstruosos donde transportarían la madera, ya habían comenzado a talar el primer árbol, no podía permitir que talaran el segundo.

─ ¡SE LOS SUPLICO! ¡NO SIGAN!- grite tan fuerte como pude al mismo tiempo que me plante justo enfrente de ellos, los individuos insólitos pararon por un segundo, uno de ellos se me acerco a preguntar si me encontraba bien, me aleje de golpe y seguí por encarar su labor, pero eso no ayudo en nada, pasaron de mis suplicas, y continuaron con sus tareas. Ya comenzaba a sentirme enojado. ─ ¿cómo es posible que les importe más unos cuantos negocios?- me pregunte, entiendo que ellos solo hacen su trabajo, pero eso no tenia porque ser así, existen mas alternativas, debe de haber otra opcion que solo sacrificar vidas por algo tan común como el dinero.

Alik tenía razón, los humanos no conocen de límites, lo único que hacemos es destruir todo a nuestro paso. Por un momento me di por vencido, me tire al suelo de rodillas, con la mirada hacia abajo.

El ruido se detuvo, todo se detuvo. El aire acaricio mi piel y mis pulmones se volvieron a llenar de ese delicioso olor a pino. recuerdo que en ese instante llegue sentí que el el viento me hablaba. puse atención, no eran palabras lo que escuchaba, era como una corazonada.

recordé lo que estaba tallado en el árbol… si, el arce.

tenia que ir por el arce.

No podía perder más tiempo, me marche del lugar, y corrí en busca de ese arce mas no entendía porque me pidió que fuera por ese brote en específico, el que lo salve no impedirá que la mitad del bosque sea destruido. Dude por unos instantes la instrucción de Alik.

Llegue al paradero del pequeño arce. Lleve mi mano derecha hacia mi pecho e intente tranquilizar mi respiración, me deje caer de rodillas al suelo y mire con atención el Arce. A pesar de que se viera muy pequeño e insignificante, tenía potencial para transformarse en un árbol fuerte, así que lo separe de la tierra con cuidado, lo sostuve con firmeza entre mis manos y continúe corriendo, buscando una la salida, cuando la encontré, sentí como una sensación de alivio detuvo mi congoja.

Avance esta vez más tranquilo, pero me detuve a los cinco pasos y me gire media vuelta para observar como los arboles más altos caían uno tras otro, me sentí afligido, pero; mire otra vez el arce en mis manos, le dedique una diminuta sonrisa y le dije en un resoplido:

̶ puede que no todo este perdido después de todo.

Y continúe caminando.

Todas las noches recuerdo los ojos plateados de aquel lobo, ojos vivos y muertos a la vez… vivos por su determinación ligada al coraje, y muertos por su perdida.

Alik lo advirtió, predijo que algún día nosotros pereceríamos gracias a nuestros actos. Hoy en día la gente se desfigura la cara peleando por un vaso de agua, la escasez de alimentos no era para menos y claro, el calor era insoportable, la capa de ozono fue gravemente dañada, no quedaron muchos árboles, ni mucho menos animales, todo… fue destruido.

Sin embargo, yo le hice una promesa a Alik, prometí que remendaría el daño ocasionado, arreglaría las cosas, y es lo que estoy haciendo, el pequeño arce que rescate, ahora es lo que hoy en día ese hermoso árbol le brindo salud a mi familia por generaciones, el lozano arce se convirtió en nuestra esperanza, es por ello que le enseñe a mis hijos el gran regalo de la vida, y la importancia de preservarla.

un hermoso fractal, por fin comprendí lo que quiso decir con eso.

Sé que el mundo no volverá a ser tan hermoso como solía ser, el daño ya está, pero de algo estoy seguro, y es que, si cambiamos nuestras costumbres, si aprendemos a medirnos, nuestro hogar no continuara decayendo.

FIN

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