A veces las cosas no salen como uno quiere, a veces el dolor se hace carne. A veces el corazon pierde sus latidos, a veces las lágrimas se vuelen ríos y nos llueve dentro. A veces es mejor callar, a veces la soledad se hace noche y el tiempo se detiene. A veces la suerte nos da la espalda.

No siempre el árbol da frutos.
A veces los besos nos saben amargos y el desamor nos ahoga. A veces las estrellas no brillan.
A veces los pájaros no vuelan, a veces el cielo se vuelve tormenta y nos duele la espera.
Pero a pesar de todo las lagrimas secan, el dolor cicatriza y el amor nos salva. La prisión se vuelve libertad.
El corazón galopa y la lluvia se transforma en arcoiris.
La soledad se vuelve compañía, el silencio se hace relampago.
El sol sale y ya no quema, la brisa se vuelve perfume y los matices recuperan su color.
Las rosas nos obsequian su aroma, la miel nos pinta de color oro. El sonido se convierte en angel.
El miedo concluye y el aire no pesa.
El cielo traza su espejo azul, pero por sobre todas las cosas el S☀️L se vuelve pasión y arde de placer contemplando su hermoso nacer.
Las sonrisas se hacen magia y el gran mago nos enseña sus trucos con su varita mágica.
A veces nos volvemos niños y entre juegos podemos soñar, subiendo a un avión y así mismo volar.

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