Paper Tears

¿Por qué? Tan solo por decirle la verdad en cuanto a sus egoístas acciones, su firme mano golpeó mi delicada mejilla. ¿Por qué mi abuela era así? Quería odiarla, más de lo que ya hacía en aquel momento, pero mi naturaleza pasiva y tranquila tiró de la cuerda.

Corrí a mi habitación lo más rápido que pude, dejando escapar mis sentimientos en forma de cristalinas lágrimas, las cuales iban a parar a mi almohada. Mi mente vagaba de un lugar a otro, yendo por recuerdos que solo me carcomían y rompían más por dentro. La muerte de mi padre me causaba un dolor agudo en la cabeza, y el recuerdo de mis únicos amigos, amigos a los cuales no podía ver jamás siquiera en fotos, partían cada vez más mi estúpido corazón.

El calor del momento no ayudaba; tan solo hacía que me sintiera ahogada e impotente. Y las lágrimas, ellas no hacían más que deslizarse por mis rosadas mejillas. Ardían, dolían. me hacían ver lo difícil que realmente era la vida.

El deseo de querer estar con alguien que en verdad me quisiera no tardó en aparecer. Mi madre, mi ya fallecido padre, alguno de mis únicos dos amigos de verdad; pero ninguno estaba. Quizá también estaba esperando algún milagro. Que mi hermano me demostrara afecto, que mi tío sintiera por mí algo de empatía, que mi abuela se disculpara, o que al chico al cual trato como si fuera mi amigo, al único que podía ver día tras día, en verdad le importara lo que me pasa.

Mi respiración era entrecortada, y el dolor que sentía en mi pecho me desgarraba el alma. Ni siquiera los dulces que mi madre y su novio me habían regalado con mucho cariño ayudaron a calmar el dolor.

… Ni siquiera comprendo por qué me permito sufrir. Sería más fácil si fuera un robot, si no tuviera sentimientos, si no pudiera sufrir. Pero entonces… ¿Eso no lastimaría a aquellos que en verdad me quieren? No encuentro una solución, no hay una solución. Solo puedo desahogarme; lo único que me queda es sacar mis sentimientos y soportar el dolor. Dejar que las lágrimas traspasen las páginas del papel.