Con el demonio adentro (Capítulo 2: La carretera)

Con el demonio adentro (Capítulo 2: La carretera)

Fernando Noche

22/10/2018

Salí del Condado, me sentía bien, sin presiones por el trabajo, solo la carretera y yo, cada vez había menos nieve, solo niebla y lluvia, apenas podía ver la carretera, pero aun así disfrutaba de los paisajes que me rodeaban, ningún coche pasaba por la carretera, todo estaba tranquilo… Me detuve, abrí la puerta de mi coche y baje, camine hasta la orilla del puente que se encontraba cerca de una cascada, observe los bellos paisajes que Dios hizo con sus manos, la brisa de la cascada era refrescante, el sonido del agua al caer en las piedra que se encontraban debajo de mí, mis ojos se enamoraron de las montañas, el bosque, tome un respiro y me puse a pensar y reflexionar sobre mi familia, mis pasados, solo para saber si tome las decisiones correctas.

…..Mi celular sonó, camine hacía al coche, abrí rapido la puerta y agarre el celular, mire la pantalla de mi celular, para saber quién me marcaba, pero solo decía “Número desconocido” me dispuse a contestar la llamada, no se escuchaba nada, “¡¿Hola?! ¿Me escucha? ¿Con quién hablo?” espere por lo menos 2 minutos, iba a colgar en eso escucho un suspiro que duro aproximadamente 1 minuto, y la voz desconocida dijo “Te estamos observando, no podrás escapar de nosotros…” ….colgaron lo que hice fue voltear por todas las direcciones posibles, no vi a nadie, me fui rapido de ese lugar, estaba asustado, tembloroso, me temblaban las manos muy apenas pude sostener el volante, pero tenía que llegar con mi familia.

Cada vez que avanzaba la carretera era menos visible, me dificultaba conducir con esa niebla y con mis manos temblorosas por la llamada, conducía demasiado rapido, queria irme de ese lugar, salir de ese bosque tenebroso, mis manos se descontrolaron y me estampe contra un árbol, me quede inconsciente.

Me desperté dentro de una cabaña, observé la chimenea la leña estaba ardiendo, apenas podía abrir los ojos, un hombre desconocido se acercó a mi “Veo que ya te has despertado, te prepare un té toma aún está caliente” yo acepte el té ya que moría de frio “Muchas gracias, disculpe ¿Cómo se llama?” el me respondió “Mi nombre es Pedro ¿Cuál es el tuyo?” y le respondí “Manuel, encantado de concerté” “Igualmente”

Me quede unos días con él mientras venía una grúa para que me recogiera y llevar mi coche a que me lo arreglaran. Manuel me conto como es, en que trabaja, yo tambien le conté sobre mí.

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