Ella despertó temprano y contempló a… Marcelo? Francisco? David?… Ya no importaba. Seguía siendo el mismo de hace años. Muchos años… 60 tal vez? No… seguramente no tanto, pero mas de 30 seguro. Trató de recordar… en que momento?

La había despertado un ruido… se dio cuenta. Era la… pequeña? Maira que regresaba de una fiesta con sus “amigos”… si, había sido una buena madre. Permisiva? Solo había permitido las cosas que a ella le hubiese gustado le dejen hacer… sin cuestión. Todo lo que a ella misma se le habían negado. Instintivamente volvió la mirada a la bebe en la cuna… su nieta. Trató de recordar…

El cielo era gris… la llovizna era gris… cayendo sobre la… gris casa. Casa que si bien no era un palacio como el de los antiguos Zares, tenía un buen nivel de ostentación… el suficiente. Por dentro como por fuera. Por suerte los dos coches estaban a salvo en el garage… como ellos, de… trató de recordar. No podía. Sonó el reloj. Cuanto desde su despertar? Era ya casi hora de ir a abrir la boutique? Cuando…?

Decidió preparar el desayuno antes de llamar a… lo. Y antes de llevar a la bebe con su madre, quien con suerte y sin hambres de por medio, dormiría hasta tarde… trató…

Como siempre, el delivery matutino del supermercado había hecho bien su trabajo… leche, soda… el diario también había llegado, envuelto en un sutil nylon, para que no se arruine… se habrían mojado los repartidores? Que importaba… Puso la pava, quito el nylon del diario y se puso a hojearlo abstractamente, como siempre. Otra estrella se había apagado… a quién le podría importar eso? Bagatelas… Madurar? Tiempo que se escurría; gotas que caían como las de la canilla del baño hacía ya… Hoy llamo al plomero, pensó; teniendo en cuenta la eterna reticencia de… Por Dios¡ Cuál era su nombre? En fin, él nunca iba a cambiar el cuerito, si es que sabía, y todo se seguiría escurriendo…

Ah¡ Pero que apuesto era cuando… cuándo?

Un solitario recuerdo intentó estrujar sus lagrimales… cantar? Ya no cantaba… bailar?… recordó su juventud, su inocencia… recordó? Cuanto y como cantaba¡ Y como bailaba… antes…

No. No recordó. No podía. Algo dentro suyo lloró, se quebró… ella… no.

La publicidad de un nuevo detergente, con aroma a limón, le mostró todo amarillo… tan amarillo que lastimaba. Sintió el sabor en su vida. Un niño lloraba…

Se dirigió a la cocina y abrió las dos puertas de la mesada. Con un par de certeros golpes de pantufla acribilló un puñado de cucarachas, que reaccionaron dubitativamente ante la luz repentina.

Cuándo había sido? Cuándo dejado de ser?

Con la mirada empañada, recogió los cinco cadáveres. Puso dos en el fondo del mate, y lo completó con yerba. Puso los otros tres en el termo, y lo llenó con el agua que empezaba a hervir; suspiró, y con una sonrisa rígida se dirigió a despertar a…

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