Regresamos de una muerte meramente lúdica
Cuando ésta da su aparición de forma pública
Para ingresar en otra pues no hay una única
A veces suave como alguna música
Otras tan maniática, se vuelve súbita
Una infinita caricia con manos rústicas
La cual quizás logra hacerte levitar
Siempre vestida de rasgada y oscura túnica
Y una mirada tan profunda que te puede enamorar
Penetra tu alma pero no la resguarda
Ofuscada en congelarte en un estanque
Vocifera sus eclipses sin una palabra
¿Con plena calma? Alguna vez impulsivos ataques
No te llevará consigo de compañero
Quizás te devora cual si fueras rastrero
Quizás trasciendes a un mundo nuevo
Solitaria y sin ningún tipo de pero
Desde portales doblega latidos enteros
¿Qué importa si dudas cuando Thánatos llega?
Es una ramera que roba tu paga y también la ajena
Conoce cada historia con minuciosidad
Gracias a su amante la cual logra dominar
Aunque no la pueda tocar lo suficiente para indagar
¿Inferno, Purgatorio e Paradiso? Puede que quizá no
Pero si la observas con atención caerás en la reflexión
No tengamos rencor; solo cumple con su maldición
Quiso amar a algún joven, señora e incluso señor
Desde su trono el tiempo la castigó, celoso nos receló
¿Eres aquel ángel cuya indentidad es un misterio?
Sísifo te puso grilletes y gracias a la guerra fuiste liberado
Un psicopompo precioso, egoísta, coqueto y desgastado
Te confundes y eludes al resto promulgando dectirios
Huesos viejos y quebrantados evidencian que te has traumado
Como aquellos dedos en decadentes mares helados
Que descienden produciendo largos letargos
Tu impredecible tacto anuncia imparable derrota
Lo quieras o no contigo prolifera el daño
Nada que hacer si dices que Zeta va antes que Jota
Nahuel A. Pascuzzo
OPINIONES Y COMENTARIOS