Mi nombre es Neo Myers .Hace tiempo me mude a aquella casa, grande por cierto, tenía dos pisos, estaba hecha de madera y pintado de blanco y algunos lugares naranjas, poseía un ático y el techo estaba conformado por tejas, pero lo que más me llamó la atención era una puerta que según me dijo el anterior dueño de la casa, llevaba al sótano, el advirtió que no abra esa puerta a pesar de dejarme la llave.-No abras esta puerta, y si la abres soporta la pesadilla-. Algo así fue lo que me dijo. No entiendo muy bien lo que me dijo. Sonó como si él estuviera loco.
- Neo: ¿Qué fue lo que me quiso decir el viejo?, supongo que todo estará bien si no abro la puerta.
- William: Que demonios es esto, ¿No hay nada? Maldición, perdí mi tiempo.
- Gabriel: No puedo creer que vaya a morir, pero estoy feliz de estar mis últimos momentos a tu lado, siempre me gustaste, hubiera querido estar con Tigo un poco más de tiempo, pero…
Fui a arreglar mis cosas en la casa, era muy hermosa y agradable. Pero sentía algo raro, un sentimiento inquieto dentro de mí, no sabía lo que era. Cuando al fin termine de ordenar mis cosas el sol ya se había puesto, por lo que fui a cenar y decidí ver una película, pero me termine quedando dormido en el mueble, a las 2:30 de la madrugada exactamente me desperté de golpe, la película había acabado. Otra vez ese sentimiento extraño y muy desagradable volvió a mi ser, me sentía disgustado, estaba medio dormido, me dirigía a mi cuarto cuando pude observar una especie de niebla con un olor putrefacto, al principio pensé que estaba soñando, pero me di cuenta que lo que veía era la realidad, me asuste un poco, comencé a caminar en busca del origen de esta extraña situación, me pude dar cuenta que la niebla era más espesa en dirección al sótano, no sé cuál fue el motivo pero al llegar a la puerta sentí un escalofrió recorriendo mi cuerpo, con tal solo estar parado en frente de aquella puerta. Sinceramente comencé a temblar de miedo a pesar de que no veía nada, solo sentía un ambiente extraño, y supe que era mejor irme de aquel sitio donde estaba parado, subí las escaleras del sótano y la niebla había desaparecido, me dirigí a mi cuarto y aun con el miedo pude dormir. Pasaron unas semanas y de vez en cuando ese sentimiento de miedo se adentraba en mi cuerpo, tenía el presentimiento que aquel sótano tenía algo que ver, pasaron algunos días más, hasta que una noche tuve un sueño, en el, yo iba hacia el sótano y abría la puerta, cuando la abrí no note que había adentro porque no entre, pero pude llegar a ver una silueta de un pelo largo, parecía una mujer que caminaba lentamente y dando algunos tropezones hacia mí que estaba parado en la puerta, cuando aquella “cosa” estaba a punto de salir me levante de mi cama algo sudoso y agitado, ya era la mañana, tenía que ir a trabajar pero de algo si estaba seguro, cuando volviera iba a abrir esa puerta y ver por mí mismo que hay en ese sótano que me provoca tanta angustia.
Al final del día, regresaba del trabajo, pero mis amigos decidieron venir con migo a mi casa, a pasar un rato entre nosotros. Pero yo necesitaba ir al sótano, así que les conté la historia y decidieron ir acompañarme a abrir aquella puerta, yo no me negué, la verdad sentía demasiado miedo de ir solo, pero con ellos pensaba que estaría bien. A las 11:30 de la noche creo, decidimos entrar, luego de estar conversando y riendo.
Por fin estábamos frente a la puerta, esta vez el miedo no solo lo sentía yo, todos los presentes estábamos temblando y uno de mis amigos William que era el que menos me caía bien, comenzó a alardear y a decirnos “miedosos”, el abrió la puerta sin ningún reparo, y ese temblor que sentían nuestros cuerpos acabó, comenzamos a entrar, una vez adentro comenzamos a observar los alrededores del no tan grande cuarto, estaba claramente desordenado y muy sucio, olía muy mal, en el centro de todo el cuarto había un libro, muy grueso y con una portada con un nombre, cuando nos acercamos a observar que era, la puerta se cerró y dio un golpe muy fuerte, Michel, mi amigo fue corriendo a abrir la puerta, y se quedó paralizado y nos dijo: No abre. Trague saliva mientras vi a mi amiga, Gabriel, muy asustada y a la vez muy hermosa, después de todo yo estaba enamorado de ella, trate de acercarme pero William nos llamó a ver el nombre del libro, cuando todos vimos aquel nombre, quedamos asustados y a la vez sin entender ese nombre, si aquel nombre, que sería el inicio de todo, el nombre era… Nightmare. Todos nos comenzamos a preguntar que quería decir ese libro, William abrió el libro rápidamente, grande fue nuestra sorpresa al ver que nada estaba escrito, todas las páginas estaban en blanco, excepto el final, en la página final decía una sola palabra END, él arrojo el libro.
Los demás solo lo mirábamos, en el momento que nos dirigíamos a la puerta escuchamos una voz desagradable que nos deja congelados y sudando, aquella voz decía: ¿Ya se van? Además de eso estaba acompañado de una risa, como burlándose de nosotros, nos dimos la vuelta y del libro comenzó a salir la misma niebla del día que quise entrar aquí, solo se me ocurrió preguntar ¿Quién anda allí? y hubo una respuesta muy inquietante, esa misma voz me respondió unas palabras que hubiera preferido no escuchar, lo que me dijo fue: Tu peor pesadilla, en ese momento pudimos observar una sombra dentro de la densa niebla, lo que salía de allí me dejo consternado, a los demás igual, pero creo que no veían lo que yo veía, de allí salió mi padre, pero estaba seguro que él no podría ser, él estaba muerto, porque fui yo quien lo mato, cuando era niño el maltrataba a mi madre y a mí también, hasta que un día por fin mato a mi madre, así que yo cogí la pistola que estaba en el dormitorio de mis padres y sin temblar le dispare en la cabeza, mi padre siempre fue al que más temí, no pude dormir por noches, incluso en la actualidad, sigo temiéndolo, pero él no podía estar vivo, el murió, estaba seguro de eso, pero aun así, el que salía de aquella niebla se parecía a mi padre y me dijo: Hola Neo, ¿Me temes?, decía eso mientras se reía, yo no me movía, lo único que hice fue mirar a mis amigos, y lo que pude ver es que estaban muy asustados, Michel cayó al suelo gritando ¡Ayuda!, William y Gabriel también estaban asustados, pero entendí algo, nosotros no veíamos lo que los demás veían, cada uno veía algo diferente, supongo que era algo que los aterraba, al igual que a mí, en aquel instante pude recordar el nombre del libro Nightmare(Pesadilla) , entonces grite: ¡Aléjate!, recogí una vieja escoba y se la lancé, pero simplemente lo atravesó, y me decía: ¿No me quieres, Neo?, seguía riéndose como un psicópata, luego salto encima mío, y creo que me desmaye, luego desperté en medio de la sala, en la casa, estaba sudando, lo primero que se me ocurrió, fue ir a ver las escaleras de sótano, la puerta estaba abierta, mire a los alrededores y pudo observar que la casa era más amplia, parecía que aún estaba de noche, fui a ver a una ventana, pero afuera no había nada, solo estaba la casa, mucho más grande, escuché un grito proviniendo de la concina, estaba cerrada, tenía seguro y sin pensarlo rompí la puerta y adentro estaba Gabriel, salió llorando y me abrazó, pero no era el momento para alegrarme de eso, aunque la verdad me gusto el abrazo, le pregunte si estaba con los demás, ellos me dijo que acababa de despertar, comenzamos a buscarlos por la casa, que tenía más cuartos, pero seguía teniendo dos pisos, en eso escuchamos en una grito, viniendo de un pasillo en el segundo piso, subimos las escaleras y estaba Michel tumbado en el suelo contra la pared, horrorizado, llorando y señalando al cuarto frente a él, oímos una palabra en muy bajo tono de voz, que decía: William… Corrimos a levantarlo y miramos al cuarto, era una vista aterradora, William estaba en la pared, pero estaba clavado, atravesado por agujas gigantes, tanto los brazos, sus piernas, pecho y cabeza, además de haber un charco de sangre debajo, rápidamente fui a cerrar la puerta, aquella voz apareció de nuevo, está diciendo: Vamos a jugar, tienen que llegar al sótano de nuevo y rompe el libro, así ustedes ganaran, pero si todos mueren, gano…YO, otra vez con aquella risa, simplemente levante a Gabriel y Michel que yacían en el suelo, agarre sus manos, les dije que saldríamos vivos de allí y comenzamos a correr hacia el sótano, pero en frente apareció mi padre, con un cuchillo en su mano, sonrió y comenzó a correr hacia nosotros, tuvimos que estar en un cuarto en completo silenció, pero Gabriel vio a un cadáver ahorcado, colgando del techo, quiso grita, pero pude tapar su boca a tiempo, cuando mi padre por fin pasó, decidimos apostar todo o nada, correr hasta el sótano y destruir el maldito libro, salimos y corrimos, estábamos a punto de llegar, cuando Michel se tropezó y cayo, fui a ayudarlo, pero mi padre ya lo había atrapado, levanto su cuchillo en dirección de Michel y ya se imaginan lo que ocurrió, con mucha furia y tristeza agarre de la mano a Gabriel y corrí hasta el sótano y cerré la puerta, Allí estaba el libro, en el suelo, me acerque al libro, revolví mi mirada hacia Gabriel y ella me sonrió muy tiernamente, fue un momento de alegría, pero se vio derrumbado por un cuchillo atravesando el pecho de Gabriel, cayó al suelo, quien había tirado el cuchillo había sido aquella persona parecida a mi padre, aun no aceptaba que fuera mi padre, el maldito había hecho un agujero en la puerta, por donde arrojo el cuchillo, ahora trataba de empujar la puerta, levante a Gabriel, sobre mis hombros, perdía demasiada sangre, ella dijo algunas cosas.
Decía eso mientras lloraba, yo me sorprendí mucho, ella me besó y luego se desvaneció en mis brazos, “aquella” persona en la puerta estaba a punto de tumbarla, así que cogí el cuchillo, agarre el libro y simplemente lo atravesé, no una, sino muchas veces, mientras veía como esa persona sufría, aun así rompió la puerta e intentaba llegar a mí, pero como si fuese un golpe de gracia, atravesé el centro del libro, así fue como comenzó a desvanecerse, y yo me desmaye, diciendo el nombre de Gabriel.
Finalmente desperté en el sótano, me levante y no había nadie, revise toda la casa, y nadie se encontraba en ella, en ese momento la policía llego a mi casa en busca de mis amigos, les dije lo que había ocurrido, obviamente nadie me creyó, por lo que me culparon , por sus desapariciones, ahora estoy en la cárcel, siempre sueño con sus muertes, y la de Gabriel, impotente, sin poder haber hecho nada, entonces hace un momento fui a ver un viejo espejo que había allí en la celda, y cuando levante mi mirada, vi a alguien atrás.
Que me dijo: Can I kill you now?, teniendo la sonrisa con la que vi a mi padre en aquella “pesadilla”, me di vuelta y no había nadie, esa persona que vi, me dejo helado, porque ella era, Gabriel…
END
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