*Oda*
— I —
Oscuro Rey.
De
Siete cuernos
Siete astros
Siete días
Vienes a ser maestro,
Y no vienes nunca del todo
Porque no sabríamos ver.
De
Siete caminos
Siete ojos
Siete corazones
Enseñas y pules, labras en mármol rostros
Con placer muestras lo residual del cosmos
Pones cuerda que nosotros mismos atamos
Cuerda que sólo con dolor nos quitamos
De
Siete rozas
Siete enseñanzas
Siete leyes
Todas hechas para romperse,
Todas hechas para disfrutarse,
Todas hechas para no quedarse,
Tan sólo hechas todas.
De
Siete mentiras
Siete falacias
Siete libros
Te alzas sobre todo el velo
Como luz de noche en vela
Eres en todo, luz de fuego
Y de sabiduría derroche
De
Siete eternidades
Siete infinitos
Siete arenas
Y todos manchados de ti
Cabra de razón primera.
—- II —-
Se yerguen como estandartes
Brillan desde lejos Rileantes
Pasan y queman como aceros
Todos hechos para recorrerse
Dados para ver lo que se hace
Palpitan al son de la conciencia
Espinosas pero delicadas brisas
Dejadas para ser apresadas mías
Cada una cadena del liberto malo
Contadas cuento por cuento hace años
Las que se usan para desprestigiarte
Los que se necesitan para comprenderte
Las que se viven cuando se vive en ti
Los que se recorren cuando eres camino
Las que ocupas en tu eterna esencia.
—– III —–
Luz interna
Último sol
Cimiento
Iridiscente
Fervoroso
Encantador
Radiante oscuridad.
Bello rojo antiguo
Entrañado castigo
Lastrador d’ almas
Inicuo maestro vil
Asesino y malvado
Lucido de calaveras
Entorpecido de ego
Neutralizo mi pasión
Totalitarizo mi esencia
Reniego mi ser actual
Escupo toda divinidad
Gano sin poder querer
Asimilo a la oscuridad
Doy a cambio cordura
Otraparte, soy tan tuyo.
Como tu de mí.
– P. Tristán
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