-Saday debes controlarte…. Detente Saday….

Gritaba un hombre de tez blanco cubierto con una capa negra que cubría su torso y espalda, un traje de cuero debajo y en su espalda cargaba a dos niños de 1 año aferrados a el. La joven a quien le gritaba de tez india y complexión esbelta y pequeña estaba luchando con facilidad a un grupo de 20 hombres que arremetían contra ella, 2 a 3 veces mas corpulentos que ella, sin embargo, eran inhabilitados inmediatamente por la joven, levantándolos sin dificultad y lanzándolos, unos tenían la suerte dechocar contra la pared , otras menos suerte y salían por las de las ventanas cayendo al vacío.

-Saday no dejes que la sangre negra saque lo peor de ti, debes controlarte….

Luego de estas palabras, la joven miro al hombre y los infantes que se encontraban llorando, calmándose, sin antes haber detenido al grupo que intento enfrentarse a ella. Entre llantos…

-Disculpa Xenor, querían a los niños.

-Está bien Saday, pero ahora debemos irnos de aquí para no escalar los problemas.

Bajando las escaleras con prisa y saliendo del edificio donde se encontraban llegaron empezaron a recorrer los diversos callejones oscuros y fétidos, en los que los altos edificios permitían poca entrada de luz; el grupo deambulo por horas evitando transitar los caminos principales para no ser reconocidos, hasta que llegaron al bazar de la ciudad donde el caos nunca se detiene por el constante intercambio de los mercaderes del lugar junto a los compradores, todos en busca de algo en el bazar más grande del continente.

-Debemos detenernos un rato para que los niños coman hermano, deben estar cansados de tanto viaje. –Comento Saday con el rostro aun rojo después del llanto horas anteriores.

-Ya casi llegamos, solo debemos cruzar el bazar y la próxima salida de la izquierda veremos la casa. –Respondió Xenor.

Una casa grande con un muro de bloques que impedía ver el lugar bien, se observaba parcialmente el inmenso tamaño de la edificación de 3 niveles; que tenia un sistema de vigilancia que solo permitía la entrada por la puerta a quien reconociese previamente autorizado. Una vez en frente de la puerta la misma se abrió, al grupo atravesarla encontró un hombre alto, de cabellos grisáceos, con un traje crema oscuro y un aspecto que sugería un alto nivel jerárquico.

-Donde está mi esposa? Decidí ayudarte porque protegerías a mi esposa, sin embargo, fuimos atacados, si no es por Saday……. Quiero ver a mi esposa ahora mismo! –Con cada palabra pronunciada Xenor iba subiendo el tono de voz y su cara empezaba a expresar algo de ira.

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