El Danzar del Alma

El Danzar del Alma

Claudia Figueroa

28/08/2018

Extiendes tus alas al cielo,

A emprender en las alturas,

Las que te llevan al vuelo,

A los hombres de eterna bravura.

La paz es la infinita recompensa,

Por el deber cumplido,

Por el llamado que refuerza,

La luz que regresa al nido.

Acogerte en sus brazos,

Ha sido el mayor sustento,

Luego de crear lazos

Que unen cada momento.

En sus ojos se refleja la paz,

Así como se leyó un día,

“nada me debes vida,

Vida estamos en paz.”

El cruzar hacia la luz,

Ha sido siempre el destino,

Llevar consigo el peso de la cruz

Que nos guía en el camino.

Y aun en el umbral de la tumba fría,

El recuerdo constante de su sonrisa,

Aquella dada cada día,

Como suave murmullo de la brisa.

Caminar hacia la luz,

Es la enseñanza de nuestra vida,

Y en la muerte llevarla como la cruz,

Que se carga con el paso de cada día.

CORAZON DE LEON

En sus garras forja su destino,

Arrebatado del cielo,

Con cada paso en el camino,

La victoria es su consuelo.

De mil batallas victorioso,

Pruebas que ha logrado vencer,

Con fuerza, siempre valeroso,

El poder infinito de su ser.

De corazón indomable,

Fuerte ante la adversidad,

Conquistar lo inconquistable,

Y tocar la azul inmensidad.

Corazón de león es llamado,

Aquel que camina de la mano,

De Dios que siempre va a su lado,

A su lado… como un humano.

Corazón indomable, fuerte,

En tus manos llevas la cruz,

Que se arrastra con la muerte,

Llevando tu rostro hacia la luz.

Noble y gentil caballero,

Caminante que labra su camino,

Que se enfrenta de corazón fiero,

Aquello que arrebate su destino.

Noble caballero, de fiero corazón,

Incansable al andar,

Alzas la vista hacia el sol,

Con la esperanza a alcanzar.

Corazón de león, noble caballero,

No dejes de caminar,

Incansable, cual forja el escudero,

Que no se cansa de soñar.

Sueña, caballero, no dejes de soñar,

Porque labras tu camino,

Con la ilusión que te hace suspirar,

Arrebatando tu destino.

Por la senda va caminando,

Caminante, de paso firme y audaz,

Con su espada al cinto va forjando,

La suave luz que lo lleva a la paz.

CREPUSCULAR

En un suave susurro

El alma se regocija,

Ante aquel sereno murmullo,

Que el sol con su manto cobija.

Oculto tras los valles escarpados,

O tras la insondable maleza,

Es el canto del sol en los prados

Que nos dibuja la naturaleza.

Sus rayos se van mostrando

En una danza de eterno frenesí,

El cielo va ocultando

La nostalgia de un día sin fin.

Y aun con la esperanza puesta,

A los pies del astro solar,

Nos da la callada respuesta,

A aquella pregunta sin formular.

Aun entre los valles y montes,

Se vislumbra un dejo de luz,

Ante la sombra que impulsa el nombre,

De aquel que alza los brazos en cruz.

En eterno movimiento crepuscular,

La sombra que trae el atardecer,

Cuando todo vuelve a descansar,

A la espera de un nuevo amanecer.

Este canto crepuscular nos trae,

La esperanza de un nuevo sol,

Tras la montaña que cae,

Un sueño sublime de amor.

Cae el manto tras la montaña,

Y los árboles que no dejan de hablar,

Bajan a la profunda entraña,

De la mágica noche que nos hace suspirar.

Esta noche toda se mueve,

En un eterno frenesí,

El canto crepuscular que envuelve,

La agonía de un día que llega a su fin.

La noche cae con su manto,

Nos envuelve con su voz,

Que nos saluda con su canto,

Dulce melodía de amor.

Anuncia un nuevo amanecer…

La suave caricia el manto crepuscular,

Suave caricia hacia el ser…

Que vuelve a decir: ¡Vale la pena intentar!

DESDE EL ALMA

Quiero escribir algo desde el alma

Pero las palabras no salen fácil,

Algo que inspire a quien ama,

Pero las cosas no son así.

Más ¿Qué puedo decir?

Solo lo que habla el corazón

Sentir lo que puedo sentir,

Y darle cabida a la ilusión.

Más decir lo que siento,

Sería más difícil de hacer,

Porque me atrapa el miedo,

Por lo que pueda suceder.

Aunque el miedo mismo no existe,

Solo es producto de mi mente,

El nervio por verte persiste,

No sé qué es lo que mi corazón siente.

Más a mi alma estás te has unido,

Cuenta no me pude dar,

Desde cuando ha surgido,

Creo que me he vuelto a enamorar.

Pero el tiempo dicta el momento,

Y Dios pone los pasos en el camino,

Sus huellas se observan de nuevo,

Como guía hacia mi destino.

Quiero escribir lo que siento,

Más no encuentro las palabras

Salvo vivir el momento,

Que el tiempo nos regala.

¡Como quisiera decirte lo que siento!

Si supieras lo que te quiero hablar,

Pero dejaré que lo haga el tiempo,

Y dejarte en libertad.

EL TREN DE LA VIDA

Venimos a la vida,

Cual tren en la estación,

Que marca su partida,

Cuya meta es el corazón.

Vimos el primer rayo de luz,

Y un ángel nos tomó,

Haciendo la señal de la cruz,

En la llama viva del amor.

Una mano nos tomó en la vida,

Nos guió en el amor,

Nos mostró la salida,

De los problemas y el corazón.

Así es el tren de la vida,

Te lleva a donde quieres llegar,

Te lleva cada día,

Allá donde el alma quiere llevar.

Vamos caminando

Vemos nuevos horizontes,

Un sol que está iluminando,

La maleza de nuestros montes.

La vida es un tren en movimiento,

De estación en estación,

Que nos lleva cada momento,

En constante migración.

En cada vuelta del camino,

Nos encontramos de nuevo,

Porque forjamos nuestro destino,

Desnudándonos en este mundo nuestro.

El tren de la vida…

Viajando el alma desnuda,

Más que amar escondida,

La luz que el alma deslumbra.

El tren de la vida…

Y una luz del comienzo,

Una inocencia concebida,

La llama viva de este momento.

EN EL TINTERO

Con pluma y tinta

Se escriben los versos,

Que llegan a la cinta

De la vida y el universo.

Desenterrando el pasado,

Memorias de un placer perdido,

De mi mundo me he alejado,

Por buscar un sueño prohibido.

¿Dónde está ese mundo,

Que la bruma lo ha escondido?

¿Cuál es su secreto más profundo,

En este mundo desconocido?

No conozco esta tierra,

No la llamo hogar,

En el fondo encierra,

La llama a guiar.

En el tintero se han ocultado,

Los versos de un país lejano,

Nadie los ha encontrado,

Ni al alcance de su mano.

Yo quiero encontrar ese lugar,

Viajo hacia su encuentro inesperado,

La vida nos va a señalar,

Un camino despejado.

Piso ramas, rocas y arena,

Elementos de un camino sinuoso,

Mis pies en tierra morena,

Y adelante, un tramo tumultuoso.

Ha pasado el tiempo de mi partida,

¡Oh, luna! Tú me puedes decir,

¿Dónde encuentro la salida,

Si no encuentro nada de mi?

En el tintero de la vida,

Se esconde en callado sigilo,

La luna muestra la salida,

En la brillante luz de un hilo.

Aunque me lleve la vida,

Recorrer el mundo entero,

En mi mundo encuentro la salida,

De la poesía atrapada en el tintero.

ENSEÑAME

Enséñame ese mundo

Que se abre en tu corazón,

Muéstrame lo más profundo,

Que te llena de ilusión.

Muéstrame la llama viva,

Que arde dentro de tu ser,

Enséñame esa luz que te da vida,

Y te lleva hacia un nuevo amanecer.

Enséñame la gloria

De un nuevo amanecer,

Cuéntame tu historia,

Esa, que te llena de placer.

Enséñame el diálogo formado

En lo profundo de tu corazón,

Tal vez lo implementamos,

Para declarar nuestro amor.

Enséñame lo que dice tu mirada,

Quiero conocerte mejor,

Que brillan como el alba,

Al abrir el corazón.

Abre las alas del corazón,

Más allá de donde sale el sol,

Déjate llevar por las alas del amor,

Déjate guiar por la fuerza de la creación.

Enséñame esa libertad,

Libertad que trae el amor,

En el corazón se aleja la soledad,

Porque dos almas se unen en la eternidad.

ESCUCHA LA VOZ.

En un quedo suspiro,

Se escucha tu voz,

Dentro te escucho y miro,

La voz eterna del corazón.

Llamas y logras entrar,

Donde aquellos te quieren abrir,

Tu mensaje vienes a dar,

Y nosotros lo vamos a recibir.

Hace mucho me hablaron,

Algo que me llegó al corazón,

De un hombre me mostraron,

Su mensaje de amor.

En mi alma escuché su llamado

Una voz que vino de todo lugar,

En quedo suspiro impregnado,

En su voz llena de paz.

De la tierra ha surgido,

La voz de su llamado,

A veces hace su nido

O el vuelo ha alzado.

Más al final la esperanza,

Surge de nuevo con su presencia,

Aquella que trae la abundancia,

En medio de la ausencia.

En su alma se enciende

La llama viva del amor,

Que une y comprende,

Las dudas del corazón.

Así es la vida, mi Señor,

Tú nos lo viniste a enseñar,

Muestras el camino al sol,

Y el camino que cruzar.

Limpia mi corazón

Así te puedo escuchar,

Unirme en una sola voz,

Y hacia el sol caminar.

GUERRERA SOY

Allá, oculto entre el firmamento

Se alza firme mi espada flamante,

Que rompe todo mal momento,

Cambiando sombra por luz en un instante.

Así es, cuando Atenea y Afrodita,

Se juntan en una sola alma,

Se alza la mirada, surge una sonrisa,

En el rostro brilla la luz de la dama.

Y aun en medio de la batalla

Alzo mi espada al cielo…

Allá está, fuego que en el alma estalla,

Y al final la paz y el consuelo.

Guerrera soy, no lo voy a negar,

Pero la guerra sigue por el mismo camino

Que el arte puede llevar,

Allá donde brilla el destino.

Guerrera soy, fiel sirviente de Atenea,

Mas, Afrodita es mi guía,

El cielo es mi mayor presea,

Y la tierra, donde dejo mi vida.

Guerrera soy, así fue como nací,

Mas que guerrera, dama soy,

Así quiero vivir,

Porque se hacia donde voy.

Y así, con los pies en la tierra,

Y los ojos puestos en el cielo,

Voy con mi espada al cinto que encierra,

La voluntad de un corazón de acero.

Guerrera soy, y siempre lo voy a ser,

La bondad la llevo como armadura,

Y la espada en alto va a permanecer,

Con la vista en las alturas.

HACIA LA LUZ

Amos de la oscuridad

Donde títeres y sombras

Se llevan la luz de la infinidad

Del ocaso y la aurora.

Más unos que tocan la trompeta

En son de despertar,

Cuando los amos de la caverna…

La travesía hemos de empezar

Amos de la caverna,

Es tal su desesperación,

Que no dejan sonar la corneta

El despertar es su perdición.

Amos de la caverna,

Mueven los hilos de la vida,

Atan a todo el que se mueva

Sin dar pasó hacia la salida.

Crueles agentes mentales

Traen al mundo ignorancia

Más como una luz no hay tales

Miedo e ignominia en abundancia

Fabrican miedos,

En un mundo de papel

Crean severos complejos

Con mieles tornándose en hiel.

Enemigo acérrimo del soñador,

Atacas a todo idealista,

Más yo, camino sin temor,

Buscando una nueva conquista.

Lumbrera del fanático religioso

Y del hombre materialista,

Hacia la luz me dirijo con gozo,

No hay nada que haga que resista.

Más estoy preparada

Para tu ataque mordaz

Aquí estoy, ante ti parada,

Riéndose de ti mi alma inmortal.

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