¡Forjados con el más fino cincel!, encalados con el rojo del amor. Una migaja de cereza con sabor a pasión, y claro, no puede falta la pizca de picardia con la detonante partícula de la dulzura…
En la curvatura del éxtasis estará el dulce veneno por el que cualquier mortal caería en tentación…
Posees la sonrisa con sabor a paraíso.
»Te otorgamos los labios con el poder de hipnosis, para que los mortales caigan a tu disposición» -Dijo una voz desde los cielos, minutos despues de que un gran rayo cayera sobre la tierra,
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