EL TIEMPO

La pausa matutina, confronta la rapidez humana.

La prisa, el hambre, busca la saciedad del alma alimentando el cuerpo banal,

es sin sentido, solo es más que alimentar al otro.

¿Qué pensaría el tiempo al recordar atrás?

Una sombra como malla que hace borroso el presente,

es todo lo que es.

Y ahora, cuentan las voces,

que ayer comenzó la segunda carrera hacia la verdad.

Paisajes eternos llenos de color y luz, por sus poros se escapan destellos

que nos cuentan que en algún tiempo atrás, ellos llenaban la tierra

con libertad y formaban parte de nosotros.

Como un vago recuerdo se ven aquellos días, la luz salía desde el centro,

elevándose hasta la parte más alta y brillaba.

La conciencia formaba vida

creando la verdad más pura.

El ser en su plenitud admiraba

su grandeza, única y en unión,

siendo todos el mismo en un solo respirar.

El cosquilleo de los destellos

formaban el eco de la risa de los seres

y en el abrir y cerrar de ojos,

la traslucidez de los días sin tiempo, se contaban.

Días lejanos son aquellos

en el límite de la conciencia.

Días lejanos, son aquellos.

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