Cerca del Cielo.

Tomé una siesta como muchas de las que acostumbro,

pero esta vez te soñé…

con esa mirada tan dulce que no veía hace 10 años.

Me abrazaste, tan fuerte con esos brazos que algún día me cargaron.

Me sonreíste, de la misma forma como lo hacías cada vez al verme

Me hablaste, con esa voz tan noble que solo tú la posees.

Te soñé mi viejito, con esa cabellera plateada

y esos pasos lentos…dignos de cuanto andáste.

Te soñé y entonces corrí a tus brazos como cuando niña,

con la misma emoción de verte de nuevo.

Te soñé, pero al despertar no pude palparte.

Sin embargo te confieso que cada vez que te sueño

anhelo no despertar nunca.

Y regreso a la realidad,

con éstas lágrimas amargas de impotencia y resignación a la vez.

Con éstas líneas temblorosas y el corazón partido desde que te marchaste.

Quiero que sepas, que me duele tenerte sólo en mis sueños,

pero también entiendo que sigues caminando a paso lento por el cielo,

para que mi camino hacia ti sea más corto.

Daniela N. A. F.

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