Lo vi alejarse… como un globo que es arrastrado por el viento; sin marcha atrás, sin nada que pudiese detenerlo, lo vi perdido y no solo eso, también sentí perderlo todo con su partida , no sería nunca más la misma persona, estaba destruida y derrotada, rompí en llanto e inmediatamente sentí como alguien me tocaba el hombro, me volteé y vi su hermoso rostro, podía ver el dolor en sus ojos y el en los míos, eramos todo el uno para el otro, toco mi rostro y aunque no movió su boca para decir palabra, puedo jurar que me dijo que siempre iba a estar conmigo y me derrumbe, me enojé con la vida por arrebatarlo de mi, me arrepentí de todo lo que no hice cuando lo tuve a mi lado y un mar de sentimientos me atacó e inundaron mi cabeza. Me dolía el corazón, me temblaban las piernas y no podía mantenerme en pie, mi alma gritaba y mi cuerpo se rompía. Oía una y otra vez su canción favorita, recordaba… Oh! por Dios recordaba cada maldito segundo de todo lo que hice mal con el y también cada hermoso momento que tuvimos juntos, así pasó toda mi noche y lo peor es que ese dolor aún no terminaba.
El siguiente día con los ojos hinchados y el alma en dos fui a despedirme de el, hicieron un hueco el la tierra y metieron su ataúd y pensé en como la vida es tan corta, se te puede escapar en un momento sin previo aviso y juré que viviría esta vida por los dos, para que el día que me volviera a encontrar con el supiera que nunca lo olvidé y que viví mi vida al máximo hasta el final de mis días. Mucho tiempo después acepté que ya no volvería y que debía dejarlo ir. Perder a un ser querido es difícil, pero los días grises acaban y pronto saldrá el sol de nuevo, lo más importante es nunca olvidar y siempre llevar a esa persona en nuestro corazón.
OPINIONES Y COMENTARIOS