No parece que los días se detengan, aunque el genio de la lampara apareciera.

solo sufre en silencio no poder llamar, solo sufro la distancia que hay debido al mar.

¿Cuantos instantes fueron ya, desde que la luna ya no es llena?

¿Cuantos momentos pasados, en que en días de otoño miraba a través de la ventana?

Mi único silencio lo produce la guitarra; y las canciones se volvieron solo ruido sin tu llamada.

No sale el campo a cosechar la lluvia, luego los arboles soplaron la ventisca. la mañana se asoma pero se vuelve a esconder el sol, y es que sin tu mirada, ya no tiene que aparecer marguinada.

Llegue tarde.

Me arrepiento.

Pero aún guardo en un cofre lleno, tu más sincero te quiero.

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