Espinoso y bien plantado
De grueso tronco y noble corazón
Crees saberte árbol
En tus hojas tus locuras
Tu futuro y terquedad
No errarías en tus gustos, y
yo a veces ni sé quién soy
No podrías ser más tú
y yo babeando en tu corteza
con destreza pero sin quietud
Anhelando tus acogidas.
Dormir en tu resguardo
Un privilegio
Y por cada noche
diez bendiciones
Ahora sin más
Habrá en mi pena
¡Ay! ¡Mi ceiba!
Te imprimiste en mi
tu eco me traspasa en soledad
Prometo serme fiel
y libertad buscar
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