Érase una vez…pero ya no

¡Qué porquería eso de que a cenicienta se le cayó la zapatilla! Como si el amor fuera una búsqueda y un zapato…a eso se le llama compras.¿Quién dijo que toda mujer tiene la obligación de creer en el amor? Eso no es un juego de mesa, no todos tienen una carta bajo la manga ni se puede comenzar de cero si eso es lo que apetece. En el amor, en la vida, siempre van a quedar estragos de lo acontecido. Es imposible olvidar algo que te cambió. Y eso me cambió, me hizo ser más independiente, crecer de cierta manera y comenzar a desmentir todas aquellas películas de princesas.

Ciertamente, los príncipes azules sólo existen en televisión, aquí, en la vida real, no hay carroza o toque de queda, nos queda a nosotras construir nuestro propio reino y luchar contra dragones en lugar de ser perfectas.

Muy al fondo creo que todos aquellos “felices para siempre” no fueron más que el resumen de “No puedo seguir más tiempo pretendiendo que todo estáperfecto. Me voy en busca de una aventura”. ¿O me van a decir que Bella se quedó toda la vida en el castillo? Para nadie es justo dejar de vivir por intentar sentir.

¡Qué absurdo eso de “erase una vez”! Lo lamento mucho pero yo me voy de aventura. Tal vez esta sea mi aventura. ¡Es momento de escribir lo que desde pequeñas nos intentaron ocultar! No es necesario tener a alguien más para vivir intensamente.

Aquí les dejo el secreto de la felicidad.

Pd: en serio, no es por sonar pretenciosa. Van a ser felices.