Me encontraba cerca al bohío recogiendo unas ahuyamas, para mis padres bajo un calor insoportable, mi amigo el hijo del cacique Combaima, se me acerco diciéndome capturaron a un chamán blanco que habla nuestra lengua y trae un mensaje vayamos y lo conocemos.

Fuimos y vi a un hombre blanco de edad avanzada con ropa café y le pregunte.

¿Quién eresy de dónde vienes?- Me contesto.

-Vengo en son de paz de la tierra donde gobernaba el cacique Ibagué allí se fundó un caserío por el capitán Galarza recibiendo el nombre del cacique. Es mejor que se sometan a la autoridad del rey de España y de la Santa Madre Iglesia Católica eviten el extermino de su población hoy en el año de 1602 de nuestro señor, conviértanse por mi. Estoy dispuesto a darles el bautismo, soy sacerdote. El caserío es un fuerte militar con guerreros con armaduras de la cabeza a los pies, arcabuces de mecha, lanzas, partesanas, chuzos, espadas, dagas, rodelas montados a caballo acompañados de cañones y de feroces perros mastines. Ellos descienden de militares que estuvieron en el saqueo de Roma en 1535 violaron y degollaron las monjas que encontraron en los templos,asesinaron sacerdotes, quemaron iglesias, las imágenes de Jesús las cogían a balazos diciendo que si el volvía no solamente lo crucificarían sino que lo que lo llevaban a la hoguera, derrotaron a 500 soldados bien armados de la guardia Suiza en donde el Papa Clemente II se vio obligado a pedir la paz y autorizo que España fuera dueña del nuevo mundo con sus habitantes. Ustedes se van a enfrentar con palos y flechas de madera protegiéndose cueros de danta. Miren es una pelea de burro amarrado contra tigre.

Acompañamos al chaman blanco con el caique Combaima y varios nativos al caserío deIbagué allí casaron al caique con una española y lo bautizaron con otros nativos le colocaron el nombre de Baltazar y locasaron en Ibagué con una española. A míme bautizaron con el nombre de Pitágoras y el chamán o sacerdote me puso de ayudante con otros niños indígenas como acólitos. Y que lo llamara el misionero. Los misioneros nos enseñaron el respeto y reverencia con que habían que entrar a oír misa; como habían de tomar el agua bendita cuando se entraba y saliera de la iglesia, losritos que debían observar, en los bautismos generales, les ponía los nombres y los escribía en un libro para entregarlos a los españoles, señalando por sus nombres los que a cada español habían de servir, diciendo: éste y éste, son para tal español; aquel y aquel para el otro,luego los encadenaban se les cortaba los jarretes, para que no huyeran, con un hierro al rojo vivo les colocaban un sello en la caray se les encadenaban atándolos del cuello en filas de 20 y más indígenas, tratados implacablemente a látigo, se les obligaba para que cargaran maderos pesados para construir las casas de los españoles. Diezmados por los malos tratos dados y a causa del hambre a que eran sitiados pues estos les arrebataban toda clase de víveres, y a látigos y tormentos a la penosa faena de la boga en el rió Magdalena, navegando al sol y al agua, dándoles solamente dos puñados de maíz tostado como alimento, comiendo el poco pescado que sin atarraya podían coger de las aguas del rió. Los castigos más usados era rebanarles las orejas y las narices, los indios se abstuvieron de procrear para evitarle a sus hijos la servidumbre vil a que estaban sometidos. Se enfermaron y murieron por montones. estos hechos le dolieron al cacique Calarcá,yal verque fuetraicionado, la paz no se cumplió considero como traidor cacique Combaima.Calarcá se rebeló y con las tropas indígenas ataco e incendio a Ibagué y en la batalla de las hermosas murió Calarcá atravesado por una lanza por el cacique Baltazar quien también murió por Calarcá, derrotados los pijaos salió una ordenanza en Santafé de Bogotá ordenando al exterminode las naciones indígenas rebeldes.

Meses despues se veían grandes cantidades de moscas verdes y nubes de buitres que tapaban el sol, huesos desparramados, cadáveres desmembrados y putrefactosa ambos lados del camino, poblaciones abandonadas y bohíos incendiados, hombres, mujeres y niños que huían aterrorizados, callados y con miedoa la selva dejando sus pertenencias exponiéndose a morir a merced de las fieras, asombrados vimos que los españoles dejaban como señalesun palounacabeza de un indio clavada en un extremo, contamos más de mil por todo el trayecto

Los españoles tenían leyes injustas que beneficiaban solo a ellos, en contra de los nativos. Los actos sacramentales se oficiaban en una pequeña capilla de madera techada en Palma los nativoseran valerosos guerreros por naturaleza, no construían poblaciones, sino que tenían sus bohíos sobre las cúspides altas de las colinas y montañeras en vigilancia constante con sus enemigos. Se alimentaban de pescado seco al sol, frijoles, ahuyamas, yerbas varias, maíz cocido con agua al fuego o tostado, o fermentado en masato o licores embriagantes. Celosos de sus mujeres la que no encontraban virgen la estrangulaban, querían entrañablemente a sus pequeños hijos, se comerciaba el oro y elaboraban vasijas de greda endurecidas al horno. Creían en la vida en el más allá. Adoraban distintos ídolos y a la luna, de la cual en plata o en oro llevaba sobre la frente un dije colgado de un cintillo. En las batallas se adornaban con coronas o plumas de vivos colores, pectorales y protectores de oro fino. A sus muertos los enterraban en ollones de barro cocido, después de haber sometido los cadáveres a una hoguera hasta su completo desecamiento. Al morir un cacique o persona principal se emborrachaban y envenenaban a su mujer más fiel, y a dos o tres criados, para enterrarlos conjuntamente para que los acompañaran en el viaje. Sus armas principales eran las lanzas largas, de punta de chonta, flechas, lanzaderas de piedra, macanas de madera cortantes y se protegían con escudos hechos de cuero de danta. Fueron vencidos por la ventaja española de las espadas toledanas, las lanzas de hierro, las porras de acero y sobre todo por los cañones, mosquetes y las escopetas que mataban a distancia, además y principalmente por las jaurías de perros feroces previamente entrenados para matar indígenas para lo cual los conquistadores les suministraban muchachos que se comerciaban entre sí a gran precio, después de haber sido violados.El auxilio de los caballos constituyó un arma de las más poderosas con todo lo cual el valor indígena fue totalmente subyugado.. Como alivio impuesto por algunos visitadores del Rey que constataron su mal trato y extinción se les obligo a los capitanes españoles a contribuir para costear algunas misas rezadas por los dominicos y franciscanos en memoria de los indígenas sacrificados, y dándose la bendición quedaron en paz con Dios. Después de la misa apresaban a las mujeres jóvenes y niñas y niños para convertirlos a la fuerza en concubinos a participar en las orgías y borracheras de capitanes y soldados sin respetar edad. Y a la costumbre de a las ordeñar bajo amenaza de muerte a las madres indígenas para que con su leche tibia dar de comer a los hijos de las hembras de los perros mastines, mientras morían los niños de hambre, a las mujeres embarazabas que no obedecían,les abrían el vientre con un cuchillo y les sacaban el feto les metían un gallo vivo, ante las carcajadas lúbricas de los amos españoles, los soldados a los fetos los lanzaban al aire para insertarlos en una lanza, según el padre de las Casas, en la conquista de la Nueva Granada murieron más de 60 millones de indígenas a manos de los españoles. Día a día amanecían colgados de los árboles circundantes racimos de indígenas, en suicidios colectivos, muda protesta contra los invasores. Muchos poblados desaparecieron debido a que sus habitantes fueron llevados por la fuerza por el capitán Tafur para trabajar las minas de Mariquita, sometidos a inclemente explotación. Yo me salve por ser el acólito de los misioneros quienes me enseñaron a leer y a escribir.

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