​A aquel ser oscuro

​A aquel ser oscuro

Pecas de Bronce

04/07/2018

A aquel ser oscuro…

Me encuentro en este espacio lúgubre y basto, entre las llanuras de la sombra y el desdén.

Cabalgando una criatura llamada miedo que me lleva hacia un destino con nombre muerte.

Las tinieblas se regocijan ante la llegada triunfante de este vástago y bastardo, apadrinado de la amargura y la inseguridad.

Las concubinas proclaman su pérfido nombre, el conocido por todos en este valle de solo dolor.

El rey y dictador, nada justo y nada bueno, sabe su nombre y no lo niega, entre el llanto y el lamento, su eco se escuchó.

Aquí está el hijo predilecto, cuyo padre no conoce, el que fue abandonado, y nadie reclamó.

Entre serpientes y sabandijas fue criado, y como un repelente así creció, un vagabundo más y esclavo, de la frialdad y el desamor.

Resentido en su armadura, se dice será coronado, desposado a una hembra muy material.

Un día como este, yo que conocí su creador, blandó una espada en su puño y al mismo viento calló.

Con su paso redoblante, usando una capa de piel, una corona de espinas y sudando pura hiel.

Ese fue tu padre, el que todos saben pero no conocen, te lo presento ahora que tienes la madurez.

Es aquel viejo, lleno de rocas y alambres, envuelto en un capullo y falto de piedad.

Entre lágrimas de sangre, ha empezado su sufrir, descubriendo que ya es muy tarde, su modo de vida cambiar.

Ya arrepentido y derrotado, sin más que pelear, su trono ha perdido al ver la vejez llegar.

Algunos le llaman odio, otros le llaman rencor, pero finalmente sabremos algo, que es todo menos amor.

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