El silencio después de la guerra

Se escuchan las campanas sonar en las principales ciudades del mundo, todos están desorientados y sin saber lo que esta pasando, la gran guerra había concluido, la noticia que recorre todo el mundo como si de un relámpago se tratase, no solo había terminado la guerra, con ella también se fueron miles de vidas inocentes, el silencio que se siente es abrumador y es inexplicable, el hedor de miedo y preocupación está en el aire, que consigo lleva las cenizas de lo que alguna vez llamamos hogar. Es imposible saber las bifurcaciones que puede llegar a tener la vida, como para evitar que alguien inocente muera, así mismo es inevitable pensar en el dolor que sienten las madres al ver que su hijo muere por intentar salvar a su país, muchas veces llevándose con sigo numerosas vidas, en otras ocasiones muriendo en vano sin hacer nada, es un sentimiento amargo el que puede llegar a sentir un soldado en medio de la batalla, donde las tinieblas de la muerte lo abrazan de la forma más despiadada posible, haciendo que se nuble su visión de lo que es bueno y malo transformándolo para siempre, pero cuando la guerra ocurre, nada se puede hacer, solo esperar que un haz de luz ilumine los sombríos campos de batalla, y que la esperanza rompa con el silencio que deja la guerra.