Gritos , lamentos se pierden por los caminos y calles, caen lagrimas de estrellas y nubes. Entre tanto del asfalto flores y espinas rebrotan por doquier, la brisa les empapa con sus manos alentándoles a vivir o morir.

Cantos, palabras estruendosas de los arboles del bosque que cubre los caminos y carreteras dejándose perder una hermosa danza filarmonica en el vaivén de la brisa en la rambla. ¡Ay! pero las aves se cagan sin pena alguna dejando excremento por todos lados, ¿Pero que? el sol y la lluvia siempre hacen su trabajo. Entre tanto las plantas y flores felices se alimentan y robustecen con el excremento ajeno, ¡Que irónico todo esto! porque por mas que murmuren o critiquen los hombres se benefician mas.

Sin embargo la pena no es de las aves que ayudan con sus desechos si no de algunos humanos que se portan como tal.

MAJIN MARQUEZ 3-6-2018

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