De fracaso en fracaso voy en el amor… Solo soy una desafortunada en cuestiones de romance, ¿pasa algo conmigo? ¿Acaso no merezco que me amen verdaderamente? ¿Mi destino es la soledad? Es lo que constantemente se preguntaba ella; y es que sentía que no merecía el amor en su vida porque cada vez que lo intentaba con alguien no funcionaba y como si fuera un cuento de hadas pensaba que aún no llegaba el indicado. Pero era como si la vida le dijera a cada minuto ¡No!

Ya cansada de fracasar decidió romper la fantasía de esperar por alguien que quizá no exista al menos para ella, ironía justo tomando la decisión y aparece un chico aparentemente irreal pues era todo lo que ella esperaba ¿su príncipe azul? Era como su hombre soñado… ¡no es real! Se decía así misma y de serlo seguramente algo pasará y terminará marchándose así como todos, ella realmente pensaba que no merecía nada bueno que le pasase y trató de manejarlo con tal frialdad pues no quería salir lastimada (no otra vez) con el tiempo empezó a sentirse en un sueño pues él era perfecto o al menos así lo veía ella y decidió dejarse llevar una vez más aún cuando su mente le decía “No” escogió su corazón y vivió su sueño. Lástima que de los sueños hay que despertar y despertó y volvió a la realidad donde le volvieron a fallar lo positivo de esta vez fue que ya la habían roto completamente y él ya no alcanzó a romperla aunque le dolió más que antes porque el era todo lo que había esperado pero solo fue un espejismo en su vida, un sueño y despertó… esa es la pesadilla de los sueños que una vez que cerramos los ojos no dejamos de soñar y soñar y soñar y entre más sueñas más dura es la realidad al despertar.

Cuantas veces nos dicen que escuchemos el corazón, que amemos y que nos dejemos llevar y sí suena muy bonito pero no cuando te golpeas con la realidad. Me pregunto ¿será que un día ya no queramos amar? Después de que pierdes la fe en las personas, en las palabras y termines escogiendo la soledad.

Lo cierto es que nunca sabremos porque nos rompieron el corazón y jugaron con nuestros sentimientos y cuando te digan “confía en mí, no te romperé el corazón” es cuando más alerta debes estar porque después solo quedarás tú preguntándote ¿qué pasa contigo? O si ¿no mereces el amor? Y nadie merece terminar así con esas incógnitas y deseando no volver a enamorarse

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