Llegaba a su choza y caía rendido, en una colchoneta vieja agujerada por una camada
de ratones, en sus sueños cuando posaba su cabeza sobre la almohada había abundancia
ricas comidas y exquisitas bebidas, hasta una cama fina de almohadones, y sabanas de
seda, pero a la mañana siguiente su sueño se derrumbaba como torre de papel, un golpe de
suerte necesitaba este pobre hombre, ayuda divina algo urgente necesitaba una tabla de
salvación, estaba a punto de perder el pedazo de tierra.
OPINIONES Y COMENTARIOS