EL REY DE LOS CARACOLES
El rey de los caracoles,
de bigotes enroscados,
se columpia en su trono,
con su cetro dibujado;
El genio ha proclamado,
solo peces, pan y vino,
cuecen el pastel divino,
del paroxismo amasado;
Con una corona de sal,
el regente surrea-lís-ti-co,
bajo el manto de la mar,
pinta a su perro dormido;
Este rey descabellado,
pintador sim-bo-lis-ti-co,
aguantado por muletas,
desde cajones vacíos;
Sus bigotes que curvados,
son el fin de sus principios,
de lucidez extraviado,
piensa en cubos infinitos;
Sabio, fiero y trastocado,
inventador de sí mismo,
temperamental relámpago,
pinta un paisaje invertido;
Llega con la tramontana,
penetrando de puntillas,
y asomada a la ventana,
a su mujer sodomiza;
Busca la consecución,
donde su ojo onírico,
encuentre la perspectiva,
de un ángulo irreflexivo:
Elefantes que entre nubes,
desfilan sobre sus zancos,
y una hilera de hormigas,
sobre espejos patinando;
El tiempo se ha derretido,
dormido sobre las rosas,
los segundos se han caído,
descolgados de las horas;
El rey corre demasiado
fugaz como los caracoles
nadie puede ir tan rápido
ni comerse tantas coles
SILVIA RESORTE
Dedicado a Salvador Dalí
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