Ha empezado a llover y las frías gotas se funden con mis lágrimas, mientras la esencia del alma huye de mí y se refugia en otro lugar.
Pienso en mi vida, hundiéndome en mi consciencia meditando en el futuro que me prepara la soledad.
Amanece lentamente y mis párpados ya hinchados no soportan ver más la realidad . Los días pasan lentos, mientras me pierdo en mi mundo, esperando entre la noche mi muerte, yaso entre las sombras escuchando el eco que causa mi llanto en el vacío de mi mente, me asomo por la ventana y me deleito mirando el destello de la luna…
Quedo maravillada y recuerdo lo débil e insignificante que seguiré siendo, más no sé a donde voy.
No tiene sentido seguir por un camino sin rumbo alguno pero inconscientemente sigo en él. Será este mi destino estar sola y ni siquiera saber que va a ser de mí, aún así le sigo fiel, le tengo lealtad a mi soledad, me es imposible continuar sin ella, debido a que me enseñó a sobrevivir.
Mi cuerpo se estremece a causa de mis heridas pero mi frío corazón aprendió a dejar de sufrir. Soy un ser anormal que perdió su razón de existir ahora espero llegar al final de mi camino. Miro a mi alrededor y sólo veo un mundo en decadencia, guardo mis penas, mientras humedezco mis palmas con lagrimas, si hubiera una fuente de luz que me permitiera ver la gran tormenta que se avecina, pero mi amor a la soledad estrangulo y elimino todo ser, por lo cual veo al cielo grisaceo y me pregunto ¿Por qué sigo aquí?
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