La vida es ensueño donde tú eres un ave perdida que vaga en diferentes rumbos y horizontes, estás ahí mirando hacia el vacío sin saber el cómo ni el porqué de nada, sin embargo aquella mira de ternura y con una voz de dulzura te hace tu mundo más fácil; quizás con el paso del sol y la luna sientes que lo que tienes no te vasta, lo que tú quieres es fortuna, es ahí que emprendes un viaje hacia lo desconocido, buscando tu propio camino en un mundo donde encuentras rosas con espinas fuertes y firmes que lastiman, claveles marchitados y desiertos desolados; siempre en tu mente está aquella mirada que alguna vez te daba tranquilidad, es entonces cuando no sabes que hacer, el momento preciso en el cual regresas aquel lugar que alguna vez dejaste; te abraza, te besa, te da esas palabras que llenan tu corazón de calma; por alguna razón te sientes con fuerzas de enfrentar lo que te toca, regresas con la fuerza indomable como un León en la selva, y así cada vez que pierdes la fuerza para mantenerte en pie retornas sabiendo que encontraras la calma y felicidad, sin pensar que aquella mirada en algún momento será sol en ocaso, es entonces donde te das cuenta que todo lo que creías necesitar son hojas marchitas que no veías de qué lugar caían, es tarde, comprendes que esa mirada y aquella voz pertenece a lo que el mundo llama Madre.

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