No me pongas un nombre

No sé el principio de nada por eso, no me lo creo, ¿y por qué tal nombre?, se preguntan.Me describes igual a un científico eligiendo nombre, cuando ni siquiera sabes si es cierto o no, por poner uno ¿no? y luego me pregunto, ¿dónde está el principio y dónde el fin?, ¿habrá fin?, ¿acierto o pierdo si en mí mente creo que en realidad lo tenía que hacer?, sí, como esas señales del futuro que se escuchan, ¿era por qué tenía que dar ese específico mensaje? o…, ya estaba escrito?, el planeta juega con tú mente, le pone nombre a todo, lo único real que existe es el amor y el sufrimiento, los nombre y descripciones van aparte, son absurdas y nos seguimos muriendo, ¿de qué sirve un diagnostico o la enfermedad?.Te sacaron de un vientre al cual no pediste ni respirar, igual morimos, ¿por qué ponerme un nombre?, todo es todo en general, somos intolerables hasta al aire, a la comida e incluso a esos corazones independientes que solo piensan en ellos mismos.

Vulnerable me siento al saber que me han puesto un nombre, que crean que saben quien soy y en realidad quien gobierna en mí reino soy solo yo.