Estaba en un salón sentado en una de las butacas, yo solo, no había nadie, ni maestros, ni compañeros. Decido levantarme y salir del aula. Veo el pasillo, solo sin nadie a la vista, tengo una sensación de miedo, como si algo fuera a pasar pero camino a través de los pasillos de la escuela. Había estantes que estaban a los costados del pasillo, era raro, nunca usábamos, ni nos daban estantes para guardar nada. Intento abrir un estante pero estaba cerrado, intento con otro, este estaba abierto y encuentro un cuadernillo, lo tomo y veo qué es.
– ¡ORALE, LAS RESPUESTAS DEL EXAMEN!
Vuelvo a guardar el cuadernillo y cierro la puerta del estante.
Sigo mi camino y me encuentro con un salón con todos mis compañeros adentro, también estaba mi profesor de Física, aunque la puerta estaba abierta toco para pedir permiso para entrar.
– ¿Puedo pasar?
– ¿Tienes tu cuadernillo de respuestas? – Pregunta el profesor.
– No.
– No puedes entrar sin el cuadernillo de repuestas.
– Ok, ahorita regreso.
Y corro a buscar el estante con el cuadernillo de respuestas.
– ¿DÓNDE ESTÁ ESE ESTANTE? ¿DÓNDE?
Busco y busco ese maldito estante pero nada, intento abrir cada uno de los estantes pero todos están cerrados, ninguno abre.
– ¿POR QUÉ NO ME FIJÉ, POR QUÉ NO ME FIJÉ?
Sólo vi el estante cuando salí del salón y no presté atención.
– ¡EL SALÓN EN EL QUE ESTABA! Pero ¿cuál era el salón? ¿POR QUÉ NO ME FIJO, POR QUÉEE?
¿Era el salón 24 o era en el siguiente piso? No hay salones en la planta baja, no subí o bajé pisos pero entonces ¿en qué salón estaba cuando salí y vi el estante donde estaba el cuadernillo de repuestas? Corro y corro en los pasillos de la escuela.
– ¡NO CORRA!
– ES QUE ESTOY BUSCANDO EL CUADERNILLO.
Pero cuando volteo no había nadie, sólo apareció la voz gritándome, sigo corriendo.
– ¡QUE NO CORRAS POR EL PASILLO!
Sigue sin haber alguien.
No encuentro ese maldito salón, decido regresar al aula donde estaban todos mis compañeros y el profesor de Física, cuando llego allá.
– No sé dónde dejé el cuadernillo de respuestas.
– No puedes entrar sin el cuadernillo.
– ¿Me puede proporcionar uno, por favor?
– No.
– ¿Por qué?
– Porque se les dio a todos un cuadernillo de respuestas y no se vuelven a dar.
– ¿Puedo pasar entonces?
– No, no puedes.
– Por favor, profe.
– ¿Y para qué vas a entrar si no tienes el cuadernillo de respuestas? Vas a reprobar.
– No profe, no me repruebe.
– Yo no perdí el cuadernillo de respuestas.
– ¿Qué hago entonces profe?
– Tendrás que ir a la Dirección.
– ¿Para?
– Para que les comentes que perdiste tu cuadernillo de respuestas.
– ¿Qué les digo?
– Que perdiste tu cuadernillo de respuestas.
– Es que no me van a creer.
– ¡Ah, sí es cierto! Espera.
Y el profesor saca una hoja tamaño carta y se toma un tiempo para llenarla.
– Toma, con esta hoja vas a la Dirección y les comentas que perdiste el cuadernillo de respuestas.- Me da la hoja.- Y no pierdas la hoja porque no te van a creer lo que dices ¿entendido?
– Sí profe, gracias.
Y me dirijo hacia la Dirección.
Tenía la hoja que me dio el profesor en la mano, bajo hacia la planta baja donde estaba la Dirección. Llego y camino hacia la secretaria del Director.
– ¿Qué pasa?
– Es que perdí mi cuadernillo de respuestas.
– ¿Tienes las hoja que te dio el profesor de Física?
– Sí, aquí está.
Pero no tenía la hoja, volteo frenéticamente para ver dónde se me cayó la hoja.
– YO TENÍA LA HOJA, YO TENÍA LA HOJA.
– No puedes pasar con el Director sin la hoja.
– LE JURO QUE YO TENÍA LA HOJA.
– No puedes pasar con el Director sin la hoja.
– NO, NO PUEDO REPROBAR, NO PUEDO REPROBAR.
– No puedes pasar con el Director sin la hoja.
Se acercan la profesora de Literatura y el profesor de Matemáticas y ellos repiten incesantemente y de manera monótona.
– YA REPROBASTE, YA REPROBASTE.
– NO, NO, NO.
– No puedes pasar con el Director sin la hoja.
– YA REPROBASTE, YA REPROBASTE.
– ¡NO ME REPRUEBEN, NO ME REPRUEBEN!
– No puedes pasar con el Director sin la hoja.
– YA REPROBASTE, YA REPROBASTE.
– No puedes pasar con el Director sin la hoja.
– ¡NO SÉ DÓNDE ESTÁ LA HOJA! ¡PERDÍ EL CUADERNILLO DE RESPUESTAS!
– YA REPROBASTE, YA REPROBASTE.
– No puedes pasar con el Director sin la hoja.
– NOO.
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