¿Recuerdas nuestra última noche?
¿Recuerdas los »te amo» que repetíamos una tras otra vez? Ahí en medio de la madrugada, en medio de la oscuridad de tu habitación, en el sitio que elegimos como nuestro búnker de amor, como nuestro lugar seguro.
No he de olvidar los centímetros de piel que construyen tu cuerpo, las sonrisas que me llenan este puto mundo de esperanza, tu cabello que invadía mi rostro. Y eso, amor, forma el paisaje más bello que he de contemplar.
Tienes la manera más poética de coger de coger y recordarte siempre sera un placer.
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