La superentrevista

Esto comienza sencillamente un día de esos en que te sientes muy emocionado porque al fin llegó el día de la entrevista de trabajo que podría cambiarte la vida, pero claro, si es que llegaras a ser aceptado.

Después de enviar muchas solicitudes recibes el correo que tanto esperabas, decides ir casual, no muy elegante, no porque no te guste si no porque no tienes la ropa adecuada y es que estas en ese tiempo de crisis donde no hay ni para el cine.

Te preparas para dar un discurso de todos tus conocimientos a tu entrevistador y estas muy preparado, pero que pasó!?, resulta que no le caes bien al tipo que te está entrevistando y lo sabes porque lo notas en su mirada, en su forma de hablarte, no quiere seguir dialogando contigo, solo quiere hacerte creer que serás seleccionado de entre los siete postulantes. Bueno ahora que haré te preguntarás, no puedo darme el lujo de perder esta gran oportunidad, pero ya la perdiste y lo sabes desde el momento en que te dio la mano como el mejor de los amigos.

Así que sales contento por un lado porque respondiste todas las preguntas que te hicieron, pero por otro lado te sientes otra vez en la nada, porque así estás, llegarás a tu casa y te sentirás como los otros días esperanzado en que alguien vendrá a ayudarte a salir del momento en el que te encuentras como si esperaras a tu príncipe azul, para rescatarte de ese horrible dragón que tanto odias.

Antes de cruzar esperas a que el semáforo cambie y de repente una camioneta no avanza y tú dices que pasa?, me van a robar o a secuestrar?, pero si hay un policía al frente mío estacionado, que extraño dices, debe ser que estoy histérico. Sigues cruzas la pista, esperas el transporte y ves como lindas chicas salen del supermercado y se dirigen a ti. Pero con que ganas te atreverías a mirarlas para contemplar su belleza?, pues con las más mínimas y es que no es un buen día y lo sabes…

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