Y me perdí en el verde laberinto

Con la pequeña estrella de la aurora

Acunada por el paso que escora

Como él, gran borracho de vino tinto

Al sendero tropecé con Ulises

Tocando perdido la pandereta

Al ritmo loco de la tierra inquieta

Ignorando los talones de Aquiles

Y del camino no elegido supe

Como aquel querido poeta hastiado

Que se perdió para siempre en el tiempo

Y la única memoria que retuve

Como la axila de sudor mojado

Su sonrisa,los árboles y el viento

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