Porque peor, alguna razón más no; por impulso, a veces creo en el delirio del ser. Segundo, no puedo ver más allá de la vida, porque aquella es tan vacía. A veces quedo, a veces quiero, pero no puedo; tal vez por el miedo he llegado y no sé si pueda seguir llegando. Pero esta vida es rara, como si nacieras para sufrir. A veces es tanto que siento tan poco. Rara vez creí que mis locuras me hacían feliz, que mis caras raras me harían reír.
En todo este tiempo, la vida no fue una opción para mí. Ojalá morir, pero quisiera morir en tu fe… pero no puedo, porque no creo en tu ser. No soy más que un recipiente, justo en esta vida injusta, el delirio que me cree en mí nomás, para querer salir de este mundo. Pero la realidad fue más dura que mis ganas de vivir.
Amen.
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