16 de octubre de 2025

No sé por dónde empezar.

He de empezar por un adiós.

Un adiós a los sentimientos, que siento por ti,

Un adiós a lo que nunca debí sentir,

Un adiós a lo que nunca volveré, a sentir.

Tengo mucho que decirte.

Pero sé que por este medio no puedo hacerlo por completo. En persona nunca lo hubiera hecho.

Pero por el momento, comenzaré por resumir una parte de mí, que contigo son dos personas que lo saben.

Hace tiempo me ilusioné con una persona tanto, que no sabía el porqué, no le conocía, ni sabía quién era, pero lo más irreal, es que le hablé en Colombia, aunque ella viviera en la misma ciudad que yo, tan solo a unos kilómetros.

Tanto fue esa ilusión que me obsesioné, sabía dónde le podía ver, sabía con quién se llevaba, pero nunca me atrevía a afrontar lo que empecé a sentir por ella.

Y si, probablemente no te sorprendas, o sí, no sabría.

No te lo preguntare.

Pero espero que termines de leer.

Por mucho tiempo, sabía que nadie me interesaba, sabía que ningún chico me importaba, sentía que no encajaba.

Ese episodio de mi vida, fue el detonante para aferrarme al dolor sentimental de mi familia, todo se mezclaba, en mi vida nada encajaba y aun a estas alturas.

Después de muchos años, nada encaja, siento que no estoy donde debería, siento que debo irme, siento que no debo seguir respirando.

Hasta que le vi por primera vez, no sabía porque, pero me quedé en su mirada, me cautivo su figura y su sonrisa.

Su rostro en mi mente cada día, cada tarde, e incluso cada anochecer, y nunca le dije nada, por miedo, por ironías de la vida, porque no me aceptaría. O por todo a la vez.

Pero seguí viéndola, en ocasiones y lugares donde podía.

Cuando tenía los días más malos; pensar en ella alegraba el desastre del día que hubiera tenido.

Pero el tiempo pasaba y ella aún en mi mente estaba, aunque fuera la única persona que quería ver. Sabía en fondo de mí alma, que era la persona, en la que mi mente pensaba para no recaer en la desesperación, para no frustrarme de la vida, para no pensar en descansar de los días.

Sé que para muchos o incluso para ti, es bonito vivir. Pero no lo es para mí, aun no.

Estar ocupada me ayuda, pero cuando veo más allá de cómo quisiera vivir, no sé cómo arreglarlo, no sé cómo ayudar, no sé cómo cuidar.

Soy muy protectora y quiero demasiado, tanto que me da miedo saber qué puedo hacer por quienes amo.

Continuo….

Ella provocó en mí, esa parte que quiere tener algo con alguien.

Ella provocó, en mí, las ganas de tener algo sentimental con alguien.

Luego me di cuenta, aunque no quería, que ese sentimiento, era una obsesión, oh eso es lo que me dije por años, tantos que aún le recuerdo, como la primera chica que me gustó en mi vida.

Lloré por primera vez, cuando supe que tenía novio.

Lloré la segunda vez cuando supe que ella no quería tener nada con una chica por experiencias pasadas.

Y se rompió mi alma y las ilusiones, cuando supe que nunca podía tener nada con ella.

Esos tres momentos no fueron, los únicos momentos en los que rompí algo de mí, aun con aquello, sabía que podía seguir, sabía que aún tenía ganas de encontrar algo en mi vida, algo que me hiciera hacer demostrar mis sentimientos como los demás.

Pero, lo que uno quiere muchas veces no resulta como lo espera.

Me rompí en mil pedazos, destruí la poca empatía que tenía conmigo misma, cuando quise quitarme la vida por sentimientos guardados, rencores arraigados de mi familia, que no sabía cómo afrontarlos.

Cuando por más que intentaba, nunca pude controlarlos, nunca supe afrontar mi propia irá estando con ellos, por eso la evito mucho, y cuesta, no sabes cuánto me cuesta.

El quererlos demasiado y ver lo que estaba mal y nunca decir nada, siempre culparme por nada, querer que estén bien, aunque sea a costa de mi propia tranquilidad, dejarles en paz, porque ellos querían y yo, no.

Fue lo que hizo que los pedazos de mi alma en ceniza se volvieran, sentirme vacía aun estando con ellos, aun estando rodeada con gente en mi vida, con amigos, y últimamente lo estoy volviendo a sentir.

Viviendo aquí, hizo que decidiera dejarlo todo, comenzar de cero, oh simplemente dejarlo todo por cobardía, por no afrontar lo que tenía en mente, por no quererme lo suficiente para saber, que mi tranquilidad y felicidad es lo primero.

Así que decidí quedarme en Quito, para empezar, pero aún, con ese vacío que tenía, con la rabia que me daba todo, aun con la falsedad de estar bien.

Estar ocupada y saber que debía acoplarme a otras personas, hacía que me concentrara en cómo debo actuar, sabía que debía dejar el coraje a un lado, por lo menos por un momento.

Por lo menos por un tiempo.

Sentí paz, un poco de tranquilidad al vivir sola; sentí ganas de conocerme más, viviendo sola.

Y aunque estaba triste, aunque sabía que ellos me necesitaban, me agrado estar así.

Pero queriendo eso, provocó en mí quererle olvidar a ella. Lo intenté concentrándome en muchas cosas en el trabajo, pero no resultaba.

Nunca resultó muy fácil deshacerme de mis propios sentimientos, ya sean malos o buenos, nunca resulta fácil deshacerme de mi.

Hasta que te empecé a ver, cómo eras, escuchar cómo eras, creerme que podía llegar a ti y conocerte, fue algo que quería y a Dios pedía, para olvidarme de ella.

Y sabes, para olvidarme de ella, pedía que me gustaras, pedía verte más.

Pero no resultaba del tan bien, ella aún estaba en mi vida, en mi mente y probablemente nunca se irá, pero verte y pensarte, logro en mí saber; que ese sentimiento debía dejar ir. Que no tenía, porque seguir pensando en ella, me hizo entender que ella se volvió mi pasado, que, aunque un día me ilusioné tanto, debía dejar de pensarle.

Pero pedir mucho, resulta complicado para mí.

Pedir, a veces no es tan bueno.

En las noches, quería y pedía pensarte, que fueras tú quien estuviera en mi mente para olvidarla. Sabía que nunca te fijarías en mí y yo nunca haría nada para que tu familia o tú, supieras quienes me gustaban en realidad.

Pero hacer ese chiste, resultó una mala jugada, porque entraste a trabajar, conmigo.

Y fue ahí cuando arruiné mi propia estrategia, fue ahí cuando odié mi plan de olvidarle.

Porque me fijé en ti más, de lo quería a verlo hecho.

Antes que nada, lo siento. Sé que no debía.

Y ahora me arrepiento.

Siento haberme fijado en ti, sé que tus creencias, tu vida y tus gustos son diferentes, siempre lo supe, sabía que no podía hacer que notaras en mí un gusto, más allá de un cariño familiar.

Pasé así por mucho tiempo, pero lo superaba, lo aguantaba, lo soportaba, hasta que ya no te vi más.

Resultó difícil para mí, solo con verte alegrabas mis días, y soportaba muchas cosas que yo misma provocaba.

Lo peor de todo, fue que, sin darme cuenta, sentía que habías arreglado los pedazos de mi alma, aquellos que, escondía día a día.

Al principio no te niego, que fue por cuidarte como hermana. Proteger era lo que me gustaba, porque es lo que vi, y aprendí por años a las malas; porque es lo que hubiera querido para mí.

Pero me di cuenta de que, ese sentimiento ya no tenía; porque te llevaba batidos, algo que nunca hice por nadie, algo que nunca hubiera hecho por mi propia voluntad, y tal vez no volveré hacer.

Haber ido al carnaval con ustedes, me ayudó para tomar la decisión, pero a la vez volví a destruirme, pero esta vez, consciente de que me volvería hacer daño, esta vez consciente de que volvería a llorar por alguien que no debía.

Porque conviví con tu familia, aquella con creencias de que nunca me aceptarían, como soy y hablarían de mí, y no es porque no me acepten, es porque hablarían.

Es porque los veo como una familia, porque son importantes para mí, porque me agradan y saber que no me aceptarían, saber que hablarían, me causaría una desilusión, decepción, saber qué personas buenas, que personas que apreció, pueden ser como los demás, pueden ser como la sociedad, aquellos que solo se fijan en algo que no deberías, para no tratar de la misma manera que desde el inicio.

Así que preferí dejarlo, decidí alejarme, sin embargo, debía pensarlo mucho.

Lo decidí, al mirar un estado en tu Facebook, que me dolió. “Aquí, si somos incluyentes, se aceptan a todos los heterosexuales”, oh, algo así, no recuerdo bien, pero bueno.

Fueron esas dos cosas las que hicieron que lo decidiera.

Alejarme de ti, era lo que debía, era lo más razonable.

El amor no sería para mí, porque buscar o entablar algún contacto, con las personas no es lo mío.

Así que fuiste tú, la segunda chica de la que me ilusioné, y lo odié, lo odio.

No sé si fue enamoramiento, amor o que, nunca supe por qué en realidad.

Experiencia en ello, no tengo; sin embargo, fuiste lo que me hizo sonreír. Eres la única persona que, al pensarte y al verte, me hace calmarme, y serás la Luna que nunca podré alcanzar.

De ella me ilusioné o enamoré una noche de luna llena, en la frontera de otro país.

De ti, me enamoré, ilusioné y amé, cuando supe que serías la Luna, aquella que nunca me verá más que el familiar de otra familia.

Ambos tiempos en mi vida me hicieron conocerme un poco más, y aunque a ninguna vuelva a ver, espero de corazón que sean felices.

Espero que no me odies por esto, por estas palabras que siempre guardé en mi cabeza y no sabía, cómo contar y menos cuándo.

Tú y yo nunca fuimos amigas; sin embargo, fue lo mejor. Y debía ser así.

No creí volverme a aferrar, a alguien y menos sentir, algo demasiado especial por alguien que no sabe de mí.

No sé cómo despedirme, si mi cabeza cada noche dice, déjala ir.

Pero mi alma, te recuerda y mi boca pronuncian tu nombre.

Sin embargo, aquí estoy.

Otro día más, diciéndome esta será la última vez.

La verdad espero que sí, espero olvidarte.

Y que mañana sea un día más.

Aun me pierdo en tu mirada, sin saber el porqué, sí sé que nunca fuiste mía.

Sé que no es amor lo que siento, pero también sé que no debo pensarte tanto.

Ya que impides, que me enamore de alguien más.

Pero la verdad, no puedo mentir.

Para que querría yo, a alguien más; si sé que, aunque te olvide esta noche, mi alma siempre te recordara.

Si me costó tanto olvidarme de ella, que al estar tú ya no dejo de pensarte.

Probablemente nunca sepas lo que sentí y siento por ti,

Probablemente me iré sin decírtelo.

Y estoy segura que, cuando sepas de mí, yo moriría otra vez.

Probablemente encuentres a ese chico ideal, a alguien que te sepa amar como te lo mereces.

Soy terca. La verdad, nací así.

Y aun me cuesta soltar muchas cosas.

Soy mala, conmigo misma por no quererme tanto como a los demás.

Soy egoísta porque quiero lo bueno. Para alguien más y yo sufrir para que lo consiga.

Te he escrito tantas veces en mis estados, en mi perfil, en mi muro, y tantas veces que no sé cómo terminará mi libro.

Aunque, si sé, que soy quien lo esta escribiendo.

He publicado de ti mil veces y tu allá sin saber de mi existencia.

Darme cuenta que por ti hacia cosas que nunca por nadie hice.

Entendí, que lo malo no está en lo que siento por ti.

Es en lo que debería sentir por mí.

La verdad, serás uno de mis mejores recuerdos que haya tenido, hasta la fecha y el que más me dolió tener también.

No quiero quererte como te quiero, pero quiero tenerte como ellos te tienen.

Un familiar de otro, eres.

Una amiga de otra eres.

Y probablemente un amor de otro serás.

Hoy me despido de todo esto, y lograré encontrar a alguien que me quiera de la misma manera.

Oh simplemente estar sola, por no tener a quien quiero.

Aun no lo sé.

Lo que sí, es que para ambos casos estoy preparada

Gracias por arreglar mi alma, aunque ya sabiendo como acabaría.

Yo la destruí otra vez.

Lo único que me ata a este mundo y a la poca felicidad de vivir, es mi madre, mi bebe y mis plebes. Sé que, si no les tengo a ellos, sé que no seguiré más.

No sé qué, es lo que se siente perder a alguien que te importe tanto que tu alma se va con ese ser, y te vuelves un recipiente vacío en un mundo donde, quieren que seas como el resto.

Hoy sabes algo que guardé por mucho tiempo, y tal vez algunos se dieron cuenta. No me dejaba abrazar de nadie, pero de ti era diferente, era especial. Mi ser se tranquilizaba y sé que me ponía nerviosa.

Muchos, muchos de mis poemas y mis publicaciones fueron por ti, serán de ti. Es algo bueno de lo que hoy me enorgullezco, porque sé que de mis pedazos y alegrías puedo crear poesía.

Pero ya da igual.

Espero que no me juzgues por lo que sentí una vez por ti, y si lo haces, lo lamento.

No te creas que fue mi intención, en un inicio, solo quería olvidarme de ella.

Lo siento por aferrarme a ti.

Yo me, aleje de ti, por saber lo que sentía, quería alejarme de ti e ignorarte, pero no lo lograba, y lo bueno, es que te fuiste a ser feliz a otro lado, y me alegro por ti.

Aunque probablemente este sentimiento nunca podría olvidarlo o arrancarlo de mí, sé ahora por ti, que puedo guardarlo, y es mejor sentir por alguien, que nunca haber sentido nada por nadie.

Nunca supe en realidad qué sentía por ti, pero…

Te quise, Te quiero y probablemente te amararé.

Cuídate y sé feliz.

Adiós, Lizbeth B.

AMOR EN SILENCIO

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS