De amores no correspondidos

Existen muchas formas de sanar, pero esta vez elijo hacerlo a través de la escritura. Porqué puedo, porqué lo hago muy bien y porqué estoy decidida a darle fin a una temporada que me ha dejado herida.

¿Qué hay sobre los amores NO correspondidos? ¿Sobre imaginar cómo sería nuestro romance con la persona por la que sentimos amor o atracción? ¿Qué pasa cuando creemos entregar todo por aquella persona y al final nos percatamos que no existe ningún vínculo?

Después de una temporada larga me percaté de que no estoy siendo correspondida de la manera que deseo, así es, se rompió la burbuja de fantasía en la que estaba viviendo. Solemos ir por la vida creyendo que por entregar nuestro tiempo, nuestra dedicación o nuestras cosas materiales debemos recibir lo mismo, pero realmente no vivimos en una casa de cambio. No podemos cambiar los pensamientos, la perspectiva ni los sentimientos de los demás, por más que los amemos, por más que nos entreguemos ni siquiera por más que nos alineemos a su estilo de vida (gustos / deseos personales).

Está increíble la etapa en donde nuestro imaginario se vuela la mente para remontarnos en las historias posibles; en la ilusión y la fantasía. Como imaginarnos una vida con aquella persona, por recrear momentos en donde los sentimientos sean recíprocos o simplemente mal interpretar algún comentario que hizo nuestro amor no correspondido y entenderlo de la manera que nos gustaría.

El poeta Walt Whitman nos pone a pensar a través de su poema “A veces con alguien que amo” lo que podríamos hacer con el amor que sentimos, pero que no es correspondido. El resultado de algunos han sido canciones, libros, poemas, entre otras cosas. Yo escribí un poema, pero creo, más bien, que tiene que ver con despecho, porque manifesté lo tibio que fue esa persona. Entonces mejor reflexioné.

Considero que no debemos arrepentirnos por las cosas que invertimos por creer que ese amor no posible, podía en algún momento ser posible. Porque el amor, en el momento más intenso, aún no correspondido, se siente bonito.

También considero necesario dejar de lado los comentarios clichés como “Merecemos más.”, “Somos más”, “¡Cómo fue posible el suceso de sentir amor por esa persona!” porqué sí hay que superar y cerrar el ciclo, pero dejando el orgullo.

Lo más conveniente para mí es reivindicarnos como personas: recuperar el tiempo perdido (en caso de que haya existido), hacer cosas que nos den libertad, repensar y posicionarnos en nuestra realidad, no en un mundo de fantasía. Además de reconocer que la experiencia nos deja un aprendizaje.