En mi tumba crecerán las flores que te gustan, aquellas que parecen susurrar tu nombre cuando el viento las roza. Porque incluso cuando mi cuerpo quede quieto bajo la tierra, mi amor por ti seguirá encontrando formas de brotar, de abrirse paso entre la oscuridad, de florecer donde ya no existo.
De mi muerte nacerá un ser de amor y esperanza, una raíz silenciosa que recoge todo lo que fui y lo transforma en algo nuevo, algo que puedas mirar sin tristeza.
Todo un amor, todo un destello de esperanza brota del amor que me das. Tus palabras, tus gestos, tus acciones… cada uno es como una gota de luz que cae sobre ese jardín imaginario que crece sobre mí. Y así, sin darte cuenta, sigues dándole vida a lo que ya no vive, sigues despertando colores donde solo debería haber sombras.
Porque si algún día dejo de estar, quiero que la memoria de lo que fui no te duela, sino que florezca. Que cada pétalo sea un recuerdo suave, que cada aroma sea una caricia que no pudiste ver pero sí sentir.
Quiero convertirme en ese jardín secreto donde tu corazón pueda descansar, donde lo que murió se vuelva belleza, y donde cada flor que nazca tenga la forma exacta de lo que tú significas para mí.
Duermo para poder verte mi amor, y te lo juro, odio despertar.
Odio despertar sin sentirte a mi lado, odio salir de esos sueños donde te beso y acaricio tus hermosos labios.
Eres la mujer de mis sueños.
Ámame como si fuera el marinero del gran océano de tus sueños, porque eso soy, un marinero perdido, en tu ser.
te amo mi gordita, hoy y siempre.
hasta el final de Dios.
OPINIONES Y COMENTARIOS